Capítulo 43

25 6 0
                                    

Me voy alejando poco a poco de esa endemoniada casa enfadado pero sobre todo dolido, confié en ella y así es como me lo paga ya me cansé, estoy harto de ir siempre detrás de ella para que en cuanto tenga un momento se lie con el primero que pille, si quiere ir de tio en tio por mi genial, es su vida pero que no se aproveche de que llevo meses enamorado de ella, eso no lo hace ni el más mujeriego. Empiezo a correr hacia mi casa escuchando de fondo sus pisadas y como grita repetidas veces las mismas frases, ¡no es lo que parece! o ¡Chase deja que te lo explique! lucho porque no salgan las lagrimas y si, los tios como yo tambien lloramos por una infidelidad de alguien que nos importa, de alguien del que estamos enamorados, de alguien por el que habrías puesto la mano en el fuego, por esa persona por la que darías la vida sin pensarlo... Veo mi casa a lo lejos cuando un pequeño cuerpo se tira sobre mi haciendo que ambos caigamos al césped que está al lado de la acera. Intento separarme de ella por todos los medios posibles pero esta pegada a mi espalda como una total lapa.

– Amy, sueltame –digo lo más seco posible mientras intento separar sus manos de mi cuello.
– No te soltaré hasta que te decidas a escucharme –al ver que no digo nada continúa– no sé que es lo que piensas que ha pasado pero...
– Pienso que os habeis dado un revolcón y sueltame ahora mismo, no quiero hacerte daño

No como el que me has hecho tu

Entre algunas palabras que dice intentando que la escuche logro separarme de ella y sin perder un segundo vuelvo a correr pero está vez el dolor en mi pecho aumenta y más al saber que ya no corre detrás de mi. En un principio pensé que lo mejor sería ir a mi casa pero en el último momento cambio de dirección y me dirijo al gimnasio. Los pies me duelen a más no poder y por muy cursi que suene el corazón también, si la semana pasada pensaba que podía perder a Amy ahora lo tengo más que seguro y ésta vez no será ella la que se enfade o no, claro que no. Llego al gimnasio saludo a la secretaria y entro. Las siguientes horas me las paso usando cada una de las máquinas que hay, no me importa que hagan, no me importa para que sirvan solo quiero desfogarme y esta es la mejor manera que he encontrado. A la hora de cierre -12:00- salgo del gimnasio y vuelvo corriendo a casa, el enfado me da energía y eso es precisamente de lo que me quiero librar. Pagaría por poder borrar todo de mi cabeza pero cada recuerdo, cada experiencia, cada beso, cada caricia se repiten una y otra vez en mi cabeza haciendo que mi humor cambie repetidas veces. Llego hasta mi edificio, subo por el ascensor y mientras intento -como toda la tarde- que mis lagrimas no salgan veo algo que me rompe. Amy se encuentra dormida al lado de mi puerta y por muy enfadado que esté con ella no puedo dejarla ahí dentro. Abro la puerta en silencio para que no se despierte y seguidamente la cojo como a una princesa aunque en estos momentos no lo parezca. La tumbo en el sofá y la miro unos segundos.
– ¿Por qué lo hiciste, Amy? Confiaba en ti y me lo pagas de esta forma, se que es tu amigo pero no tenías derecho a destrozarme –susurro aún sabiendo que no puede escucharme. Me levanto y me dirijo a mi cuarto no sin antes darle una última mirada y pensar que esta puede ser la última vez que la vea tan de cerca... Corro hacia mi cuarto, me pongo el pijama y me acuesto. Cuanto antes termine esta mierda de día mejor. Miles de vueltas en la cama más tarde consigo conciliar el sueño en el que como no, Amy es la protagonista ¿acaso no puedo dejar de pensar en ella ni un maldito segundo?

¿Amy West, qué me has hecho?

****************************

Abro los ojos lentamente pero un rayo de luz me hace volver a cerrarlos rápidamente, me duele cada músculo de mi cuerpo es como si hubiese corrido un maratón... los recuerdos del día anterior vienen a mi mente de sopetón haciendo que suelte un jadeo. Mierda, tengo que arreglar las cosas con Chase no puede pasar más tiempo sin que sepa lo que en verdad pasó

Flashback

Nos encontramos en el salón de la casa de Jason viendo una de las películas que escogimos, Sam al ser la más "glotona" de las tres es la que tiene el enorme bol con palomitas lo cual ahora que me pongo a pensar es una mala idea ya que ella no suele compartir. Alargó el brazo hacia el bol y justo cuando los dedos rozaban las palomitas ¡pom! Sam aleja mi mano con un golpe seco que hace que se me ponga completamente roja y me empieza a doler levemente.

– Hija de... déjame comer –le susurro
– No
– Si
–No
– Si
–Si
– ¡Gracias! – digo cogiendo un puñado de palomitas totalmente feliz al ver que su intento de ganarme no le ha salido bien.
– Dime que no retó a Sam con la comida –le susurra Jason a Sof al oído
– Amigo mío, eso es justamente lo que acaba de hacer

Antes de que pueda decir nada al respecto tengo a Sam encima haciéndome cosquillas, el problema es que las cosquillas de Sam no son precisamente agradables ya que a parte de hacerte reír también te hacen gemir de dolor, sinceramente no sé qué hace pero duele como los mil demonios. Le devuelvo las cosquillas y hago lo que más le puede molestar en toooooodo el mundo, le pasó la mano por la cabeza haciendo que esté totalmente despeina.

– La acabas de liar querida amiga, NADIE se mete con mi pelo – y ya os podéis imaginar lo que vino después. Acabamos muy mal, el pelo estaba horrible, nuestra ropa arrugada y nuestro maquillaje ligeramente corrido y en eso suena el timbre. Sam sale corriendo hacia la puerta y yo la sigo andando -no hay ganas de correr- habré la puerta feliz pero lo que hay al otro lado de ella le va quitando su sonrisa de poco a poco. Curiosa me asomo y entonces es cuando caigo de porqué está así. Chase, Ryan y Dylan con un enfado bastante notable...

Fin del flashback

Es extraño, esta textura no es la de mi cama un segundo... ¡Está no es mi casa! Miro asustada a todas partes pensando en lo que pasó antes de que me quedara dormida en la puerta de Chase, ¡claro! hay dos opciones: la primera es que me secuestraron cuando esta dormida e indefensa o Chase me metió dentro de su piso. Creo que es la segunda. Me incorporo lentamente e intento hacer memoria de donde se encuentra la habitación de mí novio o mi ex eso ahora mismo no importa. Llego a su habitación y me decido entre abrirla y encararlo o irme y ser una estúpidamente cobarde que perdió a su novio por un malentendido, creo que la respuesta es clara. Abro con cuidado de no despertarlo -si es que no lo está ya- al verle todos los recuerdos se reproducen en mi cabeza y aunque sé que desconfía de mi esta vez no pienso enfadarme. Me tumbó a su lado y el instintivamente rodea con su brazo mi pequeña cintura, me acurruco más a él y disfruto de la compañía que puede que no vuelva tener si no quiere escucharme.

Horas antes en la casa de Jason...

– Y eso es lo que pasó cariño te lo digo de verdad, ya sabes cómo soy con la comida y con mi pelo solo ha sido una pequeña pelea entre nosotras por favor, no te enfades por favor – le digo a Ryan después de haberle contado a él y a Dylan lo que en realidad pasó entre Amy y yo, espero que ella haya podido hablar con Chase ya que él se fue en cuanto nos vio, temo por lo que haya podido pensar.

– Casi subo a matar a Jason, no sabes lo que sentí cuando te vi de esa forma sabiendo cómo eres con eso del pelo –murmura para luego darme un gran abrazo, lágrimas silenciosas empiezan a caer por mis mejillas de solo pensar en lo que podría haber pasado si hubiese hecho lo mismo que Chase ¡no habría podido hablar con el! Las cosas si estaban tensas ya de por sí ahora lo estarán aún más aunque Jas no haya hecho nada salvo no repartir las palomitas en dos bols.

– ¿Crees que Chase habrá escuchado a Amy? –pregunto aún en sus brazos

Si te soy sincero creo que no la habrá dejado hablar siquiera, probablemente tengamos que intervenir para que la perdone, se están haciendo bastante daño el uno al otro si se empiezan a pelear todas las semanas por cosas del pasado o mal entendidos no creo que duren mucho, amor

Estoy de acuerdo pero para eso estamos nosotros, para que se reconcilien cada vez que discutan por una cosa sin importancia...

Problemas PendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora