Parte 7

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Ciao preciosas criaturas!!
Lamento tardar tanto en subir nuevos caps, resulta que se dañó el cargadores de mi pc y prácticamente no puedo hacer mucho. Trabajar desde el celular es una caca.
Muy desesperante. (>_<)
En fin, con todo y dificultades, aquí estoy.
Disfrútenlo!!

**********

VII

Naruto resopló tras colgar la llamada que había mantenido con su hermana por los últimos quince minutos. No era posible que después de tanto insistir para que fueran juntos a comprar sus regalos navideños, a último minuto le cancelara porque se quedaría para ayudarle a su abuela con la cena que tendrían esa noche. ¡Él ya se encontraba en el centro de la ciudad esperándola! y lo peor es que, al final, le había dado la tarea de comprar a él solo. Pero ¿acaso no se daba cuenta de lo tortuoso que era salir en época navideña a comprar? Dios, él prefería ser el que cargaba con las bolsas. No estaba hecho para esa terrible tarea.
Suspiró nuevamente, con solo pensar en lo que haría ya se sentía mentalmente agotado.

–Cuanto antes, mejor.

Avanzó unos cuantos metros hasta la entrada del gran centro comercial que se alzaba frente a él e ingresó. Aún refunfuñaba y maldecía su momentánea mala suerte, porque no era justo que su hermana estuviera disfrutando del agradable placer de cocinar y comer, mientras él, visitaba un centro comercial con gente corriendo de un lugar a otro, gritando y comprando. Lo bueno, es que pudo notar que precisamente ese día no estaba muy concurrido. 

–Estoy empezando a creer que andar en las nubes sin fijarte por donde vas, es algo normal en ti.

Naruto giró su rostro al escuchar la voz, y se detuvo justo a tiempo, antes de que tropezara con la persona que venía en su dirección. Una enorme sonrisa iluminó su rostro al reconocerlo.

– ¡Sasuke! –Llamó el rubio como saludo mientras se acercaba hasta quedar frente al carrito de compras donde estaban los bebés–. ¡Mizu-chan, Yu-chan!

Los hermanitos le miraron alegremente mientras batían sus manitos saludando al rubio. 

–Yo también me alegro de verlos –comentó acariciando sus regordetas mejillas. Primero Yusuke y después su rubia y risueña hermana, quien además estiró sus bracitos para que la cargara y la liberara de aquel incomodo transporte.
Naruto miró a Sasuke, pidiéndole silenciosamente permiso para tomarla. Aunque una burlona sonrisa se formó en su rostro, y no pudo evitar exteriorizar su pensamiento:

– ¿Puedo? ¿O saltará papá celoso al ataque?

Sasuke se sintió repentinamente irritado. Deseó no haber visto de lejos al rubio y habérsele acercado como si nada. Sin embargo, cuando pensaba despedirse y seguir con su camino para evitar otro comentario con tintes de burla, Mizuki decidió que no sería así.

– ¡Carga! –chilló la pequeña con insistencia y el ceño fruncido. Sus brazos seguían estirados en dirección al rubio–. ¡Carga!

Naruto no se negó y Sasuke no protestó. Cuando su hija se ponía en ese plan, era mejor no hacerlo.

– ¿Estás solo? –preguntó Naruto, luego de cargar a la niña que ahora parecía más contenta que antes, tocando su cara con curiosidad y tomando los mechones de su cabello para jugar con ellos.

–Estaba acompañando a mi madre pero se tuvo que ir de improvisto –respondió–. ¿Y tú razón para estar aquí?

–Compras navideñas. Acompañaría a mi hermana, ahora estoy obligado a hacerlas solo.

Reasons to LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora