el despertar del demonio

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 "Así como el gusano roe el capullo más precoz antes de abrirse, así el amor trastorna la inteligencia joven y apasionada."  William Shakespeare

En la ultima lagrima que fue seducida por el dolor, depositada por aquel ser que fue atado a un destino sellador, que en sus últimos minutos de existencia fue torturado sin consciencia alguna y que poco a poco se fue convirtiendo en un cuadro de cinismo fue tal vez, la picardía, la amargura, que irrumpió en la alma histérica e ingrata de Alice Saymour que le hizo intuir que debía emprender su huida, porque ya no soportaría sentir el dolor ajeno que aquella horrenda fraternidad de brujas la obligaba a sentir.                                      

- Alice, Alice-replico la voz senil y maldita de Amelia Darwin - no silencies nunca el juramento con tus pensamientos mediocres.

Alice miro con sus ojos profundos e hipnotizadores a Amelia y con un gesto de amargura pero con una voz de placer comenzó a recitar tal juramento junto con sus hermanas de aquel abismal:

-Susurro de una mente singular que os nos tienes prisionera de tu alma ingrata, haz la ablución de la sangre de nuestros cuerpos, añora nuestras almas en las noches trágicas, haz que este ser muerto seducido por nosotras no caiga en la depresión del infierno si no que vuele hacia al trono mas alto  y si alguna vez alguna de una de nosotras escapa con un fantasma de la perdición haz la justicia de nuestros corazones..

Cuando la más arrogante voz termino de declamar tal juramento que era el misterioso sufrimiento de Amelia Darwin, solo quedo un silencio agridulce golpeado por el penetrante viento de la noche, el intoxicante cuerpo de Amelia se desvaneció poco a poco, junto con con los cuerpos repugnantes de Judit Argotte y Renata Ehahart, las demás se quedaron para presenciar la luz de la enigmática luna que irradiaban por todo el lugar, con excepción de Alice Saymour que con ojos húmedos se dirigió a la casa de la fraternidad.

Al entrar en la escalofriante y vieja casa, todos sus sentimientos se despertaron y la agonía de los recuerdos mas profundos de su corazón se apoderaron tan intensamente de ella, que un exceso de mariposas hechizadas por un suspiro de amor penetro en su alma tan lucidamente, que hicieron que una abundancia de lagrimas se deslizaran lentamente por sus delicadas mejillas, y que la ironía se contemplara en su silencio, haciendo que Alice se desmayara y quedara en la putrefacción de los los recuerdos mas temibles.

Cuando desperto al día siguiente una áspera y fría noche se contemplo en sus ojos oscuros y fue a visitar a sus padres, en aquel lugar oscuro donde solo se siente los gritos de los espíritus, el cementerio, cuando llego allí deambulando como un demonio hasta que llego a la tumba de sus padres  donde todos sus miedos más profundos se liberaron de su sombría alma, haciendo que cayeran pequeñas gotas de lagrimas por su mejilla hasta que ella sintiera una mirada poderosa una presencia que yacía en el dolor, se giró y observo a un joven apuesto de piel pálida, cabello oscuro y ojos azul intenso.

Alice sintió un calor tan poderoso por todo su cuerpo cuando sus miradas se encontraron en medio de la tenebrosa oscuridad, el lentamente se acerco a ella y fue entonces donde miro aquellos rizos rubios y la labios rojo vehemente; el la miro fijamente a sus ojos húmedos le acaricio su rostro con una fluidez tan apasionada y le dio un beso intenso, un beso de muerte, que ambos sintieron que sus venas se quemaban, pero cuando sus manos se entrelazaran por unos segundos el frió se apodero de ellos haciendo que ambos se marcharan.

Esa noche la oscuridad de las sombras mas dolorosas que habitaban en el corazón de Alice se desvanecieron simplemente con un rosar de labios agridulces los pensamientos mas mediocres empezaron a comunicarse entre si; jamás nadie la habían besado, jamás había sentido tanta pasión por alguien, estaría cayendo en el abismo de la perdición!, sus labios amargos y fríos se incendiaron de la excitación de su cuerpo. Esa noche Alice Saymour desperto el demonio mas intenso que alguien pueda despertar el AMOR.

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