El paseo

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-¡Buenos días!

Len aún dormía.

-Dije...¡buenos días!

-¡Aahhh! - se paró del susto.

-Hooolaaa, ¡Buenos días!

-Buenos días. ¿Qué te pareció la fiesta de ayer? - decía en un bostezo.

-¡Me encantó! ¡Adoraría llevar un vestido como ese!

-(Después de todo si quería tener una boda) ¡Me alegro que te haya gustado! - dijo con una sonrisa

Ambos bajaron hacia la sala: Leia súper alegre y Len demasiado cansado pero feliz.

-Buen día señora Mildred.

-Buen día, joven Len, ¿hoy vuelve a trabajar?.

-Sí.

-¡Hola, Mildred! - se abalanzó sobre Len.

-Jejeje, buenos días, señorita Leia.

Len se fue a trabajar y Leia salió a "dar un paseo"

Leia caminaba por la plaza central viendo las tiendas y todo lo que había a su alrededor. Le encantaban los dulces de esas tiendas extrañas pero divertidas; también le gustaba  ver los vestidos y otros accesorios; le encantaba ver a los niños bailar y a los hombres cantar por las calles lo único que no le gustaba era que ellos estaban en la pobreza, por eso les regaló un poco de dinero a cada uno y disfrutó de su actuación. Siguió admirando cada parte del pueblo y cada vez le parecía más y más maravilloso.

Llegó al trabajo de Len. Lo saludó y éste se sorprendió en extremo por su visita repentina.

-¡Leia! ¿Qué estás haciendo aquí?

-Solo vine a saludarte. Estoy dando un paseo.

-Ahh, ya veo. ¿Qué te ha parecido el lugar por ahora?

-¡Súper, me encanta!... Pero...

-¿"Pero"?

-Me debo ir ya ¿No hay inconveniente en que me vaya ahora?

-Emm no, pero ¿A dónde vas con tanta prisa?

-Es que quiero seguir viendo más y más.

-Mmm... Bueno, está bien. Solo no te vayas muy lejos, podrías perderte.

-Sí, lo sé. Adiós.

-¡Adiós!

Leia se fue inmediatamente y partió a la playa más cercana que no estuviera al alcance de Len. Tuvo que irse muy lejos para encontrar una pero al fin la pudo encontrar. Sin embargo, ya estaba por anochecer y en cualquier momento llegaría Len a la casa y se preocuparía. Debía hacer lo que iba a hacer rápido.

-Aaahh - comienza a cantar...

Mientras cantaba las aguas se revolvían delicadamente a su alrededor, el viento soplaba mucho pero suavemente, las estrellas brillaban como enormes luceros en el cielo... Todo era tan pacífico y tan armonioso... De pronto, su ojos comenzaron a brillar, al igual que una gran parte del mar.

Ella parecía sufrir, pero también se veía tan tranquila y calmada. Luego, se alegraba y sonreía pero a la vez parecía que algo le estaba doliendo.
Algo parecía consumirla por dentro con cautela. Sin embargo, ella se mantenía firme y concentrada y calmada.

Deep Sea GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora