Misterios reencarnados

Una nueva vida

- ¡Allison puñetas que despiertes!

Cuando escuche esa voz me di cuenta que era Lucía mi amiga, frote mis ojos con mis dedos y ahí estaba... Arturo, el guapísimo vampiro que me convirtió.

- ¡Joder! Allison, llevabas 3 meses en coma- dijo abrazándome.

- ¿Espera como que 3 meses en coma?- tenía miedo, que le abran dicho a mi madre, a mí hermano. No sabía si fueron sinceros.

¿Y si le contaron a mi mamá qué soy una vampira? ¿Cómo reaccionaría mi hermano Dustin? ¿Qué haría ahora con mi vida ya que tengo una vida eterna?

- Yo le dije miles de veces a Lucía que era parte del proceso de vampiro y que no morirías pero no me hizo caso- La voz de Arturo cambio a una voz de esas de España.

-¿QUÉ COÑO LE PASA A TU VOZ ARTURO? - dije sorprendida, su voz era demasiado de sexy y ojalá no siguiera imitando esa voz porque me enamoraría.

- Soy de España, ¿cómo quieres que hable? A veces finjo mi voz tía- Lucía y yo nos empezamos a reír fuertemente cuando dijo tía.

La verdad tenía muchas preguntas en mi mente y quería aclararlas todas.

- ¿Dónde está mi madre?

- Allison- hablo Lucía - le contamos a tu madre todo.

Quería morirme, no sabía cómo reaccionaría mi madre ante esta situación, ante esta fantasía. Claro que todo el mundo escucha hablar de vampiros. Pero nadie cree en ellos.

-¿Cómo reaccionó?- dije con nerviosismo.

-Allison, es tu madre. Ella te ama, jamás te dejaría sola. - Lucía tenía un brillo en sus ojos- dijo que si fuera por ella también se convertiría en vampiro y Dustin también- Lucía no pudo evitar reírse igual que Arturo.

- ¿Y Dustin? ¿Cuál fue su reacción?

- ¿Dustin?- al fin hablo Arturo con una sonrisa de lado- El está feliz de que su hermana sea una vampira, dice que lo conviertas también.

-¿AHORA TODO EL MUNDO QUIERE SER VAMPIRO- digo riendome un poco, ya que todo esto me causa un poco de risa.

Escuchaba la risa de Lucía y Arturo. Por unos 5 segundos Arturo y yo nos quedamos mirándonos.

-Lucía, puedes dejarnos solos a mí y Allison- Lucía solo asintió y se escuchó la puerta sonar cuando se fue.

Mire a Arturo esperando a ver qué quiere hablar conmigo, nosotros solo nos miramos.

- Dios Allison, no sabes las ganas que tengo de besarte ahora mismo- el solo me miraba a los ojos y yo solo quería tapar mi cara por lo que me dijo, nadie nunca había sido tan directo.

No sabía qué decirle, solo observaba su barba que ya le había crecido un poco y sus facciones tan perfectas.

- ¿Nosotros vivimos una historia de amor cuando yo era Roberta, cierto? - no pude evitar preguntarle, ya que me acorde cuando él dijo "Mi amada Roberta, no sabes cuándo tiempo te he estado esperando".

Quería saber respuestas, el solo estaba feliz y sonriendo.

- Si, amor mío- escuchar esas palabras salir de su boca me causaba una felicidad y miles de mariposas asesinas en mi estomago.

Quería saber cuál era esa historia.

- Por favor, cuéntamela Arturo- me levante un poco de la cama y estire mi mano para que el la sostuviera.

El tomo mi mano y al sentir nuestras manos juntas me di cuenta lo frio que ambos eramos, nuestras temperaturas son frías pero decidí ignorar eso ya que podía ser que los vampiros fueran así.

- Me acuerdo como si fuera ayer- su sonrisa cada vez era más grande- Estabamos en la misma escuela, yo entre nuevo, porque pues vivía en España. Es mi lugar de nacimiento y donde fui transformado- el solo miraba mis ojos- mi tío me transformo, yo fui quien se lo pedí. Quería una vida eterna, pensaba que sería lo más genial de este mundo y lo es- hizo una pausa mientras entrelazaba nuestras manos- pero no es lo que uno imagina.

¿Cómo es que no es lo que uno imagina? ¿A qué se referia?