Capítulo 5: "Quiero volver"

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Ya había pasado una semana desde que Gokú y Milk se conocieron. El joven de cabello alborotado desde que la bella jovencita pelinegra había vuelto a la ciudad estaba sumido en una profunda tristeza, que no pasó desapercibida por su madre que había ido a visitarlos como hacía cada quincena de cada mes.

¿Qué te pasa cielo?, decía dulcemente su madre al ver el rostro de tristeza del joven de cabello alborotado.

Mamá, ¿cómo es el amor?, pregunto sonrojándose y con timidez el joven de cabello alborotado dejando sorprendida a su madre.

¿El amor?, dijo su madre mirándolo tiernamente.

Si, mamá, ¿qué se siente cuando estas enamorado?, dijo Gokú con timidez.

¿Por qué quieres saberlo hijo?, dijo su madre.

Hace unos días un grupo de jóvenes vino por aquí y ....., decía el joven de cabello alborotado con nerviosismo, siendo interrumpido por su madre.

Dieron con la cabaña, dijo la mujer preocupada.

No, mamá, dijo Gokú.

Qué bueno hijo, ya sabes que nadie puede saber que vives acá ni relacionarte con el simio que causo tanta destrucción hace 7 años dijo Gine.

Lo sé, dijo Gokú con tristeza.

Gine miró a su hijo con dulzura y le dijo: ¿En ese grupo de excursionistas hubo alguna niña que llamo tú atención?.

Sí, mamá, no puedo dejar de pensar en ella, dijo Gokú sonrojándose.

¿Cómo la conociste?, dijo Gine.

Gokú le comento a su madre como conoció a Milk, lo que le dijo para que ella no supiera que era el simio que la asusto e incluso apenado le conto que con ella había experimentado su primer beso.

Es muy lindo todo lo que me cuentas y qué bueno que esa chica no se haya dado cuenta que eras tú eres el simio, hijo, dijo Gine con tristeza.

Mamá, estoy enfermo, ¿porque no dejo de pensar en ella?, dijo Gokú.

Gine sonrió dulcemente y le dijo: No hijo, ¡estas enamorado¡.

¿Y cómo se llama la niña?, dijo Gine.

Milk, mamá, se llama Milk, dijo Gokú sonriendo.

¿Quieres volver a verla?, ¿verdad?, dijo Gine sonriendo mirando con ternura a su hijo.

Si mamá, quiero volver a la ciudad, ella vive en la capital, dónde vives tú con papá. Mamá podrías hablar con papa para que me deje volver a la ciudad, prometo ser cuidadoso, esta vez tendré más cuidado, decía Gokú tomando las manos de su madre.

Mi niño, nunca pensé que llegaría a verte enamorado, hablare con tú padre le suplicare que deje volver, dijo Gine acariciando el rostro del joven de cabello alborotado.

¡Gracias mamita¡ dijo Gokú sonriendo.

Ciudad:

Una bella jovencita pelinegra caminaba en su lujosa habitación mientras pensaba: ya ha pasado una semana, ya estoy por empezar mis clases, quiero volverte a ver Gokú, ojala y cumplas tu promesa, porque mi corazón ya te pertenece y no pienso dárselo a nadie más que no seas tú.

En eso el timbre de su lujoso departamento sonó, la pelinegra fue a abrir y se encontró con sus dos amigas.

¿Lista Milk?, dijo la rubia.

Si vamos de compras, dijo la pelinegra saliendo de su departamento junto a sus amigas.

Tenemos que comprar mucha ropa linda para causar envidia en la universidad, dijo la peli azul.

Hay chicas ustedes y sus cosas, dijo la pelinegra sonriendo.

Paoz:

Mamita cuídate, habla con papá, decía Gokú abrazando a su madre.

Lo haré hijo, hoy lo convenceré para que mañana vengamos por ti, dijo Gine.

Horas después: "Ciudad"

Un hombre maduro de cabello alborotado se encontraba leyendo un periódico mientras estaba sentado en un lujoso mueble.

Ya llegue, cariño, decía Gine entrando con una gran sonrisa en el rostro.

¿Cómo está?, dijo Bardock.

Triste cariño, dijo Gine.

¿Triste, por qué?, si tiene todo a pesar de estar lejos de nosotros dijo Bardock.

Pero no tiene nuestra protección, dijo Gine.

Mujer ya hemos hablado de eso, no quiero exponerlo, dijo Bardock.

Cariño, tenemos qué hablar es un asunto muy delicado, dijo Gine sentándose frente a su esposo.

¿Qué sucede?, dijo Bardock, preocupado.

Es Gokú, dijo Gine.

Si, ya me dijiste que esta triste, pero no podemos hacer nada mujer, qué quiere, si gusta le doy un celular para que se comunique todos los días contigo aunque no creo que la señal entre, dijo Bardock.

Quiere volver a la ciudad, quiere estudiar una carrera como un joven normal de su edad, dijo Gine.

Hablare con un amigo mío que es profesor en una universidad haber si me consiguen un cupo para que estudie a distancia una carrera, dijo Bardock.

No Bardock, mi niño no quiere eso, el quiere tratar con gente de su edad, es joven, entiéndelo, dijo Gine.

Mujer sería arriesgarlo, dijo Bardock con tristeza.

El está enamorado, dijo Gine.

¿Quéeeeeeeee?, eso es imposible, dijo Bardock alarmado.

Pues no lo es, dijo Gine contándole todo lo que Gokú le comento.

No lo puedo creer, dijo Bardock.

Pues paso, nuestro hijo se ha vuelto un jovencito muy atractivo y según lo que me dijo la niña que robo su corazón es muy bella, dijo Gine sonriendo.

¿Te das cuenta del problema?, dijo Bardock.

¿Qué problema?, nuestro hijo tiene derecho a amar y ser amado, dijo Gine.

Qué pasara cuando esa chica sepa la verdad, crees que seguirá amándolo, lo repudiara y nuestro hijo sufrirá, dijo Bardock.

Cariño y qué tal si no es así, dijo Gine.

No Gine, con mucha más razón Gokú se quedará allí, dijo Bardock.

Bardock, ¡por favor¡ dejemos que nuestro hijo intente ser feliz, sino lo consigue nosotros estaremos allí para apoyarlo, además el me dijo que esta vez será más cuidadoso, una semana antes de la luna llena se ira de la ciudad, volverá a Paoz, para no causar problemas, dijo Gine.

No losé mujer, dijo Bardock.

Dejemos que nuestro hijo, conozca el amor, dijo Gine abrazando a su esposo.

Paoz:

Un jovencito de cabello alborotado caminaba hacia la ventana de su habitación:

Quiero volver, ojala y mamá convenza a papá, necesito volver a verte Milk, ¡te extraño¡ pensaba Gokú mirando el bello anochecer de Paoz.

HECHIZO DE LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora