Estava sentada en la banqueta de mi avitacion. Derepente, llega mi mamá con un hasky siberiano diciendo:
"Y este es para cami"
Extiendo mis manos y me entregan un cachorro bebe de esa hasky. No era el que siempre pido; era gris, desde la cola hasta la cabeza se armaba un degrade de gris a blanco y sus ojos eran de color cian.
A pesar de que no era el que queria. Me sentia tan feliz; mi deseo se havia vuelto realidad.
Ese deseo que pido siempre sin falta todas las noches, por el que sufro en vacaciones, y por el que añoro en mis depresiones.
"Tia, por fabor enviame a un amigo que este conmigo todo el día, que este a mi lado cuando nesesite apoyarme de alguien...
...Enviame a un perrito para que sea mi amigo"