¿Hay lugar para el amor? (Libro 2 de 3)

15. Jackson

Preparo  una  mochila, solo  son  tres  días,  volveré  el domingo  por la noche, no  puedo faltar a la construcción.

-Hola-me  saluda Isadore  entrando  al aeropuerto,  me  quito  los auriculares  y  la saludo,  
-Hola Isa-,
-¿Nervioso?-pregunta,  
-Odio  los aviones-admito,  ella se  ríe,  
-No  es un  viaje  largo-,  la  miro  formando  una línea  con  los labios,
-Son  nueve  horas Isa-,  me  toma del brazo,
-Que harás feliz  para  verla-, asiento,
-¿Listos?-pregunta  Tobias apareciendo  desde atrás, Isadore  asiente,  -Vamos  entonces-, lo seguimos, viajaremos en primera clase, beneficio Toyota. 

-Gracias al cielo-susurro  cuando  me  bajo  del  avión, Tobias se  ríe  detrás  de  mi,
-Vamos campeón, hago  esto  por  ti-dice  rodeando  mis  hombros con  un  brazo,  
-Lo  haces  por la playa-me  quejo,  
-También  pero,  es  mi  hermana-dice,  se  separa de  mi para  abrazar  a Isadore,  
-Mañana  iremos a  la  playa-me  dice  ella,  -Te  va a  encantar-,
-¿Ya  has  estado  aquí?-,
-Si  pero  no  le  digas a  mis padres-pide  Tobias,  -Vinimos  pero  no  les  avisamos-ambos se ríen,  
-Tú  también  estás  hasta  las  pelotas-le susurro  a  Tobias  al oído, él  explota  de  la risa,  
-Vamos, alquilaré  un  auto,  dejaremos  todo  en lo  de  mis padres  e  iremos al local-,
-¿Sabes  dónde  está?-,
-¿Quién?,  ¿Alex?-asiento,  -En lo  de  una amiga,  mamá  acaba de avisarme  que  se  fue  a comer  y  los  vería  en  el  local, llegaremos, te  quitarás  el  olor a  viaje  e  iremos  a verla-se  burla,
-Me  bañé  antes  de  subirme  a  ese  avión-me  defiendo,
-Ya,  ya-dice  Isa,  -Se están comportando  como  mis  alumnos-se  queja,  nos  reímos juntos.
Los  padres  de  Alexis  me  reciben realmente  contentos  de  que  esté  ahí. Me  muestran  la casa entera  y  hacen  que  deje  mis cosas  en el  cuarto  de  Alexis.
-¿Listo  Jax?-me  pregunta  Isadore  mientras  me  cambio  de  remera,  
-Listo-, tomo  mi  celular  y  la  sigo  por el  pasillo.
Subo  al  auto  que  Tobias  ha alquilado  y, seguimos al auto  de  sus padres  mientras  atravesamos  San  Diego.  Mi  celular  suena, miro  la pantalla,
-Es  ella-aviso,  Isadore  se  voltea  en  el asiento  delantero  para  mirarme,  -Hola preciosa-le digo  contestando  su llamada,
-Te  extraño-dice  haciéndome  sonreír,  -¿Estás  en  el  bar?-,
-Estoy  entrando  al  bar ahora-, Isa se  cubre  la  boca  para no  reírse,  -¿Cómo  vas?-,
-Hay  un  montón  de  gente  ya pero...-,
-¿Qué pasa?-,
-No  sé-admite,
-¿Me  estás  necesitando?-le  pregunto  divertido,  
-Si-admite,  
-Estoy  ahí  contigo, apoyándote  al cien por  ciento-,
-Lo  sé,  gracias-,  
-Deja  ese  teléfono-le dice  alguien,  
-Ya,  Blaire,  solo  un  segundo-se  queja,  -Te  llamo  después  amor-,
-De  acuerdo-le  digo,  -Pero…  sonríe por  mi, lo  estás haciendo  genial-,  la escucho  sonreír al otro  lado,
-Te  amo-,  
-Yo  también,  mañana  me  llamas  y  me  cuentas  todo-,  estoy  tentado  a  reírme  pero  me contengo,
-De  acuerdo-dice  y  termina  la llamada,
-Eres  un  campeón-me  festeja  Tobias, 
-Yo  me  habría  reído  desaforadamente-.
Veo  el centro  de  San  Diego  por la  ventanilla  otros diez  minutos.  Tobias estaciona  el auto  y, antes  de  bajarse  me  mira,
-¿Vamos nosotros primero  o  tú?-,
-Vayan  ustedes  primero-anuncio,  -Se  creyó  que  estoy  en el bar asique  no  va  a esperarme  si  aparecen ustedes-,
-Vamos entonces-dice  Isadore.  Los  veo  caminar hasta  el local y  escucho  a  la gente chillar  cuando  entran, espero  algunos  minutos a  que  la gente  se  calme  y  hago  mi  camino  hacia el local.