Levochka (LevYaku)

¿Qué pienso de Lev?

★ L Y O V O C H K A ★

"¿Qué pienso de Lev?"
EXTRA 2/6

Mentiría si dijera que Lev no me preocupa.

Fue un alivio que haya regresado a su forma humana, pero me siento culpable de haberlo dejado solo una vez que volvió a la normalidad.

Ese mismo día acompañé a su hermana al centro de la ciudad. Ella me confesó que su verdadera intención era comprar algo para su hermano. Y necesitaba mi ayuda. Yo accedí por supuesto. Y es que la hermana de Lev es muy linda. ¿Cómo negarme?

El problema es que me pongo nervioso cada vez que está cerca. Incluso ahora, que estamos caminando a una distancia prudente del otro. Ella es tan alta...

—Yakkun, ¿Qué crees que le hace falta a Lyovochka?— preguntó de pronto.

—Ah, bueno, sus zapatillas están algo gastadas. Ha entrenado muy duro desde que ingresó al equipo como titular. De seguro llegará a ser el as de Nekoma muy pronto.

"Qué estoy diciendo... ¿De verdad es lo que pienso o solo quiero llevarme bien con su hermana?"

—¡Es increíble escuchar eso! Siento que Lyovochka va por un muy buen camino gracias a sus senpais.— comentó sonriendo y mirándome a los ojos.

—Lev tiene mucho potencial. Su altura es de por si algo asombroso...— dije muy serio mientras seguía caminando con las manos en mi bolsillos.

"Odio admitirlo... Pero es la verdad."

Dicho eso, ella pareció más animada. Incluso se detuvo y levantó la vista.

—Bien, ¡Entonces le compraré un par de zapatillas nuevas para que pronto llegue a ser el as de Nekoma!

Yo solo sonreí confiado al verla tan optimista. Lev, "el as de Nekoma". Si tan solo fuera menos idiota, de seguro sería un gran jugador. Su idiotez opaca su aprendizaje. Maldito tonto...

— ¿Yakkun?

Ese idiota. Aún no puedo creer que yo le guste... ¿En qué momento?

— ¿Yakkun?

Y además me anda abrazando en la noche teniendo esos sucios sueños...

— ¿Me estás escuchando, Yakkun?

— ¿Qué?— volteé a mirar a la hermana de Lev. Me había distraído de un segundo a otro.

—Tus mejillas están rojas, ¿Te sientes bien?

Me puse más nervioso con esa pregunta y en seguida comencé a poner excusas. Me sentía bien, claro que me sentía bien, ¿Será que estar con Haiba-san provocó que me sonrojara? Aunque en realidad estaba pensando en Lev todo este tiempo. Maldito Lev...

—Yakkun, muchas gracias por cuidar de mi hermano.

La miré sorprendido.

—A Lyovochka le cuesta hacer amigos. Me imagino que debe ser porque es un poco imprudente con sus comentarios. A veces es demasiado honesto y dice lo que siente en el momento. Eso le ha traído varios problemas...— dijo deteniéndose en una gran vitrina donde exhibían helados de diferentes colores. —Dime, Yakkun, ¿Qué piensas de Lyovochka?

Se me erizó la piel al escuchar esa pregunta. ¿Qué pienso de Lev? Pues, que es un completo idiota... No, no puedo decir eso. Agaché mi cabeza.

—Lev ha sido un gran aporte para el crecimiento del equipo. Considero que le espera un buen futuro si continúa esforzándose.

Lo hiciste perfecto, Yaku.

—Eso me hace muy feliz.— dijo utilizando un tono muy suave.

Qué voz más dulce...

—Sabes, Yakkun, la gente me ha dicho que yo y Lyovochka somos como dos gotas de agua. ¿Qué piensas de eso?

Tragué saliva. Bien, ya lo había pensando. Haiba-san es una copia casi exacta de Lev. Pero, ¡Ella es distinta! Ella es muy amable y linda. Aunque no puedo evitar comparar sus rostros. Son... Sí, son casi iguales. Si no fuera porque habla cada cinco minutos, pensaría que se trata de Lev con una peluca... ¿Qué clase de cosas estoy pensando? Ahhh...

—Eh, bueno sí, son muy parecidos, físicamente. Pero cada uno tiene una personalidad bien definida que los hace únicos. — respondí un poco inseguro.

Haiba-san volvió a sonreír y me tomó del brazo para entrar a la tienda de helados. Parecía una cita, aunque por alguna razón, ya no me sentía tan nervioso como al principio. Los dos estábamos sentados, uno frente al otro. Ella es hermosa, pero ahora que estamos a solas y que la estoy conociendo un poco más, no lo sé, siento que mis expectativas están a la par con la realidad. ¿Eso es bueno o malo?

—Yakkun.— dijo mientras miraba la gran carta de helados. — ¿Sabes si a Lyovochka le gusta alguna chica?

Yo también estaba mirando la carta de helados. Estaba bastante concentrando leyendo los nombres cuando escuché esa pregunta...

Otra vez sentí que mis mejillas se enrojecieron pero esta vez era porque sabía la respuesta con exactitud.

Te odio, Lev.

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Continuará...

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