Ronald Weasley sentía como su estómago se revolvía una vez más.Pero esta vez no era por hambre.
No señores,lo que sucedía era totalmente diferente.
Hacia un momento la profesora Mcgonagall había informado acerca del dichoso baile de Navidad al que todos debían ir.Asi que tenían ir buscando pareja.
Su mente y sus ojos se dirigieron hacia su castaña amiga por inercia y descubrió que ella también lo miraba.
A él jamás le había gustado bailar pero tal vez si lo hacía con ella sería diferente.Al fin y al cabo,Hermione Granger siempre hacia todo bien.
Pero¿Ella aceptaría ir con él?
Solo había una forma de averiguar eso.Así que armándose de valor se dirigió al lugar donde sabía que la encontraría,la biblioteca.
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Allí en medio de la gran biblioteca se encontraba Hermione Granger leyendo un gran libro bajo la atenta mirada del búlgaro, Víctor Krum.
Hermione se sentía incomoda.Y no porque Viktor fuera molesto sino porque simplemente le dificultaba la lectura el saber que había alguien que no le quitaba la vista de encima.
Él se le había acercado unos días atrás en los que ella descubrió que era una persona agradable.
Así que ahí estaban en uno de sus días en los que ambos compartían una agradable lectura silenciosa.
—Herrrmione—habló el búlgaro cuando ella decidió culminar su lectura—ha sido una lecturra estupenda....como tú.
La castaña río nerviosa tratando de relajarse y que él no notara que se había sonrojado.Así que decidió mirar el lugar buscando aire. Algunas personas la miraban asombrados o molestos,después de todo no todos tenían el "placer" de tener a su lado al gran Viktor Krum.Hermione sacudió la cabeza y decidió volver a leer cuando de repente cierta mata pelirroja llamó su atención.
Era Ron.
Hermione sonrió al verlo casi por inercia. Pero él no reía.
Él estaba total y reconociblemente enojado.
Ella quiso hablar decir algo aunque por la distancia sería absurdo pero aún así no importaba,él se había ido.
—Sabes Viktor yo...debo irme—comentó Hermione tratando de guardar rápidamente sus cosas.Debía alcanzarlo y explicarle.
Pero explicarle ¿Qué?
Viktor quiso decir algo,preguntarle el porque de su cambio de humor pero no pudo.
Ella ya se había ido.
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Ronald Weasley caminaba por los pasillos esperando a que alguien se le cruzará para golpearlo.
—¡Ten cuidado comadreja!—soltó Draco molesto empujando al pelirrojo—O ¿que? ¿A parte de pobre eres bruto?
Lo siguiente que se escucho en el lugar fue el puño de Ron.
—¡Ron!—gritó Hermione al ver al rubio en el suelo sangrando y corriendo para agarrar a su amigo antes de que se lanzará nuevamente contra el rubio.
—¡Sueltame!—le gritó el pelirrojo tratando de coger a Draco que se arrastraba en el suelo llamando a Crabble y Goyle.
—¡Ron!¡Basta!Te castigarán ¡Para!
—¿Y a ti que te importa?—le espetó—Anda vete con el pelón odioso de Krum y déjame en paz.
Hermione se detuvo y respiro profundamente.
Draco ya se había ido.Estaban solos.
Caminó hacia la pared donde estaba él y vio como el tenía la mirada perdida.Parecía un niño así,un niño en el cuerpo de un joven.
—Estas sangrando—murmuro sentándose a su lado y cogiéndole suavemente la mano.
El sólo chasqueó la lengua.
—Vete—le dijo otra vez—Seguro te debe estar esperando para seguir viéndote como baboso.
La castaña no pudo contenerse y río haciendo que Ron la mirara y una pequeña sonrisa se asomara en su rostro.
Hermione arrugó el ceño curiosa y Ron supo que iba a formular un de sus "preguntas".
—¿Por qué me buscabas?—inquirió—Ya sabes antes de bueno,antes del incidente.
Ron sintió como sus mejillas se coloraban así que aclaró la garganta.
—Bueno iba a preguntarte algo—murmuro ante los ojos iluminados de la castaña que el no notó—pero bueno ya olvídalo.
—¡No!—cortó Hermione viendo como su esperanza se caía.Si el pensaba preguntar lo que ella pensaba, definitivamente no podía retractarse—Anda—instó—dime,por favor.
—Bueno,yo...—yo...—se armo de valor—¿Quieresircommigoalbaile?—preguntó.
—¿Qué?
—Yo decía que si tú.Si deseas nada más¡Demonios que es jodidamente difícil!—Ronald—cortó la castaña—controla tu boca—Ahora no Herms.En fin,yo quería saber si tu deseabas ir conmigo al baile ¿Te gustaría?
Hermione sonrió y se lanzó encima de él. Haciendo que ambos se sonrojarán.
—¡Claro que me encantaría ir contigo!—gritó eufórica poniéndose más roja para luego tomar conciencia de su actitud—Digo...si. Esta bien—dijo dando una sonrisa tímida.
Ambos se miraron sintiéndose felices importándoles poco si alguien los veía.
Pero había alguien.
Alguien que apretaba el puño y se alejaba furioso.
