El Super Hombre.

Siempre solo

La que en algún día fue su novia nunca parecía demostrar la más mínima nostalgia, se había convertido como los demás que ignoran su presencia totalmente.

Los decapitadores habían perdido su humanidad y cada vez lo golpeaban con más fuerza.

-un diente menos no importa tanto- decía

Una cicatriz estaba bajo su ojo derecho, Murciélago había pegado con tanta fuerza que su nudillo se había lastimado igual.

Hacia muchos días que su sonrisa se había borrado, después de saber que tenía todas las posibilidades de ser alguien grande pero su miedo no lo dejaba.

La escudera le hablaba en ciertas ocasiones pero totalmente en escondidas, quería saber como le iba, el sólo respondía que mejor que antes.

Era joven, para sufrir de esa manera.
Era lo único que se repitió aquella noche, por que ella y no yo, mientras golpeó la frente contra la pared.

La muerte había pasado sus fríos dedos en ella, la muerte había dicho que era hora.

La única persona que aun sabía de su existencia ya no estaba, lo dejo sólo aquella vez pero siempre se preocupo por el, y buscaba hablar con los decapitadores para que pararán con eso, a lo cual con risas repetían que primero muertos.

Sólo soy un camello en medio del desierto, mi carga cada vez se hace más grande y mi camino nunca se acorta.