cap.4

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  Ríe leve ante su comentario y sigue comiendo. -- Oye, eres un pervertido, hoy no tendremos sexo.

Mira a su secretario y mejor amigo, pero cuando tenía su portapapeles se convertía en solo el "secretario"

M: Entró al lugar sin mirarlo, firmando algunas cosas. -- Necesito que fir--

-- Vete.

M: Mira con quién estaba. -- Oye, no seas grosero, lisiada. -- Mira al de al lado. -- Ho-hola... -- Mira al pelinegro enojado por no presentarlo.

-- Rin, Makoto, Makoto, Rin. -- Abraza al que tiene al lado con recelo.

M: -- Oye, no te voy a robar. Nos vemos luego, pero mañana quiero verte en Seúl, presentable y demás, y solo trabajaras, nada de divertirte. -- Se va.

-- Pfft, tonto... -- Dice aún abrazando al pelirrojo.

 Estaba comiendo un bocado de los huevos fritos cuando en el momento menos oportuno entró aquel tipo a quien siempre le había tenido algo de celos.


Tenía la boca llena, por lo que ni siquiera pudo saludarlo como se debía, y cuando el moreno lo abrazó éste se sonrojó, pero se sintió realmente feliz por eso.

—Creo que le di una mala primera impresión. Me ha encontrado con los huevos en la boca.—Comentó a modo de broma y, ante la risa ajena, no pudo evitar darle un beso.

  Se sorprendió ante el beso que este le acababa de dar, pues a pesar de que de se conocen desde hace tanto tiempo, y a pesar de todo lo que han hecho ese es el primer beso que el pelirrojo le da a él.

-- ¿Sabes? Es la primera vez que me besas. -- Se acerca a su rostro. -- Estoy muy feliz ahora. -- Sonríe para tomar su cabello y acercarlo para besarlo. -- Antes de todo vamos al centro comercial del centro, quiero comprarte algunas cosas, ¿está bien?... -- Sigue comiendo.  

  Desvío la mirada ante eso porque sabía que era cierto, sus mejillas se pusieron rojas y luego volvió a besarlo a cuenta del moreno.

Lo miró por un momento, pero terminó guardándose el comentario.

—Okay, pero no me has dicho que haremos en Seúl.  

  -- Yo iré a trabajar un poco, tú a hacer lo que quieras amor, pero la noche será solo mía. -- Toma un poco del huevo y lo pone en un poco de pan tostado para dárselo en la boca al chico.

-- Quiero que sepas lo que te divertirías si fueras mi pareja, quiero que seas solo mio, al menos por unos días.  

   Le entró la risa nerviosa y alzó una ceja mientras se cruzaba de brazos.

—¿En base a qué? Lo haces ver como si te estuvieras cobrando el que yo te hubiese rechazado y ahora quieras hacerme pagar.—Abrió la boca para comer lo que le ofrecía y se le quedó mirando fijamente.

Quería besarlo otra vez.  

   -- Bueno, lo quiero hacer ver como que quiero que sepas como trato a mis parejas, como podría tratarte a ti. -- Besa sus labios. -- Me voy a cambiar, como vez estoy en pijamas. -- Usaba una camiseta mangas cero y un pantalón de algodón negro.

-- ¿Quieres ver mi habitación? Está en la parte más alta de la casa. -- Sonríe leve.  

  Se dejó besar y lo vio ponerse de pie.

—Iré en un momento, "cielo".—Recalcó con las mejillas ruborizadas y cuando el moreno se fue Rin apoyó su cabeza en la mesa.

—Si tan solo me lo pidieras..—Murmuró, aquello era muy lindo y todo pero estaba muy confundido. La manera en la que Haru se portaba y los detalles que tenía con él le hacían feliz, pero el no saber lo que significaban le dolia.

Ya no quiero ser tu cliente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora