XII
Sasuke bufó, resopló, se quejó y maldijo (todo mentalmente), al recordar aquella mañana cuando llamó a su estúpido rubio para pedirle que se reunieran y este le dijo que no se encontraba en la ciudad por cuestiones de trabajo y no regresaría hasta finales del mes, porque también tomaría vacaciones. ¡Vacaciones! Y no le había dicho nada antes. ¿Qué se creía? Marchándose así tan improvisadamente. Estúpido dobe, maldijo nuevamente porque le parecía increíble que ahora, gracias a su repentina partida, se quedara sin su pequeña y escasa dosis de rubio tonto. Lo bueno, es que a pesar de todo, no arruinaba sus planes. Pronto sería su cumpleaños y estaba completamente seguro, de que, ese sería un buen momento para llevar a cabo lo que quería. Sin embargo, ¡más de dos semanas sin el dobe! Empezaba a creer que se estaba volviendo un Naruto dependiente; pensando en él más de lo supuestamente normal, imaginando qué podría estar haciendo y llamándolo seguido (aunque sus llamadas solo duraran a lo mucho, un minuto), ¿acaso eso era posible? Bueno, eso era lo de menos; lo quería ver y ya. Sobre todo porque aún no le había dicho lo que pensaba hacer y no quería llevarse una desagradable sorpresa cuando lo hiciera.
– ¡Sasuke!
El Uchiha parpadeó rápidamente, enfocándose nuevamente en su alrededor. Ah sí, estaba en su oficina, escuchando -o eso parecía- a su hermano y su cuñado, sobre algo relacionado con la empresa y la reunión que tendrían... ¿Qué era lo que estaban diciendo?
– ¿Qué quieres? –inquirió intentado parecer a la par de la conversación que mantenían, cuando realmente se había perdido desde el principio.
–Llevo un buen rato llamándote, ¿en qué estás pensando? –preguntó Gaara mirándolo con las cejas enarcadas, a la espera de una rápida respuesta de su parte, como era usual.
–Deberías preguntar en quién está pensando –intervino Itachi con burla.
–No empieces –resopló el menor, frunciendo el ceño, captando rápidamente el nuevo hilo de conversación que iniciarían en torno a él.
–Ah –murmuró el pelirrojo pensativamente–. ¿Tal vez estás pensando en ese hombre? Sai mencionó algo sobre eso... ¿De quién se trata, Sasuke? –preguntó sintiendo repentina curiosidad.
–Nadie y no hablaré más del tema.
– ¡Pero si no has dicho nada! –Se quejó Itachi.
Sasuke ignoró los comentarios de su hermano y la burla implícita en el rostro de Gaara mientras tomaba el teléfono de la oficina para comunicarse con su secretaria.
–Anko.
– ¿Sí, señor Uchiha? –se escuchó al otro lado de la línea.
–Mi padre vendrá por los niños, avisa a la niñera, por favor –dijo.
–Sí señor.
– ¿Vamos? –Preguntó el menor dirigiéndose esta vez a los presentes mientras se ponía de pie, recogiendo y alistando los documentos que necesitaba–. No quiero llegar tarde a la reunión.
– ¿No irás a despedirte de los niños? –preguntó Itachi mirándole con incredulidad.
Sasuke negó mientras salían de la oficina, dirigiéndose al ascensor.
–Me están cobrando las últimas dos semanas que estuve fuera –dijo el menor, refiriéndose a los niños–. Yusuke últimamente está muy apegado a mí y Mizuki le sigue; incluso están durmiendo en mi cama. Si voy, se pondrán a llorar y no me dejarán marchar –explicó–. Es mejor que se vayan con papá, yo los veré allá.
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Reasons to Love
ФанфикSasuke Uchiha, era un exitoso y joven empresario de tan sólo 23 años. No le importaba nada más que trabajar para así superarse y dejar de estar en la sombra de su familia. Cambiaba de mujeres tan rápido como quería y su mal humor no era de mucha...