Capítulo 43

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Chase's POV

Voy de un lado a otro de mi casa sin nada mejor que hacer, hace dos horas terminé los deberes y de estudiar, hace una limpié mi cuarto,la cocina y el salón, no me queda nada por hacer y estoy que no quepo en mi, ¡necesito hacer algo! Desde que llegué a mi casa después del instituto estoy nervioso, ese chico, Jason -creo que se llamaba- no me da buena espina y sé que no debería desconfiar de un amigo de mi novia pero no sé, es extraño pero no penseís que siento celos porque el siempre estuvo ahí por ella y que sin duda si tuviera que escoger a alguno de los dos lo eligiría a él sin mirar atrás.

¿Qué dijiste de los celos? ¿Qué no los tenías? Ja, tienes unos celos tan grandes como una mansión

No es verdad y tu deberías saberlo solo es que tengo miedo de que Jason estropee nuestra relación, solo eso...

Chase, en serio si no empiezas a controlar tus celos acabarás solo y con 40 gatos

Pensaba que eso solo les pasaba a las mujeres

Hay gatos para todos

Ja Ja, muy gracioso.

– ¡Ay! – grito cuando la mesa de la cocina se interpone entre mi pie y el suelo haciendo que -cogiendome el pie- empieze a dar saltos y brincos por toda la casa. En mi camino hacia nuestro pequeño salón me doy con varrias puertas, paredes, cuadros, mesitas de decoración y casi todo lo que puede haber – ¡Mierda! – digo cuando al sentarme me clavo un chupete en mi parte trasera -culo- – ¿por qué dejais todo por medio? ¿qué te he hecho, dios? ¿por qué a mi? – digo levantando las manos al cielo, exasperado. Hoy todo me sale del mal en peor, suele pasarle a todo el mundo los lunes espero, como solo me pase a mi... Me tumbo en el sofá y miro al techo mientras respiro con dificultad debido a todos los golpes que recibí en menos de un minuto, gafe. Miro el reloj, Amy y sus amigas tienen que estar ahora en casa del idiota, quiero decir, Jason. A saber que están haciendo, ¿debería mandarle un mensaje? ñé no importa ya me escribirá luego. Voy hacia mi cuarto y marco el número de los chicos:

¿Qué pasa, tio? –saluda Ry desde la otra línea

– Hey bro, ¿os venís a casa o qué?

Va, yo iba de camino de todas formas – intenta bromear Dylan para despues de un corto saludo, corta dejándonos a Ry y a mi solos

¿Soy yo o a Dylan no le ha hecho mucha gracia eso del tal Jason? –pregunta

– Yo estoy igual, tio. No me fio de ese ni un pelo, si hubieses visto la mirada de odio que me lanzó cuando me acerqué a Amy sabrías de que hablo –rie– no te rías, enserio si las miradas matasen estarías vistiendote para mi funeral –él se limita a reir por cada cosa que digo lo que hace que me enfurezca más– bueno voy a cortar antes de mandarte a la mierda, nos vemos en un rato, adiós –cuelgo sin esperar a escuchar su reacción. En caunto dejo el movil sobre la mesa suena la puerta, un golpe tras otro, el que sea que está llamando o está cabreado o ansioso, espero que sea la segunda. Abro con cautela la puerta esprando ver a alguien muy enfadado, de una alta estatura con fuertes brazos dispiesto a matarme pero el único que se encuentra frente a mi es Dy, con una cara de que planea asesinar a alguien pronto que hace que retroceda dos pasos.

– ¿Cómo se atreve? Hijo de su madre, o me puedo creer que haya vuelto seguro que lo hace para fastidiar –empieza a murmurar– ¿viste como las miraba el maldito? Seguro que quiere separarlas de nosotros, ahora mismo debe estar tramando un plan para que cortemos –empieza a decir cosas por lo bajo que a mi parecer eran intendibles, si en algún momento esté celoso de que Amy saltase así sobre su "amigito" es porque no había visto a Dy, estoy seguro de que si no fuera porque matar es ilegal habría una persona menos en el mundo. Dejo que se desahoge pero cuando empieza a ponerse rojo de la ira decido intervenir, justo en ese momento aparece Ry quien me ayuda a sentarlo, no pregunten como entró ya que ni yo puedo contestar a esa respuesta. Le decimos cosas para calmarlo pero eso solo lo hace enfurecerse menos, tenemos suerte de que no nos duelan sus golpes si no ahora mismo estaríamos en el suelo llorando como nenas.

– ¡Ya esta! –grita Ryan– ya te has desahogado y tal pero debes parar si no quieres acabar en la lista de gente buscada por el FBI por asesinato –parece meditar las palabras mientras toma fuertes bocanadas de aire

– Lo siento, es solo que no me gusta que mi novia esté en casa de otro chico y que ni siquiera me haya mandao un mensaje –mientras hablan dirigo mi mirada a su movil que se encuentra a unlado de la puerta de entrada, supongo que se cayó cuando entró, este no para de encenderse y bribar pero como los simios que tengo a mi lado parecen sordos no se dan cuenta. Sin que se den cuente me levanto y suelto una sonora carcajada cuando me doy cuenta que en verdad Sof si le estaba mandando mensajes, claro está el enfado pudo con él. Se dan la vuelta y cuando Dylan se da cuenta de que me rio de algo de su teléfono corre hacia mi para después arrebatarmelo– no tienes derecho a ver mis cosas –dice enfadado

– No sé si te has dado cuenta genio pero tienes más de veinte mensajes de tu novia –su mirada cambia a una de asombro– si alguien tiene que estar enfadado por eso no eres tu, si no Ry y yo

– Ya bueno sobre eso, Sam me manda un mensaje cada media hora para contarme como van –dice Ryan a mi espalda, dejandome totalmente de piedra

– Tiene que ser una broma –murmuro enffadado mientras me acerco a mi móvil para llevarme el peor chasco de mi vida, solo tengo un mensaje y es de mi madre diciendo que hoy tiene guardia en el hospital y que Lena está con mis tios. Me doy la vuelta enfadado y cogo las llaves de la casa para luego salir casi corriendo a la de Amy, la cual está bastante cerca. Mis amigos me siguen desde atrás y veo como el cabreo de Dy ha vuelto.

– Creo recordar que Amy dijo que vivía enfrente –nos recuerda Ryan. Cruzamos con paso ligero la calle y nos paramos frente a una casa de las muchas que hay en esta calle, todas las luces están apagas y solo se escuchan gritos por lo cual los tres nos ponemos tensos, Ryan es el único en reaccionar y llama repetidas veces a la puerta un ¡ya voy! se escucha desde dentro de la casa para luego ver a una sonriente Sam pero al darse cuenta de nuestra cara su sonrisa desaparece y es cuando me fijo en como está vestida, tiene el pelo todo desordenado -cuando ella es la que siempre perfecto- su camiseta esta fuera de sus pantalones y totalmente arrugada y segundos más tarde al ver a Amy es cuando me doy cuenta de que lo mejor habría sido no venir...

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