Me encuentro con Nate en un local de venta de autos usados, lo recorremos entero sin encontrar uno bueno. Odio los autos nuevos, bueno, no odio los autos nuevos, los odio porque no tengo dinero para comprarme uno, esa es la verdadera cuestión.
Salimos de un local y vamos a otro y, así lo hacemos durante toda la tarde,
-Escucha Jax-me dice Nate mientras miramos algunos autos en un galpón, -Si no encontramos aquí, se acabó por hoy-asiento, -Tengo planes para cenar-admite,
-Ok-aseguro, -Y yo debería volver a casa e ir al bar-,
-Bien, lleguemos hasta el final, si no hay nada, nos vamos-asiento y camino mirando por todos lados.
Empiezo a sentirme desilusionado cuando me acerco al final del local, miro a mi izquierda hasta que se acaba el lugar, miro a mi derecha y veo un auto cubierto en polvo pero parece interesante. Camino por entre los autos que están adelante hasta que lo veo mejor,
-Chevrolet Camaro-susurro, camino por un lado, la pintura esta saltada pero no es por óxido, parece como si lo hubieran chocado pero lo arreglaron y se quedaron sin dinero para la pintura, abro la puerta del acompañante y cruje, -Te hace falta aceite-susurro, me subo al interior que, está perfecto, el olor a tierra se puede quitar pero no le hace falta nada más que un buen baño. Salgo y camino hasta la parte de atrás,
-¿Encontraste algo?-pregunta Nate desde el pasillo central, asiento,
-Ven aquí-,
-Estoy de traje idiota-me reprocha, -No voy a meterme ahí para llenarme de tierra-,
-Marica-me burlo sin dejar de mirar el auto, empujo la tapa del baúl, cerrada, señal de que no está rota, bordeo el auto, le hace falta un cambio de cubiertas, las que tiene están pidiendo un descanso,
-¡Aah!-exclama el vendedor junto a Nate, -¡El Camaro!-, abro la puerta del conductor y me subo, pongo las manos en el volante mientras miro el tablero, me sorprende lo bien que esta por dentro, tiro de la palanca que abre el capó y salgo,
-No tienen idea lo que me costó encontrar un estacionamiento-miro hacia Nate y veo a papá junto a él,
-¿Qué haces aquí?-pregunto,
-Nate llamó y dijo que vas a comprar tu primer auto-me explica, -Es un momento importante en la vida de un hombre y quería estar aquí-me rio,
-No tengo dieciocho-le reprocho, -Y tenía una moto hasta hace tres días-le recuerdo,
-No es lo mismo hijo-me asegura, me rio y levanto el capó, ¡Madre de la virgen santa! exclamo en mi cabeza, toqueteo un poco, suelto unos tornillos, aflojó unas mangueras, nada importante, y lo cierro de inmediato, seguro me va a pedir un montón de dinero por este auto, a menos que no sepa lo que hay ahí abajo,
-¿Lo puedo arrancar?-pregunto, el hombre asiente y me lanza las llaves, las atrapo en el aire y me subo al auto, pongo la llave en contacto, -Dios que no sea caro, por favor-ruego, giro la llave y el auto arranca, un escalofríos recorre mi espalda, me bajo y camino hasta el escape, miro la parte inferior, pierde aceite. Lo paro y camino hasta el vendedor,
-¿Cuánto?-,
-Cinco mil-dice, no tiene idea lo que hay debajo del capó,
-Tres y medio-le digo, él me mira y mira el auto,
-Cinco-dice de nuevo,
-No está pintado, hay que cambiarle cubiertas, pierde aceite, ¿Sigo?-le pregunto, él niega, -Tres y medio y me lo llevo ahora-,
-Pero es un sesenta y nueve-se queja,
-Correa a punto de cortarse, carb...-,
-Está bien, está bien-me interrumpe, -Tres y medio y te lo llevas ahora-,
-Tres, si los frenos no funcionan-le advierto,
-Bien, tres, si es que los frenos no funcionan-estrechamos manos, -Iré a pedir que lo saquen de aquí-dice,
-No vas a engañarme-le advierto, -Probaré en frente tuyo los frenos-, él asiente,
-Bien, sígueme-dice y comienza a caminar hacia la oficina, Nate me detiene y deja que el tipo se aleje,
-¿Así de destruido está?-pregunta,
-No-admito, -Tiene un monstruo debajo del capó y él no lo sabe-,
-¿Lo estás engañando?-,
-Nate...no eres el único que sabe engañar gente para que te compren algo-, papá se ríe,
-Vamos muchacho, quiero salir de aquí así vemos que hay debajo de ese chasis-dice rodeando mis hombros y caminando hacia a oficina del vendedor.
Firmo los papeles mientras lo sacan de donde está, sé que los frenos funcionan pero también sé que no quiero gastar más de tres mil si quiero pintarlo y comprarle cubiertas nuevas.
-Pruébalo-me dice el vendedor, -¿Qué tal los frenos?-le pregunta al chico que lo sacó de donde estaba, él no responde nada, claro, porque soy un genio. Me subo al auto y presiono el pedal de freno que, se va hasta el fondo, me rio,
-Pon en ese contrato tres mil-le advierto, él camina hasta el auto y se sube pisando el freno, el pedal vuelve a irse hasta el final,
-Diablos-exclama, -Tres mil entonces-se queja estrechando mi mano. Entramos de nuevo a la oficina, le doy los tres mil y me largo. Lo empujamos hasta afuera,
-¿Vas a llamar una grúa o qué?-pregunta Nate, niego, abro el capó mientras me rio,
-Hay un par de cosas para las que soy bueno-admito, papá se acerca y silva al ver el motor, conecto la manguera que envía líquido a los frenos y ajustó todo lo que afloje mientras Nate me observa, no tiene idea de lo que estoy haciendo y papá explota de la risa,
-¡La próxima vez que compre un auto vienes conmigo!-me festeja,
-¿Qué...?-susurra Nate,
-Sin la manguera conectada, el líquido que hace funcionar los frenos no llega y se van hasta el fondo-le explico, -Tal vez haya que purgarlos pero seguro están bien-,
-¡Eres un...!-se ríe, -¡Diablos!-exclama, -¡Eres bueno!-me festeja,
-Lo llevaré ahora mismo al taller-,
-¿Ya sabes dónde?-me pregunta papá,
-A Cade-le digo, -Ha hecho la mecánica de mi moto y solo confío en él para estas cosas,
-Te sigo y después te dejo en casa-me dice Nate,
-Vamos a festejar-pide papá,
-Nate tiene planes y yo tengo que ir al bar pero...puedo invitarte una cerveza-le ofrezco,
-Hecho, Nate ve a dónde tengas que ir, yo sigo a Jax hasta el taller y lo llevo-,
-Bien-asiente él, -Nos vemos papá-lo abraza y estrecha mi mano después,
-Eres una sabandija-me dice mi hermano riéndose,
-La mejor-digo divertido.
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¿Hay lugar para el amor? (Libro 2 de 3)
Teen FictionSegunda parte de la historia... Alexis y sus sentimientos siguen confundidos, tan Alexis como siempre. Jackson sale de las sombras. Tobias pone las cartas sobre la mesa, ¿Cómo continuará su romance? Nate te sorprende, como jamás creiste que sucederí...