CAP.5

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  ¡¿Que aquellas mujeres no tenían decencia?! ¡Y luego dicen que los descarados son los chicos!

Ya tenia cara de Castiel, molesto y amargado. Tomó aquella tarjeta y la miró por un momento, ¿no era demasiado eso?

—¿Eh? Ah, no.. Estoy viendo aun.—Ella asintió y se retiró. Ya no toleraba aquello, ¡los celos le consumían, joder! ¡Y ni siquiera tenía derecho de..! No.. Si tenía. Al menos por ese dia si lo tenía. Se acomodó el cabello hacia atrás y caminó hacia las chicas, quienes murmuraban emocionadas.

—Disculpen, ¿podrían dejar de ver a mi novio? Es molesto lo que hacen. Y luego se quejan de que somos nosotros los descarados. Largo.  

  Miraba al pelirrojo, ¿acaso estaba molesto por algo? Tal vez porque lo estaba mimando demasiado pero, ¿quien se molesta por eso?

Luego de ver que se acomodaba su cabello vio que se iba hacia unas atractivas chicas que se encontraban en la tienda, al parecer hablaba con ellas, lo que le causó grandes celos.

Frunció el ceño. Al menos por ese día ellos eran parejas, lo que les prohibía andar seduciendo a los demás.

Vio cómo volvía, y no se molestó en quitar de su rostro su enojo y su ceño fruncido, se cruzó suavemente de brazos para intensificar.

-- ¿Vas a comprar en esta tienda o me dejarás esperando?  

   Al volver seguía algo irritado, por lo que se cruzó de brazos y lo observó por un momento.

—Tu deberías comprar ropa menos llamativa para que esas malditas viejas dejen de comerte con la puta mirada.—Ah.. Había dejado sus celos en evidencia y claramente ni se había dado cuenta.

—Ni siquiera se han disculpado cuando les reclamé el que te estuvieran viendo así. Se me han quitado las ganas de comprar.—En su rostro se notaba que seguía celoso, y aun no lo notaba.  

  Oh, comenzó a entender lo que sucedía. No miraban a su amado Rin, lo miraban a él.

Su mirada era ahora burlona, y dejó escapar una suave risa. -- Eres un idiota, nunca le haría caso a esas chiquillas. -- Más que por el hecho de que era gay, por el hecho de que en ese momento estaba con él, no quería estar con nadie más.

-- No voy a cambiar mi apariencia para que dejen de verme, pero puedo hacer esto. -- Tomó al pelirrojo de la cintura y lo acercó para besarlo. Vio por un momento a las chicas, y las veía sorprendidas y algunas hasta enojadas y asqueadas, sonrió y dejó de besar al pelirrojo pero no lo dejó de abrazar. -- ¿Ves? Ya perdieron las esperanzas y el interés.  

  —Mmjm.—Tal vez a ellas no, ¿pero entonces a otras si? Levantó la mirada para observarle y arrugó la frente cuando comprendió sus intenciones, sin embargo no se apartó, por el contrario, pasó su mano derecha por la nuca ajena y lo atrajo para poder besarlo también.

—Si, claro.. Si no hubieras hecho eso tal vez hubieras podido follarte a otras después. Ya que no dejan de mirarte..—Volvió a cruzarse de brazos y luego miró hacia otro lado.—Pero al menos por hoy te voy a cuidar, no vaya a ser que quieras ligartelas en mi presencia y me hagas quedar como imbécil. Solo quiero mostrarte a lo que te enfrentarías si tu fueras mi pareja en verdad.—Ahora el juego era de dos.  

  -- ¿Para qué follarme a otras putas cuando tengo a Rin? ¿Te cuento un secreto? No he estado con nadie más desde que te conocí, cuando quiero follar con alguien voy a visitarte al host.

Su rostro se hizo más serio, y lo abrazó suavemente. -- Pero... Ya no quiero ir a visitarte allí más...

El gerente comenzó a discutir con ellos por andar de amorosos en ese lugar, y que si no iban a comprar nada que entonces se fueran de la tienda, el pelinegro se dio a la oportunidad de comprar unos zapatos que a primera vista le gustaron.

Ya no quiero ser tu cliente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora