Escena tomada de la película "Mi nombre es Khan", espero lo disfruten...
Farkle se despertó por un incesante golpe en la puerta de su casa a las 5:30 de la madrugada, preguntándose quién estaría despierto a esa hora.
—sí, ya voy, ya voy —fijo Farkle poniéndose una bata antes de abrir la puerta y cuando lo hizo se sorprendió — ¿Qué...? ¡Smackle! Gracias a Dios ¿Dónde estuviste estos días? Me tenías preocupado, habrías podido llamar pero no, tú no llamas, los celulares matan a las abejas...
—Ahora —dijo la chica agarrando de la mano a Farkle y empezando a correr con él.
— ¿qué...? —Dijo Farkle sin entender muy bien hacia donde lo llevaba la pelinegra que solo corría por la pendiente mirando al suelo con el castaño a rastras — ¿Smackle qué estás haciendo? ¿A dónde vamos? No estoy vestido decentemente, ni siquiera traigo zapatos—el chico trataba que parar a la chica, pero esta no lo hacía y cuando él se quedaba quieto, ella lo miraba e inmediatamente seguía corriendo arrastrándolo con ella —. Espera, espera, espera ¿quieres decirme por lo menos a dónde vamos?
—Shhh, shhh, shhh —la pelinegra no decía nada, solo le hacía gestos a Farkle para que guardara silencio, pues a la pelinegra no le gustaban los sonidos fuertes.
— ¿Qué...? Smackle —Farkle no hacía más que pedirle explicaciones a la chica, pero ella no le respondía — ¿A dónde vamos?
Por fin habían dejado de bajar la pendiente por la que estaba la casa de Farkle y ahora cruzaban la ciudad, mientras ya se empezaba a notar la luz del día.
—Ya, ya, ya está cerca —dijo la pelinegra cuando cruzaron una calle y empezaron a correr por un parque en el que ya no había asfalto, solo césped y Farkle cada vez entendía menos.
— ¿a dónde vamos? ¿Qué haces? —aunque sabía que la chica no le iba a responder, Farkle seguía haciendo preguntas al no entender lo que sucedía.
—No, no, no, no hables Farkle, falta poco —dijo Isadora mientras ambos empezaban a subir por una pequeña colina que había en el parque.
— ¿falta poco para qué? —decía el castaño frustrado y sin entender.
—un minuto ¿ok? —dijo la pelinegra mientras seguían subiendo.
— ¡me dices eso desde que me sujetaste pero no sé a dónde vamos! —Farkle ya estaba empezando a desesperarse al no recibir respuesta — ¿falta poco para qué?
—Falta un minuto, un minuto —por fin habían llegado a la cima de la pequeña colina e Isadora miraba hacia el vacío.
— ¡quiero que me digas! —dijo Farkle soltándose de la mano de la pelinegra y tratando de llamar su atención para que ella lo mirara a los ojos, aunque sabía que eso no pasaría.
—Falta un minuto, ok, ok —dijo Isadora mirando su reloj constantemente.
— ¡¿falta un minuto para qué? ¿Un minuto para qué?! —exclamó el castaño desesperado y hablando mucho para que la pelinegra le explicara, pero eso provocó un efecto diferente.
— ¡Silencio Farkle! silencio —exclamó Isadora sosteniendo su cabeza y mirando al suelo —silencio.
— ¿Qué? —dijo Farkle muy confundido y sin entender. Primero lo sacaba de su casa a las 5:30 de la madrugada, lo llevaba arrastras por media ciudad sin darle ninguna explicación y ahora le gritaba que se callara. No era raro viniendo de Smackle pero aun así la situación era indignante.
—un minuto, un minuto, un minuto —se repetía la pelinegra como si no estuviera segura de lo que estaba haciendo —, estuve tomando el tiempo seis días, un minuto, cierra los ojos, no mires ahora.
—ok, ok —dijo Farkle con el ceño fruncido.
—No mires, ya cierra los ojos —dijo Isadora al notar que Farkle seguía con los ojos abiertos.
—Si —el castaño por fin le hizo caso a la pelinegra, se giró para mirar hacia donde ella miraba y cerró los ojos.
—Ya viene —dijo Isadora y pese a lo segura que había estado en todo el trayecto, la notaba nerviosa, mucho más de lo que ella constantemente estaba — ¿ok?
—Si —Farkle respondió para darle un poco de seguridad a la pelinegra.
—ok —duraron unos largos segundos en silencio, hasta que Isadora habló por fin —abre los ya, abre los ojos, ábrelos, ahora por favor, ahora ábrelos —dijo la pelinegra y Farkle empezó a abrir lentamente los ojos viendo desde ahí un hermoso amanecer en la ciudad de Nueva York en el que los edificios más altos de la ciudad se veían entre las nubes que reflejaban la luz del sol y parecían bolitas de algodón — ¿habías visto esto antes?
—no —Isadora estaba viendo al igual que Farkle el hermoso amanecer, el castaño seguía maravillado con la vista y luego decidió ver a la chica que se veía hermosa, más de lo normal, tenía un poco de preocupación en su rostro, pero luego sonrió al escuchar la respuesta del chico—, Smackle.
— ¿sí? —contestó la pelinegra aun sonriendo y viendo la ciudad.
—se mi esposa —Isadora abrió un poco sus ojos, se puso levemente roja, empezó a lanzar risas nerviosas mientras se tapaba el rostro con las manos —, se mi esposa —repitió Farkle quitando una y otra mano del rostro de la pelinegra y tratando de que esta lo viera a los ojos.
—Ok —dijo ella mirando a otro lado, muy nerviosa y dándose la vuelta.
— ¿qué? —preguntó Farkle riendo felizmente.
—Si —decía ella sin mirarlo. No había cosa más tierna para Farkle en ese momento que ver como Isadora se había puesto nervioso pero feliz.
Definitivamente lo había enamorado, no pensó que esa chica con síndrome de Asperger que llegó un día a su oficina a vender productos cosméticos y que insistió tanto en que se casara con ella, lo fuera a enamorar, pero ella se lo propuso y lo logró y Farkle entendió que para Isadora, nada iba a ser imposible en su vida, nada.
Capítulo dedicado a marce061296 que al igual que yo es una fiel Shippeadora de Isarkle...