¡Por fin una cómoda habitación!

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-¡Al fin estamos en Denver! - exclamó con una sensación de alivio y emoción.

-Sí... - dijo Leia no con mucha emoción ya que no le importaba mucho.

-Bien, ahora que hemos llegado debemos encontrar un buen y barato hotel o al menos una posada.

-¿Qué es mejor? - preguntó Leia para encontrar una solución.

-Mmm... Bueno, si te refieres a la comodidad es mejor el hotel, en mi opinión. Pero si hablas del costo es mejor una posada. Ahh... Supongo que deberíamos quedarnos en una posada - dijo un poco desanimado.

-Si crees que es lo mejor está bien.

-Si... ¡Aunque hay posadas que son de lo mejor! - trató de volver a animarse.

Caminaron un largo rato preguntando a la gente donde habría una posada cercana, pero Len añadía a sus preguntas si era cómoda. A pesar de ello no pudieron encontrar nada. Así que, como había anochecido, se sentaron en unas bancas públicas cerca de una fuente.

Len suspiró cansado - ¡No pudimos encontrar nada!, ¡Otra vez dormiremos en el suelo y con frío! - se quejó.

-No es tan malo - respondió para tratar de aliviarlo.

-¿¡Qué no es tan malo!? ¿¡Qué no es tan malo!? - gritó harto.

- Ay ostras...

-¡Llevo durmiendo al intemperie 2 semanas y media!

-Pero estuvimos 6 días durmiendo en un auto.

-¡Sólo tú dormiste en el auto!, Además ¿¡Qué pasa con los otros 12 días!?

-B-bueno, no fue tan malo dormir al intemperie - trata de calmarlo.

-¿A si? ¡Dime que tiene de bueno!

-P-pues - se pone nerviosa - me gustó mucho porque pude dormir al lado de Len durante 12 días y fue muy cómodo y lindo y fantástico. Además de que cada noche podía ver las estrellas junto a Len y me aliviaba para poder dormir muy bien - se expresó sin ningún tipo de complicación -¿Tú no piensas igual?.

-B-bueno... - se puso nervioso y se sonrojó a causa de las palabras que había dicho Leia y por esa razón tartamudeaba.

Sin embargo ella sonrió gentilmente y no le vio importancia. Al fin Len se había calmado y parecía estar dispuesto a volver a dormir al intemperie, pero sucedió algo inesperado.

-Buenas noches jóvenes - les habló una señora que venía pasando.

-Oh, buenas noches señora - dijo Len con educación y le besó la mano.

-¡Oh! ¡Pero que jovencito tan educado! - sonrió la señora.

-¿Qué se le ofrece? - preguntó con respeto.

-Escuché de unas mujeres de mi edad que ustedes estaban buscando un lugar para quedarse, así que vine a ofrecerles mi posada.

-¿Usted es dueña de una posada? - intervino Leia.

-Claro que sí - le respondió con amabilidad.

-Bueno, no lo se... - miró a Leia para ver si esta quería dormir allí o al intemperie.

-¡Aceptamos con gusto! - le sonrió Leia con gusto.

La señora los guió a una posada muy cerca del lugar que Len había visto pero que la ignoró por completo por causa de su apariencia, ya que quería una posada más limpia. Pero se sorprendió por completo al verla por dentro, era muy limpia, ordenada, bella y lujosa. El suelo era de madera al igual que el resto de la cabaña pero no cualquier madera, era Caoba. Pero el suelo de las habitaciones era de madera de Bambú, aún así se veía muy lujoso pero a la vez simple. ¡Incluso tenía piscina!.

Deep Sea GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora