Bonus 15: All Change

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(Dato: Aquí ambos tienen entre 16/17 años.)

|Año 2006|

Maddison:

Mamá iba manejado el auto, habíamos llegado a Beacon Hills hace un par de horas.

-¡Para!.-grite, mamá freno provocando un ruido fuerte.

Abrí la puerta saliendo de auto, tenía un par de cosas que hacer. Aun no estaba del todo preparada para volver a la casa de los Hale's. Sabía que Talia se sorpendería por lo que había hecho.

Me adentre en el bosque con gran velocidad. Me detuve por completo escuchando como las hojas crujían con fuerza. Mire a mi alrededor buscando de donde provenía el ruido con exactitud.

Un pequeño ciervo salió corriendo de entre los arbustos evistiéndome con facilidad, ya que me había tomado por sorpresa. Tosí un par de veces acomodando mi cabello, era tiempo de entrar a casa de Talia Hale.

Mi madre bebió un sorbo de té, mientras Talia solo tenía su vista fija en mi. Había pasado cerca de dos años desde la última vez que la vi. Y suponía por sus gestos que sabía lo que había pasado conmigo.

-Muestrame tus ojos Maddison. ¿Puedo verlos?.-pregunto.

Apreté mis manos formando puños con estos, no me gustaba hablar sobre el tema. Asentí cerrando los ojos.

-Fue durante la primera luna llena.-murmure abriendolos, Talia se mantuvo en silencio.

Un olor que reconocí al instante me tomo por sorpresa. Derek Hale estaba trás de su madre, mirando con los labios entre abiertos.

Talia se acerco a mi tomandome por la mandíbula, mis ojos estaban azules. Sabía que el color dorado lo perdías cuando matabas a un inocente, y lo había hecho ya que estaba cegada por el enojo.

 Sabía que el color dorado lo perdías cuando matabas a un inocente, y lo había hecho ya que estaba cegada por el enojo

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-Tener un ancla ayuda a controlarte.-hablo.-Tú ya tenías uno.-

-Perdí mi ancla, Talia.-exclame volviendo a mi color de ojos normal.

-Yo era tú ancla.-hablo Derek acercándose.

Camino hasta estar junto a su madre y podía sentir lo molesto que estaba.

Apreté mi mandíbula, di media vuelta para después salir de casa de Talia.

....

Camine por el pasillo de la secundaria de Beacon Hills, Talia y mi madre habían dicho que era mejor terminar el penúltimo año de aquí.

Llegue a la cafeteria sentandome en una mesa bacía, no me gustaba socializar con nadie.
Derek llego poniendo una bandeja azul con fuerza frente a mi, él se sento en el mismo lugar segundos después.

Entre Kanimas & Lobos. |Stiles Stilinski|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora