No Soy Tu Cenicienta

4. Te Odio.

-¡Cenicienta!-gritó Katherine, aún no entiende que no soy cenicienta-. ¡Ven aquí ahora mismo!

-Ugh. ¡Ya voy idiota!

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-Hola-dijo Jase en la puerta.

-Bueno, los dejo solos-dijo ella retirándose a su cuarto talvez para tener más sexo con Derek.

-Hola. ¿Y esas flores?

-Son tuyas, digo son mías, digo para ti-me las entregó más rojo que el traje de flash y la armadura de Iron Man. O más rojo que un tomate. Más rojo que lo rojo.

-Gracias. ¿Cómo supiste dónde vivo?

-Llamé a la casa, el número está en el restaurante y.......contestó Derek, le pregunté por ti y me dijo que aquí era tu casa-Derek siempre tan amable.

-Pasa-lárgate.

-Gracias-te odio. Nos sentamos en un mueble.

-¿Por qué te gusto?-solté de pronto.

-Eres linda, tienes buen cuerpo, sabes defenderte, eres ruda pero también tierna, eres insensible pero sensible, eres tímida y atrevida, ¿acaso eres Géminis? -asentí-, lo sabía. Pero, con estas flores no vine a hablar de eso. Vine a pedirte perdón, he sido un pesado. Ya no lo seré más. En fin, ¿ahora saldrás conmigo?-lo levanté del mueble, lo arrastré hasta la puerta y lo boté.

-Ugh-cerré la puerta en su cara y subí las escaleras cuando me encontré a alguien en el pasillo.........

-Hola, siempre con uno nuevo, ¿qué pasó con West?, ¿acaso no te gustaba?

-No me gusta West y tampoco me ha gustado y él que estaba ahí era Jase. Un pesado al que le diste la dirección de la casa. Ahora sabe donde encontrarme. Muchas gracias eh.

-De nada. Pienso que tú y Jase harían linda pareja. Tú le das en la noche y eso es todo. Una relación basada en sexo.

-¿Como la tuya?

-Mi relación no es sólo de sexo.

-Sí lo es. No la amas Derek. Sólo la quieres como un juguete, un juguete que utilizas todas las noches.

-¡No me masturbo!

-Sí, claro. Creo que también ves porno.

-No es cierto.

-Sí, sí lo es.

-Tú eres la pervertida de mierda al pensar eso. Creo que tú te masturbas y ves porno.

-No, qué asco. No soy como tú.

-Sí, sí lo eres.

-Ugh. Sólo cállate y no te metas en mi vida-lo aparté de mi camino y subí las otras escaleras que llevaban al ático.

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-¡Ugh! ¡Lo odio! ¡Es un insoportable! ¡Maldito desgraciado!

-Tranquila, dañarás esa almohada y ella no hizo nada, eh-dijo Derek en la puerta, ¿no sabe tocar? Me refiero a la puerta, pinches pervertidos calientes.

-¿Hablando de mí? , como no tienes amigas le hablas a la almohada, ¿cierto? , te quedarás sola por siempre por tu carácter.

-¿Y? Me importa un bledo quedarme sola. No necesito a nadie.

-Me necesitas a mí. ¿Quién te ayudó a subir las escaleras? ¿Quién redujo tus horas de trabajo? ¿Quién te ayuda con tu relación de 2 hombres?

-No tengo una relación.

-¿Y West y Jase?

-Son amigos. No te pongas celoso.