El fin

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Una chica del mar... Un biólogo marino... Así es como comienza nuestra dulce y desgarradora historia...

Hace mucho tiempo, un chico iba caminando muy cerca de una playa con una compañera de trabajo y oceanógrafa, charlando sobre las aguas y el calentamiento global. La compañera de trabajo le ofreció navegar un día por el océano para investigar la biodiversidad. El muchacho, quien era un biólogo marino, aceptó y se separó de su compañera para dirigirse a su casa.

A la mañana siguiente se marchó rápidamente dirigiéndose hacia el muelle para reunirse con su compañera de trabajo y navegar por el océano.
Estaba emocionado, no podía explicarlo. Lo que más le fascinaba a él era el mar. No podía evitarlo; siempre había soñado explorar el mar y encontrar cosas maravillosas.

-¿Está listo?- preguntó su compañera justo antes de partir.

-Por supuesto - respondió el muchacho entusiasmado.

-Entonces vámonos ya - exclamo para luego encender el bote.

Iniciaron el viaje hacia el Océano Pacífico dando la vuelta por toda América del Norte. El entusiasmo se fue incrementando poco a poco ya que se iban acercando a su destino final.

El muchacho se vistió con su traje de buzo, al igual que la oceanógrafa, y nadaron por debajo del bote para ir más a fondo. Se impulsaron por el bote hacia abajo y comenzaron a bucear.

Bucearon por debajo de las ballenas y cardúmenes. Estaban emocionados, extasiados y contentos. Ambos habían esperado nadar por muchos días; por fin ese día lo hicieron. Pero el muchacho estaba aún mas alegre que la oceanógrafa, ya que él estaba esperando por ese momento durante toda su vida.

Luego de unas 2 horas de buceo, comenzaron a examinar muestras tomadas en el lecho marino y a registrar animales marinos. Después de unas 3 horas más, estaban listos para irse, pero al tratar de encender el bote este no encendía. Intentaron todo pero no pudieron encenderlo ni pedir una ayuda por radio. ¿Qué podría ser?.

Todos estaban asustados, nadie creía lo que había pasado. De repente, una inmensa ola los derribó y luego de recuperarse una enorme tormenta los emboscó, causando que los libros se perdieran y las muestras se hundieran en el fondo del mar, excepto una gran caracola que el muchacho sostenía con fuerza. Fue tan repentina, fuerte y enorme la tormenta que destruyó el bote y los hundió, ahogando al capitán y al salvavidas. La oceanógrafa estaba junto al muchacho abrazándolo con muchísima fuerza, mientras el sostenía su caracola y un barandal de una parte del bote que había quedado a flote; pero no iba a durar mucho tiempo a flote.

La oceanógrafa al ver que ese barandal no duraría mucho tiempo a flote y ambos se ahogarían, ella soltó al muchacho y lo empujó para que llegara más lejos, aunque sabía que eso no ayudaría de mucho. Esta se ahogó y el muchacho triste y aterrorizado lo único que pudo hacer era gritar su nombre y luego pedir ayuda a Dios. Sin embargo, era demasiado tarde para regresar a casa y él sabía que en cualquier momento se ahogaría y moriría junto a esa bellísima caracola rosada con una perla celeste brillante en su interior. Él quería regalarle eso a su madre para que ella supiera de su aventura y de su valentía y del como sus estudios lo llevaron a realizar una parte importantísima de su vida para cumplir sus sueños. Pero eso no importaba ya, él iba a morir y no podía regalarle esa caracola a su madre.

Su padre le había dicho desde un principio que estudiar esa carrera y seguir ese sueño era sumamente arriesgado, pero no sería un verdadero sueño si no fuera un reto, ¿verdad?.

Sus hermanas... Seguro llorarían por él, tal vez la más grande no, pero si su más querida hermanita menor Juli. Sus padres también llorarían por él, inclusos sus primos y abuelos... Tal vez solo por un momento... Alguien lloraría por su muerte.

Él sabía que su familia cercana lo amaba, pero su familia lejana no mucho. Solamente podía decir que sus abuelos lo amaban. Sin embargo, él deseaba tener su propia familia. Que lo amara una esposa fiel y sus hijos. Pero ahora moriría con tan solo 19 años.

A pesar de lo mucho que quería seguir viviendo él no le temía a la muerte. Pero aún siendo joven quería tener su propia familia y deseaba mucho cumplir sus arriesgados sueños sin obstáculos difíciles de superar.

Aún sabiendo que estaba en el límite de la vida y el comienzo de la muerte, razonó todo esto y soltó su caracola. Después se soltó el mismo para luego hundirse en ese profundo abismo de oscuridad donde se encontraban sus sueños y sentimientos.

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NOTA:

Que ironía el titulo, ¿no? Jajajajaja, es que la historia comienza con "el fin" de la vida del muchacho.

Bueno, espero que hayan disfrutado el primer capítulo.

¡Denle a la estrellita si les gustó!

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