Capítulo 6

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Elena's POV:

Para mi sorpresa, me aceptaron en el coro, para el cual, al igual que en Quidditch, te hacían unas pruebas. Con el paso del tiempo encontré la lechucería, y empecé a escribir cartas a mis padres. Aprendí a no pensar en Alicia a todas horas, y a centrarme en mis deberes y mis estudios. Me leí unos libros sobre Harry Potter escritos por una tal "J.K.Rowling", y quedé fascinada con sus aventuras. Empecé a visitar lugares del colegio que mencionaban en los libros y conocí a Myrtle la llorona. Empecé a identificar a los hijos de algunas personas que aparecían, y me quedé fascinada al descubrir allí que Neville Longbottom era tan importante como decía, que el profesor Finnigan y el profesor Thomas parecían tener un tema del que yo no quería saber nada, y que el profesor MacMillan también aparecía muchas veces.

Desde entonces, lo miraba todo con otros ojos. Todo era aún más mágico, y de alguna forma, más real. El castillo cobró vida para mí, y a veces iba a visitar a Hagrid, me iba a cantar con la señora Gorda, apoyaba a Ravenclaw en los partidos de Quidditch, visitaba la biblioteca, me iba a tomar el té con la señora Pomfrey, a jugar con el Calamar Gigante o a ayudar a los elfos domésticos en la cocina. Alicia me acompañaba en todas mis excursiones, escuchando mis versiones de las historias con interés, por lo que yo le estaba muy agradecida.

Y hasta la mañana del veintinueve de octubre, justo dos días antes que la cena de Halloween, no tuve ningún problema. Bueno, siempre estaban aquellos que creían que estaba loca por las cosas que hacía, pero yo siempre me lo tomaba como Luna Lovegood e ignoraba aquellas palabras indeseadas. Pero ese problema... Era una nota, una nota en la que ponía:

"Sé qué es lo que haces sin varita, lo he visto. Qué pena daría que te expulsaran porque se lo contara a McGonagall. FWII"

Yo no conocía a nadie con esas iniciales, y eso me aterraba. Podría ser cualquiera. Lo comenté con Alicia, y ella me dijo que pasara de la nota, que era absurda. Por eso, cuando aquella tarde estábamos sentadas en su sala común y me llegó volando un trozo de papel (lamentablemente no pudimos ver a nadie), entré en pánico, y casi hice arder la nota sin leerla.

"Qué cerca que estoy de ti ahora, estaría bien gastarte una broma de esas que ríe todo el mundo. ¿Por qué dejas que se rían de ti? Bueno, ya sé que todos me apoyarían para echarte de aquí. FWII"

Entonces, me puse a llorar. No sé ni cuánto tiempo lo hice ni cuántas personas me vieron, pero sí sé que me quedé seca, lloré hasta el último rastro de líquido de mi cuerpo. No me importaban los comentarios así desde que conocí a Alicia. Pero vaya si no me gustaba que insinuaran que todos me odiaban, o que nadie me apreciaba. No sé quién era FWII, pero yo lo quería odiar con toda la fuerza de mi alma. Pero yo nunca había odiado a nadie, y era difícil.

Esa noche salí de la torre de Ravenclaw, sin importarme las normas. Sabía que un Gryffindor me estaba amenazando, y eso no me permitía dormir, así que me dirigí al Lago Negro. Bajé las escaleras sin problemas, puesto que no cambiaron de dirección, y aunque escuché pasos a mi izquierda una vez, no tuve complicaciones. Nadie me vio en mi camino, y una vez allí, me dejé caer en la orilla. Volví a llorar, lamentando que nada fuese como yo lo hubiese querido, que no tuviese tantos amigos, que no estuviese con Alicia. Todas esas cosas que me fastidiaban. Pero no podía dejar que lo hicieran. Me sequé con la manga del pijama las lágrimas, y lancé una piedra al agua.

Unos cuatro tentáculos enormes salieron a la superficie. Yo levanté mis brazos y dejé que me rodearan de cintura para abajo. Entonces, di un salto y ellos me sostuvieron sobre el lago, mientras yo respiraba el frío aire de la noche. Yo acostumbraba a reírme cuando me levantaba así, por lo que me bajó, apretó delicadamente mi mano con uno de sus resbaladizos tentáculos y se sumergió en las profundidades.

Toda mi tristeza se volvió rabia. Yo no había hecho nada a nadie, ¿por qué tenían que amenazarme? A la gente le aterrorizan los cambios, y las personas diferentes pueden generarlos. Lancé unas hojas al aire, sin dejar que cayeran. Las subí muy alto, y las hice arder. Empecé a hacerlas danzar, pero el fuego acabó por consumirlas, por lo que me encontré levitando cenizas. Las tiré a unos arbustos, y escuché que algo se removía allí. Sería un ratón, o algo por el estilo. Inspiré hondo, y expiré lentamente. Volví a lanzar unas hojas, pero esa vez dejé que cayeran sobre mí mientras daba una vuelta, y después observé el reflejo de la luna en el lago.

Volví a la Torre de Ravenclaw y me quedé dormida en el sofá. Soñé que conocía a FWII, y que entendía que yo no hacía nada malo. Fue bonito y tranquilizador, porque nos hicimos amigos. Aunque no pude ponerle cara, era una especie de sombra. Ojalá eso fuese una premonición, puesto que solucionaría todos mis problemas, bueno, el más grave de ellos. Eso estaba bastante bien.

Pero al día siguiente no me libré de la nota. Esa vez solamente ponía sus iniciales, como si fuese un aviso o algo así. Ya estaba cansada de esas tonterías que tenía FWII, ¿no podía dejarme en paz? Podía hablar con algún profesor, para hacerle saber que me amenazaban, pero si no sabía quién, tendrían que preguntarlo. Y entonces, FWII contaría lo que yo hacía. Tras mucho pensar, tomé una decisión: hablar con Neville, es decir, con el profesor Longbottom. Él ya sabía lo que yo hacía, estaba segura, y además, ¡era Neville! Era comprensivo y amable. Lo dije delante de toda la clase, para que el Gryffindor lo escuchara.

-Profesor, ¿puedo hablar con usted?

-¿Tiene que ser ahora? Estamos en mitad de la lección...

-¡Pero tiene que ser ahora! -insistí-. ¡Es importante! ¡Alguien me está mandando amenazas! -una voz masculina tosió.

-¿Amenazas? ¿Quién? -preguntó, visiblemente preocupado.

-Sé que es un Gryffindor, y que sus iniciales son FWII, nada más. Pero quiere que me expulsen, dice que sabe cosas sobre mí que puede contar a la directora y...

-Señorita Bellamy, no se preocupe, nadie va a hacerle daño, ni a perjudicarla siquiera. ¡Esto tiene que acabar! -sentenció.

Y volvimos al tema de las plantas.

Las Agujas del RelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora