NO TIENEN RELEVANCIA

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9

Despertó con un dolor punzante en la cabeza, fruto del golpe que le había hecho perder el conocimiento.

Estaba maniatado a una vieja silla, dentro de lo que parecía ser un enorme almacén abandonado de algún polígono industrial. La tenue luz que iluminaba el lugar provenía de una farola situada cerca de la entrada, donde vislumbró la silueta en contraluz de una persona.

Intentó soltarse, pero estaba fuertemente atado al respaldo de la silla con unas enormes cuerdas, al igual que sus piernas, inmóviles desde la rodilla hasta los zapatos.

La persona de la puerta oyó sus movimientos, girándose y caminando hacia él. Era igual de alto y fornido que Derek, salvo que debía de tener la edad de sus padres. Su cabello era fino y castaño al igual que su barba incipiente, y sus ojos azules brillaron al contemplar al chico.

—Tengo que decir que te esperaba más escuálido sabiendo que tenías dieciséis años—le dijo—. Eres bastante alto.
—Salgo a mis padres—respondió, quejándose de nuevo del dolor de cabeza. Notaba el lateral de su cara pegajoso, y al mirarse el hombro vio que tenía manchas de gotas de sangre. Intuyó que se habría hecho alguna brecha en la cabeza con el golpe y le había estado sangrando—. Dean y Sam Winchester, cazadores que no tardarán en venir a buscarme y te matarán—Lo amenazó—. Eres Peter Hale, ¿verdad?
—No ha sido muy difícil, detective Conan. Supongo que tu novio ya te ha contado todo con respecto a mí.
—Él también vendrá a buscarme. Averiguará dónde estoy.
—No tendrá necesidad de comerse la cabeza con eso—le aseguró, sacando un móvil del bolsillo. Stiles se percató de que era el suyo propio—. Se lo voy a poner fácil...

X X X

Se lanzó de cabeza a por el teléfono al escuchar que lo llamaban. Vio el nombre de Stiles en la pantalla y sonrió, dándole al botón de descolgar:

—Hola, pequeño.
Me acerco a los cuarenta, sobrino, así que lo de pequeño ya no va conmigo.

El corazón comenzó a palpitarle con fuerza, sintiendo las pulsaciones en las sienes, y la boca se le secó de golpe.

—¡PETER! ¿DÓNDE ESTÁ STILES? ¡COMO LE HAYAS HECHO ALGO...!
Eh, tranquilo. Tu niño está bien.
—¡Demuéstramelo!—gritó, apretando los dientes.
Está bien. Stiles, dile algo a tu amorcito.

Oyó cómo se quitaba el teléfono de la oreja y daba unos cuantos pasos. Por el eco de los mismos, intuyó que se encontrarían en algún lugar grande y vacío, seguramente algún almacén.

Derek...—Esta vez habló la voz de Stiles.
—¡Stiles! ¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo?—le preguntó, desesperado, saliendo de casa. Olfateaba el aire intentando descubrir si estaban cerca, pero no captaba su esencia por la zona.
Estoy bien... de momento.

Se oyó otro sonido y de nuevo la voz de su tío:

El chico tiene razón. Está bien, pero dejará de estarlo si no haces lo que te pido.
—Peter...—Su voz sonó con un toque de súplica que no pudo disimular—. Suelta a Stiles. No te conviertas en un monstruo.
Ya lo somos, Derek. Somos hombres lobo. Que tú te resistas a tu naturaleza no significa que seas mejor. Estás traicionando lo que eres.
—¡SUELTA A STILES!—repitió, esta vez con tono imperativo.
Lo haré, tranquilo, pero sólo cuando hayas hecho lo que te pido. Quiero las cabezas de los Winchester. Mata a Dean y Sam y yo soltaré a Stiles.
¡NO!—gritó la voz de Stiles de fondo—. ¡Derek, no lo hagas! ¡No mates a mis...!—El sonido de un fuerte golpe le cortó la frase—. ¡AAAAAH!
—¡STIIIILEEEEEES!—gritó el moreno, respirando con fuerza—. ¡PETER, BASTA! ¡Haré lo que me pides, pero no le hagas daño!
Así me gusta. Cuando los decapites, ven a verme en el polígono abandonado del este. Estoy en uno de los almacenes. Y más te vale hacer lo que pido, porque si intuyo que me estás traicionando le sacaré los sesos al crío.

EL LOBO Y EL CAZADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora