Cuando terminamos de cenar levanta la mesa y lava los platos. Sería el esposo perfecto, ¿En qué piensas Alex?, No vas a casarte por mucho que lo ames.
Abro las cortinas, todas, para poder mirar la tormenta, hay algo fascinante en la lluvia.
Me siento en el sillón mientras espero que él termine para acompañarme.
-Aaah-suspira mientras se relaja a mi lado, -Mañana duermo-anuncia, me rio acomodándome más cerca de él,
-Te amo-le digo, él exhala con fuerza,
-Lex...-susurra, -Creo que es mejor que te cuenta las cosas antes que tu tío lo haga-,
-¿Mi tío?-, me mira, le duele contarme esto,
-Esto ya te lo he dicho pero, aun asi, empezaré por ahí. Cuando tenía dieciocho fui a la universidad pero solo fue un semestre, estudiar arquitectura no era algo que me gustaba y, me di cuenta que si no me rebelaba contra mis padres no sería feliz nunca-admite,
-¿Por qué te hacían estudiar algo que no querías?-,
-Porque para Margaret, la apariencia lo es todo y, ser arquitecto en el ambiente que frecuentan mis padres está muy bien visto-,
-¿Qué con tus hermanos?-,
-Nate es el más idiota, supongo-dice encogiéndose de hombros, -Lo obligaron a estudiar finanzas y, el muy estúpido odiaba estar en la universidad pero cuando vino la gerencia en Toyota supongo que no le molesto pasar cuatro años de su vida en la universidad-, asiento, quiero que hable tranquilo, -Y Laura...bueno, creo que, después de todo, la abogacía sí es lo de ella-, me mira esperando que diga algo pero no lo hago, -Estuve seis meses en la universidad y como no me gustaba lo que hacía vivía de fiesta hasta que Margaret me obligó a volver a casa pero ¡Dios!, ¡Vivir en esa casa era como someterme voluntariamente a una tortura!-exclama, -Nunca fui un buen hijo tampoco, muchas cosas pasaron en mi adolescencia que me hacían, bueno...mejor dicho, influian en mi comportamiento. Nunca me gusto estar en casa pero eso es otra historia-admite, yo asiento, solo quiero que hable, -Conseguí un pequeño trabajo y me mudé con Nate por unas semanas-,
-¿Nate ya vivía solo?-, asiente,
-Fui a Florida una temporada, conocí a un amigo que, luego, me dijo que iba a mudarse a Santa Mónica porque había mucho trabajo ahí y quería que vaya con él...-me mira y sonríe, -Imagínate-dice, -Dieciocho años, me ofrecían trabajar en la playa y, a mi lo único que importaba era el sexo-admite, me rio porque él lo hace, -Dios, que idiota era-susurra, -Entonces me mudé a Santa Mónica con este chico Donny, alquilamos un pequeño apartamento y cada uno trabaja por su lado, teníamos comida, un techo, no nos faltaba nada-,
-¿Que hacías ahí?-,
-Trabajaba en un bar como mozo y como repartidor de piza- se ríe, -Y después me hice un curso de surf y me convertí en instructor-,
-Debías haber tenido un montón de chicas alrededor-exclamo, él explota de la risa, eso era lo que quería, que se relaje,
-Si-dice, -Pero ahí vino el problema-admite, dejo de reírme, -Tenía muchos amigos y muchos se drogaban-cuenta, -Marihuana era lo más normal y, también la fumaba tranquilo pero después vino la cocaína-dice, -Era muy sociable y conseguía lo que quería asique el que me vendía la cocaína me ofreció ser un dealer, era un buen dinero y quería vivir solo asique acepte-, Diablos, me mira, está analizándome,
-No voy a irme a ningún lado-le aseguro,
-No asegures nada hasta que no te cuente todo-me reprocha,
-Sigue entonces-lo animo,
-Era un trabajo fácil, se vendía sola asi que me dejaba mucho dinero-se sienta derecho, dejando de abrazar mis hombros, -Consumía cocaína, noche y día-admite, -Me la inyectaba todo el tiempo y me hice bastante bueno y conocido vendiéndola-,
-¿Por qué lo hacías?-,
-¿Drogarme?-pregunta pero no espera que le responda, -La verdad es que lo hacía porque me hacía olvidar a mis padres y sentirme bien conmigo-admite algo avergonzado, lo entiendo, ni estaba a gusto con lo que sucedía alrededor suyo,
-Pase un año entero haciéndolo hasta que los jefes me mandaron a llamar-, pasa su manos por su pelo y su semblante pasa a ser uno mas serio haciendo que me preocupe un poco.
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¿Hay lugar para el amor? (Libro 2 de 3)
Подростковая литератураSegunda parte de la historia... Alexis y sus sentimientos siguen confundidos, tan Alexis como siempre. Jackson sale de las sombras. Tobias pone las cartas sobre la mesa, ¿Cómo continuará su romance? Nate te sorprende, como jamás creiste que sucederí...