¿¡Me gusta!?

12 1 0
                                    

Era ya de mañana y Leia se había despertado temprano. Por no ver a Len en su cama pensó que este ya había salido a trabajar, así se bajó.

-Vaya, te levantaste muy temprano hoy.

Leia brincó del susto, eso la tomó por sorpresa. Allí estaba Len, sentado en la mesa tomando café, parecía estar recién levantado también. Mildred servía el desayuno. Leia tragó un poco de saliva y luego fue a sentarse junto a él. No podía sentirse más incómoda. Bajó la mirada, mientras menos contacto visual, mejor.

-¿A habías ido antier? - dijo con un tono molesto.

-A... Ningún lado... - ya hasta estaba sudando de los nervios.

-¿Dónde pasaste la noche? - la miró furioso pero con calma.

-¿En la calle? - respondió ella.

Mildred le pidió a Len que se calmara.

-¿A dónde fuiste antier? ¡Dímelo, ya! - le gritó.

-¡A ningún lado! - no volteaba a verlo.

-¿¡Crees que soy idiota!?

-(Un poco tal vez)

-¡Estuvimos todo el día buscándote! ¡Te dije que no te fueras demasiado lejos! ¿Por qué lo hiciste?

-No te lo puedo decir - ahora si volteo a verlo, con una mirada firme.

Len solamente se quedó callado, aún enojado salió a trabajar y Mildred se quedó hablando con Leia.

-¿Qué fue lo que pasó señorita?

-Mildred, yo... No puedo decirlo, de verdad. Las sirenas tienen secretos tan profundos y peligrosos que un humano no los entendería y no sólo eso, sino que también me pondría en peligro a mi... Y a él.

Mildred solo la miró fijamente y no preguntó nada más. Leia pidió salir de nuevo y Mildred se lo permitió pero debía prometer que llegaría temprano y eso hizo.

Suspira - Aahh, ¡Qué bella mañana! - decía con una enorme sonrisa.

Las flores brotaron y se veían preciosas. Los restaurantes y panaderías olían de maravilla. Las aves cantaban al compás de su alegría. Todo era perfecto. Excepto... Que había peleado con Len esta mañana y no se había disculpado. Sintiéndose culpable, corrió hacia el trabajo de Len para disculparse. Pero cuando llegó, su jefe no dejó que ella lo viera. Así que no tuvo más opción que sumergirse en el agua y esperar a que él la viera.

Nadó hasta ver un bote no muy lejos de ella. Se acercó y vio un gancho con carne colgando.

-(¿Qué es eso?...mmm, que delicioso huele... Le daré sólo una probadita... Sólo una...) -abrió la boca para comérselo pero una trucha se lo comió primero - ¡Oye, eso era mío! - pero se dio cuenta de que el pez no estaba disfrutando, estaba sangrando, el gancho le había perforado y estaba enganchado a sus agallas. Leia se asustó, ella no quería estar así. Quiso ayudar al pez pero lo subieron con mucha rapidez y cuando iba a subir escuchó voces -(¡Len!)

Se asomó con cuidado y si, allí estaba él.

-Len, Len - susurró - Len - le echa agua.

Len sintió el agua y volteó, pero se llevó una gran sorpresa - ¡Leia! - gritó.

-¿"Leia"? ¿Qué es eso? - dijo "Red"

Deep Sea GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora