Solo una noche

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L Y O V O C H K A

"Solo una noche"
EXTRA 6/6

Haiba lo tenía totalmente acorralado con sus brazos. Y una de sus extensas piernas la había pasado hacia delante, apoyándola sobre la cadera del más bajo.

Yaku, en cambio, mantenía sus ojos bien abiertos al sentir el cuerpo de Lev detrás suyo. Se había dado cuenta que el bulto que chocaba contra la zona baja de espalda no se trataba de una cola de gato.

"Esto no puede ser cierto...Debo quitármelo de encima" pensó Yaku comenzando a sudar de los nervios. "Pero si lo despierto ahora, ¿Qué le diré? El idiota se me confesó... ¿Debería responder de inmediato?" Seguía pensando horrorizado.

Sus mejillas se enrojecieron cuando sintió a Lev moverse un poco hacia abajo. Había acomodado el bulto por encima de sus muslos.

-Lev, me las pagarás.- murmuró Yaku cerrando sus ojos con fuerza al sentir el intenso calor proveniente de la entrepierna del más joven.

-Yaku-san...- dijo de pronto Lev con voz ronca, casi sin modular.

Luego se escuchó un quejido del autodenominado as de Nekoma. Yaku sentía la respiración de su kouhai en su cabello.

-El tamaño de esa cosa es monstruoso.- dijo en voz baja mientras se movía hacia adelante para alejarse de Lev. Sin embargo, el cuerpo del menor se movió junto al de él, dejándolo boca abajo.

Haiba había quedado encima suyo.

-Sea lo que sea que estés soñando, más te vale que apuntes a otro lado.- dijo Yaku hablando cada vez más fuerte.

Entre soportar esa situación y hacerlo despertar, prefería la última opción. Ya no le preocupaba tener que responder a sus sentimientos, ese tema lo había dejado en segundo plano. No obstante, tampoco pensaba gritarle para despertarlo, ya que su familia se encontraba en la misma casa y no quería hacer un gran escándalo a esas horas de la madrugada.

- ¡Ahg! ¡Cómo pesas!- exclamó Morisuke intentando moverse en la cama para alejarse de Lev y poder respirar normalmente.

Lev pesaba alrededor de 80 kilos. 20 kilos más que el propio peso del libero, por lo que moverse en esa situación, ya le era complicado.

"¿Por qué tiene que pasarme esto? No debí traer a Lev desde un principio... ah maldición, esto es horrible." pensó hundiendo su cabeza en la almohada sin saber cómo hacerlo despertar de la forma menos ruidosa posible.

De pronto, su paciencia había llegado casi el límite cuando sintió torpes movimientos que venían de la zona pélvica de Lev.

-Idiota, no hagas... Ngh...- Yaku entrecerró sus ojos y luego comenzó a respirar lento.

Un leve sonido de cascabel podía escuchar cerca de su oído con los movimientos del cuerpo del menor. Además, ese ruido se acompañaba de un tranquilizante ronroneo que provenía de Lev. Esto lo avergonzaba aún más.

Todo se volvió más dramático cuando Lev comenzó a gemir. Yaku no lo soportó. Se movió desesperadamente, le dio una bofetada y al rato logró liberarse por completo.

El más joven despertó sobándose la mejilla. Al ver al libero sonrió, pero se volvió más feliz al recordar que había regresado a su forma humana.

-Yaku-san...- dijo moviéndose a un lado para dejar más espacio a su senpai. Parecía no recordar su reciente sueño. -¡Al fin regresé a la normalidad!- añadió sentándose sobre el colchón.

-Habla más bajo, Lev, mis padres están en casa.- Murmuró Morisuke con el ceño fruncido y acomodándose su camiseta de dormir mientras también se quedaba sentado sobre la cama. Estaba con la vista hacia un lado. No quería ver a Lev desnudo.

-Ah... Yaku-san, se me salió el pijama improvisado.- Dijo mirando una sábana que se encontraba tirada en el piso mientras sobaba su nuca. Sus orejas de gato se movía en ocasiones sin que él se diera cuenta.

-Deberías controlar tu cuerpo cuando duermes.- dijo Yaku enojado ignorando la conversación anterior.

- ¿De qué habla?

-Solo mírate allá abajo...- respondió intentando ver rápidamente bajo el ombligo de Lev. Pese a que no logró observar con claridad por la oscuridad, rápidamente fijó su vista hacia el lado contrario. -No quiero saber lo que estabas soñando, pero al menos contrólate...

- ¡Ah! ¡Perdón Yaku-san! No pensé que...- intentó excusarse muy avergonzado mientras intentaba taparse con su propio cuerpo. Lev recién había desarrollado por completo una buena visión nocturna gracias a los poderes gatunos. -Lamento que tenga que verme así...

-No hagas tanto ruido...- se quejó Yaku en voz baja. -Tengo pañuelos en el armario. Si vas al baño a hacer eso podrías despertar a mis padres. Y si te ven desnudo, en esas condiciones y además convertido en un semi gato les darás un susto. Ellos no saben nada de tu situación.

-Siento ser una molestia.- seguía disculpándose Lev saliendo de la cama en busca de pañuelos en el armario de su superior.

Al encontrar la caja, la tomó y fue a sentarse al pie de la cama. Cuando estaba apoyando su trasero en el suelo, soltó un quejido similar a un maullido.

-Por Dios, Lev, te dije que no hicieras ruido...- se quejó Yaku con las mejillas ruborizadas.

-Yaku-san, es que me pisé la cola...- se disculpó Lev en medio de la oscuridad bajando sus orejas de gato. -No me había fijado que tenía cola...

"Vaya idiota..." pensó Yaku dándose media vuelta en la cama y volviéndose a tapar. Sus mejillas seguían rojas.

-Cuando termines ven a dormir. Son recién las cuatro de la mañana...- murmuró con los ojos cerrados.

-Está bien, Yaku-san.- dijo Lev en voz baja tan sonrojado como su libero. -Cuando sea una hora prudente me encargaré de que todo quede limpio. Lamento ocasionarle problemas.

-Eso es normal a tu edad, ya deja de disculparte.

- ¿Yaku-san también pasó por esto?

-Cállate, no hablaré del tema...- respondió Morisuke inmediatamente.

Lev quedó en silencio encargándose de sus asuntos personales. Le llevó varios minutos terminar, incluso Morisuke le costaba creer que aguantara tanto rato. El constante ruido que hacía Lev con sus manos no lo dejaba conciliar el sueño.

Una vez que Haiba había acabado, se limpió las manos con el pañuelo, dejó todo en su lugar y se metió a la cama no sin antes envolverse nuevamente con las sábanas que había ocupado como una especie de taparrabos hace unas horas atrás.

-Yaku-san.- dijo mirando la angosta espalda de Morisuke. El libero hizo un gruñido. -Me gustaría hablar algo con usted...pero después de su cumpleaños si no le molesta.

Luego de eso, Yaku no dio respuesta. Fingió hacerse el dormido para no continuar la conversación.

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Continuará...

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Levochka (LevYaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora