Levochka (LevYaku)

Corona de flores

  ★ L Y O V O C H K A ★

"Corona de flores"
EXTRA 3/6

Espero terminarla antes de que llegue.

Tuve la suerte de que Yaku-san apareciera otra vez en mi subconsciente. Estaba un poco lejos, pero logró divisarme en seguida cuando levanté uno de mis brazos.

Ya falta poco.

Dentro de unos días Yaku-san estará de cumpleaños. Kuroo y Kenma tienen su misma edad. Pero Yaku-san es mayor que ellos y será el primero en cumplir la mayoría de edad.

Está lista.

"¡Idiota! Ya sé que estoy en uno de tus extraños sueños, pero no me hagas subir un cerro tan grande solo para verte."

Yaku-san siempre se molesta conmigo. ¿Será porque le desagrado o porque su personalidad es así? De cualquier forma, quiero estar con él.

"Buenos días, Yaku-san" lo saludé con una sonrisa.

Él desvió la mirada y juntó las manos.

"Hola..." respondió en voz baja. Igual logré escucharlo. Creo que no esperaba que lo saludara después del regaño.

Yaku-san caminó unos pasos para acercarse a mirar mi cabello. Yo estaba sentado en el pasto escondiendo la corona de flores que había terminado de armar haces unos segundos atrás.

"¿Por qué tienes esa cosa en la cabeza?" me preguntó.

"Ah..." lo había olvidado. La primera corona la hice de prueba. Me había quedado bastante bien, asi que por eso la traía puesta. "Estaba practicando. Mi hermana me enseñó a hacer coronas de flores cuando niño." Respondí.

"Con que fue tu hermana." me dijo sonriendo.

Su tono de voz había cambiado al mencionarle a Alisa. Debe ser porque Yaku-san encuentra linda a mi hermana. Me lo dijo hace poco. Aunque en ese momento no tenía muy claro mis sentimientos hacia él. No quiero perder contra ella.

"Yaku-san, también hice una para usted" le dije poniéndome de pie y ofreciéndole la corona de flores que tenía escondida bajo mis manos.

"¿Eh? Ni pienses que voy a usar eso..." me dijo retrocediendo unos pasos.

Bajé mi vista confundido.

"¿Qué tiene de malo?" pregunté mirando la corona.

Yo pensé que haría feliz a Yaku-san. Pensé que le gustaría.

"Eso es para niñas." respondió molesto. "Además no deberías estar cortando flores para tu entretenimiento."

Su respuesta fue más dolorosa de lo que pensé. No lo hice por mero entretenimiento. Se equivoca, yo solo...

"¡¿Y ahora qué tienes?!" me preguntó enojado.

No me había dado cuenta de lo mucho que me podía afectar el rechazo de Yaku-san ¿Acaso estoy a punto de llorar por sus palabras?

"Ah, maldición, pareces un bebé... Dame eso." dijo quitándome la corona que tenía en las manos.

Levanté mi vista sorprendido mientras me refregaba los ojos. Yaku-san estaba intentando animarme y puso la corona en su cabeza. Se veía bien, pero la corona le había quedado un poco grande. Apenas alcancé a verlo unos segundos con la corona puesta cuando de pronto se le bajó hasta el cuello...

"¡Maldito gigante! ¿Lo hiciste con la medida de tu cabezota? ¿Te querías burlar de mí?" Me gritó más enojado que antes.

Comencé a correr cerro abajo. Yaku-san da mucho miedo cuando se enoja.

"¡Ven aquí, Lev!" me seguía gritando.

Yaku-san no se cansa fácilmente. Estoy seguro de que si me detengo, me golpeará sin piedad.

"Fue sin querer... No era mi intención hacerle una broma..." Intenté excusarme mientras corría con todas mis fuerzas.

De pronto tropecé con mis piernas y caí de frente sobre el pasto. Yaku-san no alcanzó a parar y cayó encima mío.

Es bastante liviano.

Intenté ponerme de pie, pero Yaku-san me tenía atrapado. Se había sentado sobre mi espalda y me había sujetado las manos.

"Ya no podrás moverte"

Era mi fin. Cerré mis ojos con temor, esperando mi castigo...

Pero pasaron varios segundos y nada.

"Lev, por esta vez estás salvado." dijo soltándome y poniéndose de pie. "Te golpearé solo cuando vuelvas a convertirte en un humano. Ya van dos, no creas que olvidé la primera."

"Yaku-san, no me dan muchas ganas de volver a ser un humano si me dice esas cosas." Dije volteándome desde el suelo para después limpiarme las rodillas.

"Tonto, ya tuvimos esa discusión..." dijo antes de suspirar. "No quiero desperdiciar el tiempo peleando o discutiendo, podríamos hacer otras cosas. Es tu sueño después de todo..."

Espero que no haya sido mi imaginación, pero me pareció ver a Yaku-san sonrojarse un poco. Luego se dio media vuelta y cruzó sus brazos.

Me levanté rápidamente en dirección hacia él, y sin pedirle permiso, tomé la corona de flores que tenía en su cuello y la subí lentamente ajustándola sobre su coronilla.

Él volvió a voltearse, pero esta vez levantó su vista y me dio las gracias.

Sus ojos, Yaku-san...

Me agaché un poco y fingí acomodar nuevamente su corona de flores. Pero solo fue una excusa para acercarme más a su rostro.

Tragué saliva.

"Yaku-san, usted me gusta."

Lo dije en voz alta.

Quedó hecho piedra, supongo que fue inesperado.

Mis labios comenzaron a temblar, y mis mejillas se calentaron en un par de segundos.

Inmediatamente después lo besé sin esperar una respuesta.

Había besado su mejilla.

Esto es malo. No puedo controlar mis emociones, y mi corazón late cada vez más rápido.

¿Cómo irá a reaccionar?

Parece ido...

De pronto todo se fue a negro.

Había despertado.

No es justo, yo quería seguir con Yaku-san. No me importa si lo que venía era una golpiza.

Cerré mis ojos con la esperanza de volver a ese maravilloso mundo creado por mi subconsciente, pero no tuve suerte.

Resignado, los abrí nuevamente. No veía muy bien, ya que la habitación estaba oscura, aunque al menos podía ver perfectamente la hora del reloj despertador.

Un momento.

¿Desde cuándo la cama de Yaku-san es tan pequeña?

Me acabo de fijar que Yaku-san se encuentra durmiendo al lado mío dándome la espalda.

¡Ah! ¡Ahora entiendo!

Ya me parecía raro encontrar todo más pequeño. Me estaba acostumbrando a mi vida de gato.

He vuelto a ser un humano.

Pero...

Estoy desnudo.

Completamente desnudo en la cama de Yaku-san.

¿Qué hago?

.

.

.

Continuará...

♠♠♠