Hermione sonreía a medida de que avanzaba a su habitación.
¡Tenía amigos!
Y eso para ella, una niña que había sido rechazada por sus demás compañeras,era algo realmente valioso.
—Para eso son los amigos ¿no?...
Las palabras del pelirrojo aún sonaban en su cabeza.
Tanto él como Harry la habían salvado de ese tonto troll y aunque la profesora Mcgonagall les había descontado puntos y luego remunerado , no importaba.
Sólo por ese día se perdonaba el hecho de haber sido una desobediente.
La pequeña se echó a su cama con una determinación en la mente con respecto a sus nuevos amigos.
"De ahora en adelante buscaría la forma de devolverles el favor"