Cumpliendo Sueños

Disculpada

-¡QUÉ DRACO SE ENAMORÓ DE QUÉ!
-De Hermione Granger, Lucius.-Contestó Narcissa enojada.-Y no es "qué", es "quién"
-Pero, ¡Es una sangre ....
-Basta Lucius.-Respondió la rubia enojada.-Por primera vez respeta las decisiones de Draco.
-Pero es que no entiendo.-Dijo el patriarca Malfoy confundido, no podía creer que su primogénito estuviera enamorado de esa niña Granger a la que molestó toda su vida en Hogwarts era increíble.
-Pues entiéndelo.
-¿No estás en contra?-Preguntó él, se le hacía raro que su esposa no se quejara.
-No, le hemos echo la vida infeliz.-Dijo Narcisa mirando triste hacia el suelo.-Es hora de que lo dejemos a él buscar su felicidad, tomar sus propias decisiones Lucius.
-Si eso te hace feliz a ti y a él.-Respondió el patriarca.-Está bien.

Narcissa le dedicó una sonrisa a su marido, y no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, era muy difícil para ella verlo así, derrotado. Pero esperaba que algún día pudieran estar juntos de nuevo.

•••
-Buenos días Granger.-Saludó Draco entrando a la oficina.
-Hola Malfoy.-Saludó Hermione viendo al rubio entrar en su oficina, se veía tan guapo como elegante.
Hermione estaba quitando la foto que tenía con Ronald, la iba a reemplazar por una con su gato.

-¿Vas a quitar a la comadreja?-Preguntó el rubio enarcando las cejas.
-Sí Malfoy, voy a quitar la foto con Ronald.-Dijo la castaña haciendo énfasis en Ronald, no le gustaba que le dijeran comadreja a su amigo.
-¿Y eso?.-Preguntó Draco. Este tema sí que le interesaba, y saco una manzana verde del bolsillo de su pantalón.
-Pues, terminamos.-Respondió la castaña y le dio un sorbo a su café.
-¿Tú y la comadreja terminaron?-Preguntó el rubio y le dio una mordida a su manzana. Esto era felicidad.-¿Y cual es la razón por la que la gran Hermione Granger termino con la comadreja?
-Ronald.-Recalcó la ex gryffindor.
-Ronald, Comadreja, es lo mismo.-Dijo el rubio y ella lo miro mal.-Bueno, Ronald.
-No era lo mismo.-Contestó ella.
-Bueno.-Dijo el rubio.-Es una pena que no te vayas a a casar.-Dijo Draco intento sonar triste.-Todos esperaban ver la gran boda del año.
Hermione rió ante el sarcasmo del rubio.
-Si es una gran pena.-Dijo sarcásticamente ella dándole un sorbo a su café, amaba el café.
-Bueno, pues tengo una gran idea para aliviar tu pena.-Declaró el ojigris.
-¿Qué tiene pensado el gran Draco Malfoy para animar a está pobre mujer?-Preguntó la castaña riendo.
-Pues mira sé de buena fuente que amas los libros.-Dijo el rubio a lo que la castaña soltó una carcajada.-Y sé de otra buena fuente que amas el café.
-Datos que no sabías de mí.-Dijo la castaña y le guiño un ojo.
-También me dijo una buena fuente que asististe a Hogwarts en la casa de Gryffindor.-Habló Draco.-Y ahora sé que no sabes guiñar el ojo, pero puedo enseñarte.

Hermione soltó una estruendosa carcajada, jamás imagino que Draco Malfoy tuviera sentido del humor, pensaba que del cuarteto de Plata el del humor era Zabini.

-Bien, entonces iremos a un café, a hablar de libros y a qué me enseñes a guiñar el ojo.-Declaró la chica.
-Así es.-Acepto el rubio y le dio otro mordisco a su manzana.
-Esta bien Draco.-Respondió Herms sonaba divertido.
-Sólo una condición.-Dijo Draco.
-Te escucho.-Dijo Hermione riendo, ¿él ponía condiciones?
-Debes pedirme disculpas por romper mi nariz en tercer año.-Habló el chico.
-¿Disculpa?-Preguntó la castaña riendo.
-Disculpada.-Dijo el rubio y le guiño el ojo.
-Sigues siendo insoportable Malfoy.-Murmuró la castaña entre carcajadas.
-Es mi don.
-Bien "Señor Insoportable" te veo hoy.-Dijo la castaña.
-Bien "Señorita No Se Guiñar Un Ojo".-Dijo el rubio.-Hoy en la noche, tú, yo, café, libros, y clases de guiñar un ojo en Londres.
-¿Me llevarás a Londres?-Preguntó sorprendida la castaña.
-Me enseñaras a andar por Londres.-Corrigió Draco.
-Me parece perfecto.-Dijo sonriente la castaña.
-Te veo en la noche Granger.-Dijo el rubio y salió de la oficina de la castaña para ir a desayunar y contarle a sus amigos, estaba feliz.