Capítulo 6.

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[JunMyeon]

El ver la película pasó a segundo plano en cuanto escuché su risa, quería dejarlo brincar en la cama por horas si con eso podría conseguir continuar escuchándolo reír. No quería que se detuviera nunca, por alguna extraña razón tenía miedo de que si dejaba de reír no volviera a hacerlo jamás, tenía miedo de no volver a escuchar su risa, de vivir un montón de años más siendo privado de aquella exquisita melodía.

—¡Ven JunMyeon! —me llamó entre risas y yo sentí aún más emoción que la primera vez que lo escuché pronunciar mi nombre, sonaba tan especial escapando de sus labios.

Me moría por acercarme a él, por recostarme a su lado, tomarlo de la mano y permitirme a mí mismo el finalmente hundirme en su tan cristalina y provocadora mirada.

Al llegar finalmente a él, acerqué una de mis manos a su rostro para acariciar su mejilla, sabía lo mucho que eso le gustaba y yo quería hacerlo sentir bien.

—Eres tan bonito SeHun. —le dije mientras acariciaba su mejilla y el cerraba los ojos, privándome de tan preciosas gemas— No cierres tus ojos, me gusta verlos, son lo más bello que he visto en toda mi vida.

—JunMyeon también es bonito. —extendió su brazo y acercó una de sus manos a mi rostro, cerré los ojos y acuné mi rostro en su mano— Tampoco cierres los ojos, tus ojos también son bellos ¡son como dos chocolates!

—¿Chocolates? —le pregunté con una enorme sonrisa y el asintió en respuesta— Los tuyos son como dos pequeños zafiros ¿sabes que es un zafiro?

—No. —sacudió la cabecita de un lado a otro e hizo un mohín con sus labios— ¿Me explicas?

Me senté a su lado, sentí frío al instante una vez que la calidez de su mano abandonó mi mejilla. —El zafiro es un como una piedra, pero no cualquier tipo de piedra, sino una muy hermosa y sumamente especial. Es una de las cuatro piedras más importantes y más hermosas en todo el mundo.

—¿En todo el mundo?

—En toooodo el mundo. —le dije utilizando un tono de voz que desconocía que era capaz de salir de mi garganta— Aunque ahora que lo pienso bien, creo que el comparar tus ojos con un zafiro ni si quiera es suficiente, son más preciosos que eso.

No respondió nada, solo me miró fijamente y me sonrió, pero aquello fue suficiente para sacudir mi corazón violentamente.

—SeHun, sé que quieres ver la película, pero honestamente yo ya tengo un poco de sueño. Hoy fue un día muy largo, si de verdad quieres verla la pondré para ti, pero lo más probable es que yo me quede dormido. —le expliqué con voz serena— Así que ¿qué prefieres? ¿ver la película o acostarte aquí conmigo?

—Yo también quiero dormir. —me dijo un tanto emocionado— ¿Dormiremos juntos?

Los androides de Robota tenían la capacidad de "dormir". Justo como las computadoras pueden ponerse en estado de hibernación o en modo suspender, nuestros androides hacían lo mismo, aunque esta función era exclusiva de los Sarang. Una de las cosas más íntimas y románticas que existen es el dormir abrazando a la persona que amas, y tanto mi padre como yo quisimos que todo aquel que decidiera comprar un Sarang pudiera disfrutar de ello.

Me alegró saber que SeHun también tenía esa función, no había pensado en ello hasta ese momento, pero era agradable pensar que podría hacerme compañía por las noches, que me rodearía con sus brazos y yo descansaría mi cabeza en su amplio pecho.

Llevaba tanto tiempo durmiendo solo, la cama me parecía cada vez más grande. Debido a su trabajo JongDae viajaba mucho, y pasábamos mucho tiempo alejados. Comúnmente los lugares en los que filmaba siempre quedaban en el extranjero, por lo tanto, la mayoría de las noches me veía obligado a dormir solo.

Robota | SeHoWhere stories live. Discover now