Pacto ancestral.

Cumpleaños.

Las luces parpadeaban por toda la mansión, se lograba ver el rostro de la persona con la que se hablaba pero a ratos era posible confundirse entre tanta gente.

Quien sabe de donde había salido tanto jovencito, estaba cubierto el perímetro sin llegar a ser incomodo, Jimin pensó que sólo asistirían sus compañeros de curso, con los cuales tenia una relación cordial pero no muy estrecha.

La mayoría de invitados estaban concentrados en el jardín oeste, escuchando la música en vivo. Buscando con sus sentidos viperinos algo que criticar de la velada.

Era fácil suponer debido a la personalidad sociable, divertida y sin malicia de Taehyung que un evento organizado por él seria un éxito rotundo. Todos querían ser amigos de alguien como él.

Los invitados que no pertenecían al circulo de Jimin, que venían siendo el 90% aproximadamente, luego de conocer al cumpleañero y darle un paneo a su apariencia, clase y abolengo, reafirmaban que estaba en el top 5 de las fiestas del año.

No lo hacían con malicia, los habían criado para estar midiendo constantemente ese tipo de cosas. Era natural entre ellos.

Cerca de media noche cuando apareció un pastel decorado en tonos metálicos, la fiesta se encontraba en el punto de baile tipo discoteca.

Jimin se concentró en su deseo de cumpleaños, casi como si estuviera invocando un hechizo. Todos los ojos estaban en él como centro de atención.

Una vez apagada la vela y dichos los buenos augurios, el baile se restauró con más impetu y algo de desenfreno, Jimin se sintió vacío y le pareció la mejor idea del mundo tomar aire lejos de todos.

Caminaba silenciosamente por el césped, contemplando la resplandeciente luna algo cabizbajo y cuando la decepción comenzaba a taladrar en su corazón... lo vio.

El aire se le quedó retenido en los pulmones, Jungkook estaba guapísimo con la ropa que le había seleccionado. Cuando el oxigeno comenzó a circular por su aparato respiratorio lo entendió... Lo amaría aunque fuera cíclope.

El físico aunque muy agradable, no representaba nada a lado de los sentimientos. Corrió a sus brazos y lo beso como su inocencia jamas le permitió.

Tal vez paso una hora, dos o tres, pero no podía importarle menos.
Jimin se encontraba preso en el abrazo protector, quien entre caricia y caricia lo llevó a sentarse en los típicos muebles de piedra de los jardines.

Jungkook jalo el labio superior contrario, mientras suavemente acostaba a su novio. Dirigió su mano al tobillo del pequeño y con suaves masajes, se deleito con el suspiro que escucho.

Saco su zapato y exhalo en la planta del pie. A ese punto Jimin daba fe de lo virginal que era su cuerpo, estaba temblando de excitación con simples roces.

Mirándolo intensamente Kookie lamió su pie, provocando intensos espasmos y grititos.

Tomando los suaves pies, le separo ambas piernas y lo jalo sin piedad hacia él.

Jimin chocó con la pelvis de su amado y no pudo evitar sonrojarse furiosamente, a toda costa evitó mirarlo a los ojos.

Fue cuando quedo atónito, porque su Jungkook se retiro el saco azul de un solo tirón, fue desabrochando con una masculinidad inagotable cada botón de la camisa con estampado estrellado, dejando a la vista su torso musculoso.

Atrayéndolo mas hacia él, junto más sus pelvis y lo coloco a horcajadas sobre él. Justo cuando el pequeño niño de la casa estaba por protestar y hacer uso de la razón, las buenas costumbres y el pudor.

Le arrancaron la camisa con un movimiento unánime, tirándola al suelo. Juntando las pieles desnudas, le observaron con ansiedad y pasión.

-sh, sh, sh no te pongas nervioso amor, todo esta bien.- sentir ese mordisco en su lóbulo derecho lo derritió y languidanente deposito sus brazos en los fuertes hombros de Jungkook.

-lo vas a disfrutar, seré gentil bebé.-

Todo se convirtió nubloso después de eso, sintió el césped en su cabeza haciéndole cosquillas. Y el cabello azabache de su novio entre las manos.

Cuando su pantalón fue arrastrado por sus piernas, no pudo interesarle menos. Se sentía correcto estar en ropa interior frente a él.

Sentir sus besos, lamidas y succiones por todo el cuerpo, cuando lo despojo de su última prenda sintió su aliento golpear su parte privada.

Comenzó a hiperventilar, pero Jungkook entrelazo sus manos y con movimientos firmes lo lamió ahí.

Una, dos, tres veces, cuando ya rayaba en el desmayo sintió que se encontraba en la boca de su novio.

-Jung... Kook ah que haces mmm no.-

Dio no, moriría de la vergüenza. Lo devoro completamente, mientras sus manos recorrieron toda la extensión de su cuerpo.

Los ojos de Jimin se humedecieron, respiraba por la boca y pequeñas gotitas de sudor se mezclaban con las de Jungkook. Cuando estaba tocando el cielo, oyó a lo lejos.

-Mirame.- Su novio introdujo un dedo en su boca, de una forma que no supo interpretar. Eso era lo más sensual que jamas vería.

Le sonrió soncarronamente, y lo volteo. Sintió un dedo, luego dos y no pudo hacer mas que llorar de dolor, gemir y lamentarse como el pequeño que seguía siendo. Recibía palabras tiernas y caricias en el cabello que no lograban aliviar el ardor de aquel lugar.

Comenzó a sentir movimientos con descargas agradables. Y después de eso se le nublo la vista, cualquiera con la mínima experiencia hubiera notado lo casto de su cuerpo, estaba completamente receptivo, simples roces lo tenían gimiendo como un gatito de cara al suelo.

Levantaba la colita, cuando Jungkook alejaba por segundos los dedos. Fue cuando le lamió la entrada, y lo embistió con la lengua. Lo enloqueció, sus gemiditos sonaban a locura y lujuria recién estrenada.

Kookie no necesito mas estímulo que la vista cuando volteo a Jimin de frente hacia él. Despeinado, excitado, un ser etéreo que seguía viéndose frágil en algo tan carnal como el sexo.

Se posicionó y lo consumó, años de caricias infantiles se transformaron en un amor adulto.

No podía estar más satisfecho, mientras Jimin se retorcía con cristalinas lágrimas en sus bellos ojos cerrados, él poseía la sonrisa más auténtica de su desdichada existencia.

Le daba besitos, mientras aumentaba el ritmo y sentía la gloria próxima.

Era increíble saber que la dulce preciosidad llamada Jimin, lo recibía en su cuerpo y vida voluntariamente.

Espero no haya muchos errores, no lo revise. xD