After this.

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Nunca antes se había sentido así de querido, eso era lo que el rubio pensaba mientras veía como el castaño dormía enredado a su cuerpo. A veces se le hacía difícil creer que estaba feliz junto a Brad, aunque era sólo una relación era algo nuevo para el rubio, ya que él nunca había experimentado aquellos sentimientos.

El castaño estaba llenando su vacío, y él estaba realmente agradecido por eso, lo llenaba de felicidad sin ningún esfuerzo, sólo amandolo.

-¿Aún recuerdas que los chicos quedaron durmiendo en el living?-Preguntó Brad, que por lo visto estaba despierto sin que el rubio lo note.

-Lo sé, pero al parecer no despertaron.-Respondió

-Deberías decirles que se levanten.-El rubio hizo caso al castaño, y después de un rato, ambos se levantaron de la cama para luego ponerse algo de ropa.

Al llegar al living, ambos chicos veían como los otros dos aún dormian en el sillón, aunque debían despertarlos dejaron que duerman un rato más.

-¿Quieres un café, Brad?-Preguntó como si no importase que James y Connor aún sigan durmiendo.

-Claro, haz para los cuatro, así tenemos una excusa para despertarlos.

-Está bien. -Respondió, ahora yendo a la cocina. El castaño lo persiguió, ya que era obvio que no se iba a quedar solo en el living.

Una vez estando ahí, el castaño se sentó en el piso de la cocina, cruzando sus piernas y mirando desde abajo como el rubio preparaba el café, en realidad sólo ponía el agua y la cafetera se encargaba del resto. Pero aún así, el castaño lo observaba como si se tratase de alguien haciendo algo impactante.

-¿Qué haces ahí?-Rió al darse cuenta en la situación que se encontraba el castaño, estaba sentado en el piso, sabiendo que la cocina contaba con sillas.

El castaño dio dos palmadas al piso, indicandole al rubio que se siente junto a él; El rubio terminó de colocar las cosas y haciendole caso al castaño se sentó en frente de él.

El rubio miró al castaño haciendole un gesto, como si pidiese una explicación de aquello, lo cual el castaño captó.

-Siempre tendí a sentarme en el piso, es una costumbre, más bien una manía. -Rió el castaño

-Eso es algo que no sabía. -Sonrió mostrando sus pequeños dientes y sus encías. Era raro, pero aún así, el rubio no lo encontraba de esa manera. -¿Y cuál es la razón por la que lo haces?

-No lo sé, me recuerda a cuando era un niño, a demás de que me parece mucho más comodo que sentarse en una silla.-Volvió a sonreír, mostrando sus perfectos dientes.

Tristan no respondió nada, solo le lanzó una mueca. Así que ahora ambos se encontraban mirándose, en silencio, como si sólo para eso viviesen.

-Deberías revisar la cafetera.-Habló Brad con una pequeña sonrisita.

-Se apaga sola cuando el agua llega a tal punto de ebullición.-El castaño sólo le lanzó una mueca algo burlona y el rubio hizo lo mismo.

Tristan se levantó del piso al ver que ya estaba listo, tomó cuatro tazas y las colocó en la mesa junto con el contenido de café en ellas.

-Debemos despertar a los chicos, ¿Necesitas ayuda para levantarte?-Le extendió la mano.

-Gracias.-Contestó el castaño, para luego besar al rubio.

Brad se dirigió al living, donde los chicos se encontraban durmiendo.

-¡Chicos!-Gritó, haciendo que se levanten algo exaltados.

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