muñequita

17 0 0
                                    

Aquella tarde la escudera caminaba hacia su casa, iba tarde por pasar a la papelería.

-¡Hey muñequita!  En serio agradezco que hallas ido a hablar con mi padre, jamás me habia acariciado con tanta fuerza.

Fideo estaba callado, pero su brazo mostraba algunas marcas de golpes.

Murciélago tenía un moreton en el ojo.

Ted, bueno el tenía más moretones que cara.

Te pasaste, no era necesario muñequita.
Las vas a pagar con creces.

Un lugar apartado, un camino solitario, patíbulo de la escudera.

La llovizna caía y ella estaba en el suelo, los decapitadores no tenían compasión por ser mujer o por su rostro de dolor, sólo seguían golpeando...

Aquellos papeles rojos, alguien le gustaba era para hacer corazones, con la llovizna se empezaron a descolorear y corría un hilo de tinta roja, y otro de sangre más obscuro aun.

La muerte presenciaba aquella escena, mientras los decapitadores se reían entrecortado, ella no se movía, no respiraba simplemente nada...

Tomaron caminos diferentes y se retiraron, aun no estaban seguros de lo que había pasado, el peso los lastimaba ahora.

El Super Hombre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora