Aquel camino lleno de piedras, testigo de el nacimiento de sentimientos, y de la muerte de esperanzas, ir por ahí le producía sentimientos de amargura.
Los decapitadores se encontraban sentados sobre una pared vieja y cubierta de moho en la cual pasaban toda la tarde, hablando y planeando diversas travesuras o planes para hacerle la vida imposible.
-¡Oye superhombre! Grito Ted.
Has venido por los amigables tratos que te damos.
-Preparare mi traje de gala, le daremos un excelente servicio. Hablo Fideo.
-Cohetes, confeti y música, es común en las fiestas, lástima que esta no sea una de ellas. Hablo Murciélago.
Bajaron uno a uno y se colocaron frente a el, mientras el mantenía la cara agachada y apretaba con fuerza sus puños.
No eran sus pensamientos, no era su forma de vestir, no era lo que hacia, solo era el.
El cazador encontró la presa perfecta la que se tranquiliza y espera la bala que termina con ella.
No había forma de detenerlos, eran sus decapitadores, y el solo debe esperar su momento y su cabeza volará por los aires.
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El Super Hombre.
RandomDe como actualmente defender tus ideas te puede dejar muchas consecuencias. ¿Nadie te entiende? Quizás no estas sólo.
