El Super Hombre.

Se dirigía a su hogar después de un detestable día de clases, no odiaba aprender si no ver como sus compañeros no comprendían una clase tan sencilla, debido a eso la maestra repetía infinidad de veces lo mismo y resultaba molesto.

Se escucharon unos pasos acelerados atrás de el y unas voces agudas eran niños jugando a ser hombres.

-¡Hey! Amigos, alabemos al superhombre el que todo lo sabe el que es mejor que todos, el sabe que es bueno y que no, nadie lo toque o arderas por su sabiduría que alumbra como sol ardiente.

-¡Exacto¡ que tal si demostramos que en ocasiones la fuerza puede con la maña.

-¡Esperamos alguna vez hallas tenido en tus manos un libro para defenderte de una golpiza! Cualquiera que sea el Dios que alabes no te salvará de esta.

Una roca se estrelló en su nuca inevitablemente soltando su llanto volteó a ver, eran ellos sus compañeros de clase el gordo Ted su estatura era baja y su camisa escapaba de su pantalón y su cinturón apretaba con fuerza su enorme estomago, Fideo como le decían, sus brazos eran delgados sin mucha diferencia de sus piernas, su demacrado rostro y eso si su altura era excepciónal y Murciélago lo conocían así por su forma de vestir nunca otro color que no sea negro y su color palido de brazos y cara era un ser extraño,
Llevaban tanto tiempo con esos apodos que parecía que sus nombres verdaderos fueron sepultados por ellos.

¿Cual era su motivo para lastimarlo sin piedad...?