34. Alexis

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A pesar de  que  los Lakers  pierden  por  un  par de  puntos, la paso  increíble  y,  lo  mejor de todo  es  que  estábamos  a  dos sillas  de  los jugadores,  realmente,  disfruto  del juego,  
-¡Jackson!-grita  alguien  mientras salimos del  estadio,  él sostiene  mi  mano  y  parece  no escuchar que  alguien  lo  llama,  -¡Jax!-  gritan  de  nuevo,  me  volteo  mientras aprieto  la  mano  de Jackson, no  quiero  separarme  de  él,  siempre  he  odiado  los amontonamiento  y  juro  que  si estoy  sola  en uno  me  tiro  al suelo  y  me  largo  a  llorar,  
-Jax-lo  llamo,  él  me  mira  sin  dejar de  caminar,  -Alguien  te  llama-,
-Lo  sé,  tu solo  camina-dice,  se  ve  preocupado, asique  asiento  y  me  pego  a  él.
-¡Al  fin!-exclama cuando  logramos salir,  -¿Te  gustó?-asiento  antes de  colgarme  de  su cuello,   -Bien, vamos a  comer  algo-,
-Muero  de  hambre-admito,
-¡Hey, Jackson!-exclama un  chico  acercándose  a  nosotros, la  mano  de  él que  me sostiene  se  tensa, al igual que  todo  su  cuerpo,  me  aferro  a  él, pegándome  más a  su  cuerpo,
-¿Richy?-pregunta  Jackson  tratando  se  sonar amigable  pero  sé  que  está  fingiendo,  
-Si  hermano, soy  yo-dice,  lo  envuelve  en un  abrazo  pero  Jax  no  suelta  mi  mano,  es más, la  sujeta con  más fuerza,  -¿Vives  aquí?-,
-No-dice  Jax,  -Solo  estoy  de  vacaciones-miente,  ¿Quién  carajo es  este  chico y por  qué le miente?,
-¡Que  mal!-exclama el  otro,  -Tu  magia  me  vendría  muy  bien  aquí-,
-Ya  no  lo  hago  Rich-admite,  
-¿Te  saliste?-pregunta,  Jax  asiente,  -¡Con  razón  tuve  que  hacer  negocios  con  el idiota de  Daniel!-, Jackson  me  mira de reojo, sé  que  le  gustaría  que  esto  no  esté  pasando,  
-Si, bueno...-, no  tiene  idea  que  hacer,  -Nos  vemos en  otra  ocasión  Richy-le  dice, estrechan  manos  y  Richy  le  susurra  algo  al oído,  me  gustaría tener  oído  absoluto  para saber que  le dice  pero, tira  de  mi  mano  y  me  aleja  del  otro  chico,
-¿Qué quieres  comer?-me  pregunta,
-¿No  vas a  decirme  nada?-,
-Lo  haré  pero  no  ahora-admite, asiento,  no  quiero  presionarlo,  
-¿Subway?-pregunto,  él asiente  y  caminamos en  dirección  del local  más cercano.
Durante  la  comida lo  noto  incómodo, no  conmigo  sino  con  lo  que  pasó,  éste  tal  Richy lo  ha  dejado  preocupado  y,  sé  que  trata  de  disimularlo  asi que  me  hago  la  tonta  y  me  olvido.
-¿Me  llamas cuando  llegues?-,  me  sostiene  por la  cintura en la entrada de  mi  edificio, asiente  antes de  besarme,
-Felicidades  mi amor-,  me  sonrojo  como  estúpida, no  ha dejado  de  felicitarme  en todo el día,  -Te  mereces  esto  y  todo  lo  que  vendrá después-,
-Gracias-, lo  abrazo  con  ganas,
-Entra que  se  está  poniendo  frío-sugiere,  -Te  llamo  cuando  este  en casa-asiento  y  lo beso antes de soltarlo, espera a que entre antes de irse.

¿Hay lugar para el amor? (Libro 2 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora