Levochka (LevYaku)

Cena con los Haiba

★ L Y O V O C H K A ★

"Cena con los Haiba"
EXTRA 3/5

Eran cerca de las siete de la tarde cuando Lev había llegado a su casa junto a Yaku y Hinata para cenar. Tanto el libero de Nekoma como la carnada del Karasuno, llevaban un atuendo similar, y Lev, notando esa coincidencia durante el camino , no aguantó las ganas de reír. Shouyo no se lo tomó mal, en cambio Yaku se vengó dejando la suela de su zapato marcada en el trasero de su compañero.

La primera persona que se encontraron cerca de la gran puerta principal fue a la madre de Lev, una mujer de apariencia joven, piel muy clara, con grandes y expresivos ojos marrones, cabello castaño claro que le llegaba apenas al hombro y una sonrisa encantadora. Vestía un largo vestido estampado con motivos orientales en tonos pasteles.

― ¡Mamá!― exclamó Lev abrazándola como si no la hubiese visto en días.

―Hijo, bienvenido.― le contestó la madre correspondiendo el abrazo con fuerza. ―Veo que trajiste a tus amiguitos.― añadió mientras le sonreía a Yaku y a Hinata.

Ambos jugadores se sintieron un poco nerviosos y saludaron con una sonrisa forzada. La madre de Lev era bastante alta para ser japonesa, medía cerca de 1,75 cm.

― ¡Son adorables! ― dijo la madre de Lev acercándose a los menores y acariciando sus cabellos.

― ¿Verdad?― preguntó Lev mirando a su madre.

Yaku se sonrojó de inmediato y frunció el ceño. Hinata, en cambio, se veía halagado.

―Lyovochka habla mucho de ustedes, siempre me cuenta alguna anécdota de su senpai o del chico de Karasuno.―- comentó la mujer juntando ambas manos. ―Aunque no sabría decir cuál es cuál, es gracioso que ambos vengan con ropa tan parecida.

―Yo soy Morisuke Yaku, el senpai de Lev. Mucho gusto.― se presentó finalmente Yaku con la espalda totalmente erguida y dando un paso hacia adelante.

― ¡Shouyo Hinata, el chico de Karasuno, mucho gusto!― exclamó el pelirrojo aún nervioso.

―No hace falta tanta formalidad, siéntanse como en casa.― dijo la madre de Lev con una cálida sonrisa.

Lev también sonreía con ánimo, hasta que sintió una gran mano sobre su cabeza que desordenó su cabello.

― ¿Papa?― se preguntó Lev al darse media vuelta y ver que efectivamente se trataba de su padre quien aparecía misteriosamente en el lugar.

El padre de Lev era un hombre alto, superaba los dos metros de estatura, era de contextura gruesa, hombros anchos, cabello gris muy largo, barbudo, afilados ojos verdes, piel blanca y pestañas claras. Vestía unos pantalones de color beige apegado a su cuerpo, una camisa color rosa de manga corta y unos mocasines café. Su expresión era muy seria y se quedó contemplando a los amigos de Lev por unos segundos.

― ¿Quién es Yaku?― preguntó con una voz muy profunda.

Hinata le dio un escalofrío y se escondió detrás del mencionado. Morisuke, por su parte se le erizó la piel al escuchar su nombre.

―Yo, señor.― respondió como si se encontrara en un regimiento militar.

El hombre dio unos pasos para acercarse e inspeccionarlo con la mirada. Yaku tragó saliva, ya que a pesar de que estaba acostumbrado a lidiar con personas mucho más altas que él, no se comparaba en nada con la situación que estaba viviendo en esos momentos.