Parte 1

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Hola hermosa criatura, te informo antes de que inicies la lectura, que esta historia ya se encuentra publicada en Amor Yaoi, no está finalizada pero sí adelantada. Mi usuario en esa web es ViBanaII, por si deseas echarle un vistazo. 


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I

Al fin había terminado de cerrar todos los negocios que tenía programados, los cuales lo habían mantenido fuera del país hasta un par de días antes de navidad.

Sasuke Uchiha a sus veintitrés años, estaba a punto de ser uno de los empresarios más importantes de Japón, quedando por debajo de Jiraiya Namikaze y su querido hermano mayor, Itachi. Su padre también hubiera entrado en la lista, de no ser porque un par de años atrás se había retirado, dejando la empresa a manos de su primogénito.

Eran casi las once de la noche cuando regresó por fin a su casa; gracias al retraso de su vuelo por culpa de la nevada que caía ese día. El Uchiha ya tenía pensado lo que haría en cuanto llegara; entraría, tiraría todo su equipaje por doquier, se daría un relajante baño de agua tibia y se iría a dormir. Sí, eso pensaba hacer hasta que bajó del auto que su madre había enviado para que lo recogiera en el aeropuerto y lo llevara hasta su casa.

– ¿Qué es esto? –Se preguntó en cuanto estuvo frente a la puerta. Una caja obstaculizaba la entrada–. Estúpidos mensajeros –murmuró molesto. Movió hacía un lado el objeto con su pie y entró sin reparar en su contenido.

Dejando la maleta en su cuarto, regresó a la puerta por la caja, la cual también llevó hasta su habitación y puso sobre la cama. Esta era un poco larga, y no pesaba tanto como pensaba. La abriría después de tomar su tan anhelado baño caliente.

Se quitó el abrigo que aun llevaba puesto, aflojó la molesta corbata que le asfixiaba y procedió a soltar los botones de su camisa, pero se detuvo en cuanto escuchó un extraño ruido proveniente del objeto sobre la cama.

–Pero qué... –Sus ojos se abrieron a más no poder, al ver lo que estaba en el interior de la caja–. Be... ¡bebés! –exclamó. La sorpresa era evidente en su rostro. ¿Acaso era una broma? ¡¿Qué hacían dos bebés metidos en una caja frente a su puerta?!

No supo por qué, pero algo en su interior se removió, obligándole así a cargar a los bebés en sus brazos para tratar de calmarlos. No es que fuera un experto en ello, pero tenía un vago conocimiento sobre cómo hacerlo, gracias a la esposa de Shikamaru, quien en las vacaciones pasadas había tenido a su bebé y su amigo le había obligado a cargarle.

Empezó a caminar de un lado a otro pensando en una razón por la cual abandonarían a dos pequeños en la puerta de su casa en pleno invierno. ¿Quién tenía tan poco corazón para hacerlo?

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