Escondidas.

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¿De dónde vienes Jungkook? ¿Qué sueñas todas las noches? ¿Tus padres son buenos contigo? ¿vives con ellos? ¿trabajas? ¿estudias? todas aquellas interrogantes rondaban por la cabeza de Jimin. Todo lo relacionado con su amigo producía una curiosidad insana; deseaba saber si era normal.

No quería parecer un niño extraño, así que evitaba a toda costa parecer ansioso y hostigoso.

Se sentía tan agradecido con él por acompañarlo todas las noches a dormir. Incluso una noche que hubo lluvia eléctrica, tomo su mano y no la soltó. Era el único, pero el más grande amigo que jamás hubiera podido conseguir. Se sentía agradecido por conocerlo.

Pasaron tres maravillosos años, sin Kookie hubiera sido imposible afrontarlos. Ya que a su aburrida rutina se le sumo la insufrible escuela y tutores privados que reforzaban; lo que en primera instancia ya había sido agobiante de escuchar.

Todo su mundo giraba en su eje natural, pero un día algo confuso paso. Su amigo le confeso que trabajaba en los establos de la familia, por vergüenza no se lo había comentado antes; se justificó y lo llevo a conocer donde vivía.

Le explicó que como tenía 8 años la labor aún no era pesada pero con el tiempo aumentaría. Por eso tenía lapsus libres para jugar con Jimin y estar junto a él.

-No hay demasiado para mostrar, pero tenía ganas de traerte.- Le decía sin mirarlo directamente a los ojos. Se veía algo pálido a decir verdad.

-Es un lugar muy confortable, no te imaginaba viviendo en un lugar menos cálido.-

-Podemos dar un recorrido por las afueras. Pese a que son tus caballos, no recuerdo haberte visto montar ni una sola vez.- se mofó inocentemente

Así caminaron de lo más pacifico, por toda la extensión de la amplia propiedad hasta que se encontraron a otros niños. Luego del breve ritual de miradas mutuas, decidieron que sería divertido jugar a las escondidas con el nuevo, pese a las negativas de Jungkook.

Al no tener la malicia tan desarrollada, repararon en las ropas algo pomposas de Jimin, tampoco eran tontos pero no le prestaron demasiada atención, ni efectuaron preguntas incómodas pues solo querían divertirse.

El pelirrojo seleccionado comenzó la cuenta regresiva. Y todos agarraron rumbos distintos.

Sin embargo cuando Jimin imitó a los otros infantes, pronto se encontraba firmemente sostenido por la mano de Kookie, quien decidió por ambos que un sitio seguro sería la bodega de herramientas y demás utensilios.

No se quejaba en absoluto, en su escuela siempre era el primero en ser encontrado y sujetado por su mejor amigo pensaba correría con mejor suerte; ya que se cansaba de las burlas que era víctima por ser considerado torpe e ingenuo.

Al decir verdad Jungkook era algo posesivo con su amistad, no le agradaba que otros niños se acercaran. Ni si quiera ahora se veia conforme con el juego colectivo. Una semana le costó asimilar que Jimin no lo cambiaría por nadie una vez asistiera a un recinto educativo y aún así con celos palpables todas las tardes lo interrogaba sobre sus actividades diarias.

Cuando llegaron a la bodega de herramientas, se metieron en un armario de limpieza y al parecer era el escondite perfecto pues no habían escuchado ni un solo sonido que delatara la presencia de alguien.

Se encontraban nariz contra nariz y Jimin se comenzaba a cansar de estar parado, por algún motivo era difícil sostenerle la mirada a su amigo. Cualquiera que lo viera pensaría que era una hermosura de niño interna y externamente, pero él era muy inseguro con una autoestima algo frágil. Y fue ahí cuando las interrogantes lo atacaron.

-Por favor, dime... ¿Te agrada pasar tiempo conmigo?.-

-No, me incomoda tanto estar contigo. Por eso la noche se ha vuelto mi momento favorito del día, tu sabes... abrazarte en medio de la oscuridad es tan insoportable. Es anti natura que una criatura como tú sea tan insegura Jimin, no me gusta verte así. Debes saber que eres mi ser favorito en todo el planeta.- lo dijo franco y directo. Sin una pizca de vergüenza.

Algo dentro de Jimin detuvo su curso, y cuatro milésimas de segundo después comenzó a trabajar a toda máquina. No recordaba que Jungkook dijera tantas frases juntas y de corrido, y vaya que le gustaba... las frases.

-Mis piernas duelen, es un buen escondite pero me molesta esta posición.- Se apresuró a cambiar la conversación, pues aparte de los pies le latía el corazón. Aunque sospechaba que por motivos distintos.

-Ni si quiera me sorprende lo niña que eres, mira que no aguantar ni 15 minutos parado.- Se carcajeo.

Cuando Jimin estaba por despotricar en contra del individuo al frente suyo. Sintió ¡sus manos en la cintura! fue alzado como una pluma y atónito vio como Jungkook se sentaba estilo indio en el suelo llevándolo a su regazo.

-¿Esta posición te gusta?.-

Tenía mil palabras que decir, pero se le formó un nudo en la garganta. Y se quedó ahí sentado en las piernas de su amigo, mirando a la nada en silencio. No era extraño para nada, es decir alguna vez se sentó en el regazo de su padre y en el de Papa Noel, nada nuevo.

Entonces ¿Porque se sentía tan diferente? De seguro era porque el agarre de Jungkook se sentía secreto, privado... extraño. O bueno al menos el no recordada que San Nicolás o Chanyeol hubieran puesto a descansar distraidamente la mano en su rodilla.

¡No podría verlo a la cara nunca más! Respirando se regaño mentalmente por ser paranoico, era su amigo y los dos eran niños. Él sólo estaba solucionando la debilidad de sus piernas.

Había pasado media hora, así que fue irresistible apoyar su cabeza en el hombro contrario. Definitivamente ¡ganarían la ronda de las escondidas! Al juzgar por lo acurrucado que se encontraba en los brazos de Jungkook.

Cuando paso una hora. Los dos habían olvidado la razón de estar ahí, Y sólo se concentraron en la compañía. A la segunda abandonaron el recinto era lógico suponer que se olvidaron de ellos.

Francamente a ninguno le importó, caminaron rumbo a la habitación de Jimin en silencio. No entendía porque seguían agarrados de la mano, el peligro de ser encontrados ya había pasado... O eso quería creer.

No quería separarse de él. No soportaría perder a su único amigo.

El lunes tengo examen. Dios ayúdame. xD 😂😢🔫

Pacto ancestral.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora