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epilogo

El rubio se encontraba recostado sobre el césped verde que adornaba el parque. Era un verano perfecto, algo cálido, pero no tanto como para preocuparse.

Su vista se encontraba fija en los niños que jugaban en el lugar admirando la felicidad que transmitian, haciendolo sonreír. Recordó las veces que estuvo en aquel lugar con Brad, solían sentarse en la banca que se encontraba a unos pasos de él y hablar de las cosas que eran grandes e importantes, e incluso las pequeñas que seguían siendo especiales para ellos. Realmente amaba pasar tiempo con Bradley, aunque en ese momento no era su novio, sentía que podía alejarse del mundo cuando se encontraba junto a él.

—¿En qué piensas?— La mano del rubio fue tomada de una manera aún más cálida que el clima en el que se encontraba

—En muchas cosas— Sonrió mostrando sus bellas encias— Pero para ser sincero, en ti.

—¿Qué cosa particularmente?— Brad solto la mano del rubio para luego recostar su cabeza sobre su regazo.

—En lo mucho que me hacías y haces feliz—Sonrió— Sé que es muy cliché de mi parte, ni yo tenia la idea de que podría ser así. Lo siento— El rubio ahora se encontraba acariciando el cabello de su novio, siguiendo el volumen de las ondas de su cabello. El castaño se relajaba ante su tacto

—No tienes por qué hacerlo, me gusta que seas así—Sonrió el castaño para luego dejar un pequeño silencio y ver como la sonrisa del chico que tenía a su lado se veía hermosa

—No se que hubiera pasado conmigo s-

—¿Si no despertaba?

—Sé que ha pasado mucho tiempo desde que eso ocurrió, pero es imposible olvidarlo, además no quiero volvertelo a recordar— Soltó algo penoso

—Tris, cariño —Dijo levantandose y mirando al rubio frente a frente, para luego tomar su rostro delicadamente. —Lo único importante, es lo que ocurre aquí y ahora, ¿Si? –El rubio asintió —Asi que desde ahora, solo quiero que nos enfoquemo en lo que estamos haciendo ahora ¿Si?— volvió a tener una aprobación de Tristan, así que se sintió satisfecho.

Le sonrió mientras lo miraba fijamente, contagiando de la misma sonrisa a su novio. Lucía bello y nadie podía decirle lo contrario, tenía a una de las personas más bellas a su lado. Después de despegar su vista de los ojos azules que se encontraban haciendo contacto visual con él, dio una última caricia para después acercarse a los labios de rubio regalandole un dulce beso. Cada beso que compartía con Tristan, le daba un motivo mas para ser feliz y eso lo comprobó más aún después de volver a él.

—Tengo una sorpresa para ti —Los ojos del rubio brillaron al escucharlo. El simplemente se esperaba un abrazo o un beso, ya que brad siempre bromeaba con el de esa forma. Pero se sorprendió cuando el castaño sacó una cajita de su bolsillo.

—Sé que puede ser un poco idiota para ti. Pero lo encontre muy tierno—Sonrió avergonzado— Es raro decirlo, porque nunca se lo he dicho a nadie cara a cara. Me encanta el hecho de que seas la primera persona porque eso significa que después de esperar tanto llegó la correcta —Volvió a sonreir abriendo la cajita que sostenía en sus manos sacando dos collares con dos dijes distintos, uno era una bonita luna, mientras el otro era de un sol. Ambos de color plateados— Desde que te conocí, Tristan, tuve miles de razones para ser feliz, pasaron muchas cosas, eso lo sé. Y lo siento por hacerte pasar ese dolor que yo no lo viví pero tu si... Pero prometo esta vez no dejarte sin antes recordarte todo lo que significas para mi. Por eso quería que usemos estos colgantes —Sonrió—Sé que son algo tontos, si no quieres usarlos, no lo hagas—Dijo algo avergonzado— Y si algo vuelve a separarnos, creo que tu siempre serás mi sol y aunque mi luna esté brillando desde otro lado, tu sol estará brillando tambien, pero estaremos juntos de alguna manera porque ambos en ese momento estarán en el mismo cielo. Gracias por permanecer a mi lado

Los ojos del rubio brillaban, se sentia como en una telenovela. La sensación que sentía en ese momento era demasiado fuerte, tan fuerte que sentía su corazón salir de su pecho.

—Brad, yo—No estaba seguro que decir. Tambien era dificil para él ya que nunca había estado en una relacion y era un algo malo en expresarse— No seas tonto, claro que lo usaré—Le quitó el dije de sol— Llevaré esto conmigo siempre —Sonrió seguro— Aunque soy muy malo para expresarme en esto quiero que sepas que significas muchísimo para mi, es muy difícil decirlo, pero gracias a ti pude encontrar la verdadera felicidad. Tu fuiste el que estuvo conmigo en cada decision, apoyandome en todo y tratando de hacerme abrir lo ojos para saber quien era yo realmente. Gracias a ti

Esta vez los ojos del castaño eran los que brillaban ¿Acaso existian ojos mas bonitos que los azules de Tristan? se encontraba en su mejor momento, eso no podía negarlo, estaba junto a la persona que mas amaba, y no podia pedir más.

Un abrazo salió espontáneamente del castaño, sorprendiendo al rubio haciéndolo sonreir y sentir que su mundo eran ellos dos juntos.

Luego de desenlasarse, ambas miradas se volvieron a encontrar, volviendo a mostrarse con sonrisas en sus rosteos. Esta vez quien tomó el dije de la mano de Tristan fue Brad, con un poco de dificultad logro abrir la argolla de aquel collar, para posarlo sobre el cuello del rubio, Tristan repitió la accion del castaño cuidadosamente.

—A partir de ahora, Tristan Evans, serás mi sol —La sonrisa del castaño era más que notoria.

—Y tu serás mi luna. Mi luna que aunque sean significados apuestos, esos los haran complementarios, un complemento unico.

—Prometo siempre estar a tu lado. No importa dónde y cuando, siempre mira aunque sea este dije y recuerdame porque yo lo haré, automáticamente pensare en ti y en todo lo que significas para mi.

—Lo haré, no lo dejaré pasar. Siempre tendré esto en mente—Sonrió por unos segundos para luego volver a conectar con su novio— Te amo

—Y yo a ti, Brad—Siempre recuerda que por cada paso que demos habrán mil motivos más para amarte y eso implicará no soltarte jamás. Porque desde que te conocí aprendí a ser feliz y a darme cuenta que todo lo que necesito está a mi lado.