¿Hay lugar para el amor? (Libro 2 de 3)

59. Alexis

Se nota  que  está  feliz  por  su  nuevo  hogar.  Cubre  mis  ojos con  sus  manos antes de  abrir la puerta,  escucho  cuando  la abre  y  cuando  la cierra,  me  ayuda a  hacer  dos pasos más  adentro del lugar antes  de  descubrir  mi rostro,
-¡Ta  Da!-exclama  dejándome  ver,  ¡Dios  santo!  Chillo  en mi  cabeza,  esto  es  increíble.
Veo  más allá de  donde  estoy  y  me  encuentro  con  un  living  con  su sillón, una bonita mesa ratona y  la  pantalla plana en frente. En un  costado  hay  una escalera, la sigo  y  veo  un  segundo  piso  dentro  del  departamento,  vuelvo hasta  el pie  de  la  escalera  y  veo  un  espacio justo detrás, con  un  gran  ventanal,  vacío. Giro  a  mi  izquierda y veo  su sonrisa, pero  detrás  de  él  me  encuentro  con  la  cocina, blanca, con  una isla  en  medio,  
-Dios-susurro,  me  volteo  y  miro  hacia  mi derecha, hay  una gran  abertura que  parece guiar  hacia  un  pasillo,  el lugar entero  tiene  azulejos  azules en  el  piso,  más bien  turquesas,  o algo  parecido  y, ha combinado  el blanco  con  algunos tonos  de  gris, lo  que  le  da  un  aspecto totalmente  masculino  y  me  fascina. Camino  hasta  la  abertura y  observo,  efectivamente,  guía hacia un  pasillo,  veo  tres  puertas  más allá,  
-Dijiste  que  tenía dos  habitaciones-digo  sin  mirarlo, él  se  ríe  y  camina  por  el pasillo invitándome  a que  lo  siga,  
-Si…  en  el primer  piso-advierte  divertido, tomo  su  mano  y  camino  junto  a  él,  -Este  es  el baño-, abre una puerta no  muy  lejos de  donde  comienza el pasillo,  -Se te  van  a  salir los  ojos de la cara-se  burla  mientras  miro  el  baño,  -Ven-, tira  de  mi mano  y  caminamos hasta  otra puerta,  -Dile  hola a la  habitación  con  la que  no  sé  qué  hacer-se  queja,  me  rio  mientras  observo  la habitación  vacía,  -Y...-abre  la otra  puerta,  -Mi nuevo  gimnasio-admite,  ambas habitaciones son de  un  tamaño  normal pero  ésta tiene  más  luz  natural  y, ha acomodado  una serie  de  aparatos para hacer  pesas en  la habitación,  
-¿Y  arriba?-pregunto,
-Vamos a lo  mejor-,  su sonrisa crece  aún  más  y  corre  de  vuelta  a  través  del pasillo, me detengo  en  el  living,  tiene  un  ventanal parecido  al  mío  pero  con  mejor  vista  y  un  diseño  mucho más lindo. Lo  miro  y  corro  escaleras  arriba sin  esperarlo,  me  detengo  cuando  se  acaban  y  miro asombrada la gran  habitación,  
-¡Wow!-exclamo,  hago  un  paso, lo  miro  asombrada, -¿Tienes...?-, dejo  la  pregunta  a medias  y  camino  hasta el  vestidor,  -¡Tienes  un  vestidor!-chillo,  él explota  de  la risa,
-Entra-me  anima,  me  meto  dentro  
-¡Dios  Santo!-exclamo  cuando  veo  que  se  conecta con  el baño  y  que,  el baño  es  aún mejor que  el de  abajo.  Hay  una mesada  con  dos  lavabos, un  espejo  enorme,  una  bañera enorme  con  ducha,  amor a  primera  vista.  Salgo  de  ahí  y  vuelvo  a  la  habitación, él  me  sigue  de cerca,  la  cama  está puesta  justo  en frente  del  vestidor  pero, frente  a  las  escaleras  hay  una gran puerta,  camino  hasta  ahí y  la abro, ¡Balcón! Camino  hasta agarrarme  de  la barandilla, estoy diez  pisos por arriba de  Nueva  York  y  se  ve  increíble. 
Sus brazos se  envuelven en  mi cintura,
-¿Crees que  elegí  bien?-pregunta  riendo,
-Me  encanta-admito,  -¡Este  lugar es  increíble!-,
-Lo  sé-dice  enterrando  su nariz  en  mi  cabello,  -Lo  mejor es que  el edificio  es  nuevo  y  el precio  no  era alto-,
-¿Por cuánto  tiempo  vas  a  vivir  aquí?-pregunto,
-De  hecho...-dice,  me  gira  en  sus brazos  y  hace  que  lo  mire,  -Nate  me  regalo  el  bar y...tenía ahorros  para  comprarlo  asique,  compre  éste  lugar-, abro  los  ojos de  par  en par,  -Esta vez no  habrá  órdenes  de  desalojo-dice  contento,  -Me  quedo  algo  de  dinero  que  voy  a usar para remodelar  todo  el bar  cuando  termine  con  la  compra del local  de  al lado-,
-Dios,  Dios,  Dios-exclamo,  él se  ríe,  -¿Compraste  esto?-, él  asiente,  -¡Es  increíble! ¡Felicidades!-estoy más que contenta por él,  -Tu nuevo  lugar es  espectacular-,  la sonrisa  cruzada que  no  sucede  a menudo aparece  en  su rostro  y  me  dan  ganas de  comérmelo, asique  lo  beso  para  liberarme  de esa  sensación,  
-Gracias-dice  sin  despegarse  de  mi, un  pitido  suena  y  él se  separa  de  mi,  -El horno-anuncia, toma  mi  mano  y  me  guía  escaleras abajo.
Como fascinada en  su cocina y  le  cuento  mis nuevos  planes,  el día  no  puede  ser  mejor, corrección, puede, porque voy a dormir aquí.