Capítulo 4

348 13 0
                                    

Elena's POV:

Cuando bajamos del tren (después de ponernos las túnicas negras), seguimos al profesor Hagrid hacia unas barcas, y a la luz de la luna, cruzamos un lago enorme y oscuro. Desde allí, vimos el colegio por primera vez. Era un castillo majestuoso, y eso que era de noche y no se veía bien. Y por dentro... Al ver el gigantesco portón que daba al Gran Comedor, el mejor lugar en el que había estado en mi vida, había estado a punto de derretirme. Cuatro mesas de madera rectangulares y alargadas se componían de manchas negras, y en cada mesa las manchas se mezclaban con un color diferente. Eran los otros alumnos. Y esa cantidad de comida que veíamos en las mesas nos hacía querer comer hasta no poder más. Al final de la sala, había una mesa colocada horizontalmente, donde se sentaban los profesores. En el centro, había una silla más alta que las demás en las que se sentaba una mujer mayor, con los ojos muy saltones y unos anteojos en la punta de la nariz. Ella se encontraba mirando hacia el techo, así que hicimos lo mismo. El techo era como el cielo que habíamos dejado fuera del castillo, y unas velas flotaban allí, a su vez.

-Soy Minerva McGonagall, la directora de Hogwarts. Primero, recordaremos uno de los mayores acontecimientos aquí sucedidos, continuaremos con la selección, y después, cenaremos.

>> Bien, todos conocemos a Lord Voldemort, el poderoso y malvado mago que quería acabar con todo aquel que no fuese sangre pura. Él encontró un único enemigo, Harry Potter, quien le derrotó y mató aquí mismo, en Hogwarts, donde se formó una gran batalla en la que perdimos a amigos y familiares. Pero quería comunicaros que el bien siempre es más fuerte, que Merlín está del lado de aquellos de buen corazón.

Todos nos quedamos callados, nadie hizo ningún comentario... Salvo unas cuantas voces que gritaron "¡Ese es nuestro tío! ". Así que sus sobrinos estaban allí, los de Harry Potter, aquello iba a ser interesante.

La directora se levantó y sostuvo en alto un sombrero, que soltó en un taburete. Se llamaba "El Sombrero Seleccionador". El sombrero comenzó a cantar, y entornando los ojos pude divisar una especie de cara. Su canción decía así:

Cuatro líderes y amigos
Quisieron dar hogar
A aquellos magos perdidos
Que por el mundo rondaban

Godric Gryffindor ideó una casa
Para los valientes y fuertes de corazón

Salazar Slytherin originó una casa
Para aquellos que ansiaban el poder

Rowena Ravenclaw inventó una casa
Para que se desarrollara la imaginación

Helga Hufflepuff hizo una casa
Para aquellos fieles hasta sin querer

Damos una nueva oportunidad
Para reinventar su camino
A aquellos que se desviaron
Y se crearon enemigos

La directora desenrolló entonces un largo pergamino, y comenzó a llamar a niños. Llamaron a Alicia la primera. Ella se acercó y se sentó en el taburete, donde la directora le puso el sombrero. Él empezó a decir "Veo valentía, y también lealtad e inteligencia... Veamos... ¡Gryffindor!". La mesa del extremo derecho empezó a aplaudir con fuerza y a silbar, y ella se sentó con ellos, no sin antes lanzarme una mirada. Pasaron unas cuantas personas antes de mí, y por fin me llamaron.

-Eres muy inteligente, y ambiciosa. Veo algo de valentía, pero yo me decantaría por la zona de mi derecha... Es difícil decidir, tienes potencial, aunque quizá te falta algo de seguridad que te impediría el éxito... ¡Ravenclaw!

La mesa de en medio a la derecha, la anterior izquierda (es que estaba al revés ahora), se puso en pie y comenzó a aplaudir, pues era la primera que iba a sentarme allí.

Las Agujas del RelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora