All in it

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Su codo posaba en la mesa, mientras sostenía su barbilla con el brazo izquierdo, se había quedado pensando un rato.

Se sentía feliz, tan solo de saber que estaría comenzando a practicar junto a Brad, y ese día había llegado. Hoy sería la primera vez

Se levantó con ansias, ya que había estado hablando mucho con él durante el tiempo que no podían verse.

Hace mucho tiempo una persona no le hacía tan bien como Brad le hacía, sonaba algo apresurado, pero por más loco que sonaba, así lo sentía Tristan

Aunque no descartaba que estaría ''aprendiendo" a hacer lo que le gusta, y no podía estar más satisfecho de que sería Brad quien lo ayudaría, el chico que para él, tenía una voz mágica.

Sonrió para salirse de sus pensamientos, tal vez se le haría tarde, y eso era lo último que quería que le pase.

Después del desayuno el rubio se dirigió nuevamente a su habitación, sacando la ropa que vestiría hoy y acomodando sus cosas.

***

Se encontraba mirando al suelo mientras caminaba, tal vez no estaría pensando que podría venir algo o alguien frente a él y tropesarse.

Pero siguió caminando hasta llegar a casa de Brad, desde donde recordaba el camino. Cruzó por el club y le echó una mirada, un cartel posaba en la puerta.

Debe ser por el juego.

Así que se acercó, y lo leyó. Se pasaba para dentro de una semana, ya se lo había dicho el rizado, pero lo quería ver el mismo.

Genial

Siguió su camino rápido, para que no se le haga tarde, y también para que no lo vean irse sin entrar al lugar

Ya en unos minutos se encontraba parado frente a la casa del castaño, tan sólo debía tocar el timbre para que salga.

Y así lo hizo

Sus ojos azules se encontraron con los marrones del castaño, haciendo escapar una sonrisa de los labios de ambos, era bonito verse más seguido.

—Buenos Días, Brad.—Soltó el rubio.

—Igual para ti.—Le sonrió. En su rostro se podía notar unas pequeñas ojeras, la verdad lo hacían lucir muy tierno.

Tris no pudo evitar pensar que era demasiado tierno sí esas ojeras estaban ahí, por haberse levantado temprano por él.

—Pasa.—Le indicó el castaño, y Tris asintió.

—¿Cómo estás?

—Genial, ¿y tú?

—Igual, ¿Quieres algo para tomar?

—No, así está bien. Acabo de desayunar en mi casa antes de salir.—Sonrió.

—Bien, antes de practicar. Esperemos un rato, tenemos dos horas—Sonrió.—¿Estás seguro que no quieres acomparañarme con un café?

—Ya desayuné, pero sí quieres, tomaré un café contigo.—Sonrió.

—Bien, iré a buscarlo.—Soltó una sonrisa y luego se levantó de la silla donde se encontraba sentado

—Toma—Le extendió el café al rubio.

El castaño lucía tan tierno, haciendo que Tristan no pueda dejar de verlo.

Y de repente comenzó a notar que Tris lo estaba mirando desde hace unos segundos sin decir nada. Pero el castaño no sintió incomodidad, ni nada por el estilo. Tal vez a Tris no le gustaría tener que manejarse con eso después de darse cuenta que lo estaba viendo desde hace un rato.

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