➡ Capítulo 15: Parte 2

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Capítulo XV / Parte II

-Thomas...

-Por favor.

Salgo de allí casi corriendo y bajo las escaleras como puedo. Antes de salir por la puerta, ya estoy llorando. ¿Por qué justo cuando quiero hacer las cosas bien con un hombre todo me va en contra? ¿Por qué tuvo que aparecer en este momento de mi vida? ¿Por qué...?

Podría pasarme toda la vida rezando el porqué de las cosas sino fuera porque unas manos cálidas me levantan del suelo de la oscura calle, donde ni siquiera me he dado cuenta que estoy.

-¿Qué haces aquí Sheila? -Pregunta una voz. Daniel aparece en mi campo de visión. Lo miro sin poder articular palabra que exprese la conmoción que tengo en este momento. ¿Mencioné antes algo de todo poniéndose en mi contra?

-¿Daniel? -Susurro. Siento como unas finas gotas de lluvia empiezan a mojarme. Esta lloviendo.

-En vivo y en directo. Ahora dime, ¿qué haces a estas horas de la madrugada aquí sola? ¿Llorando? -Hace especial énfasis en su última pregunta. Yo ni siquiera me había dado cuanta de que seguía llorando. Que vergüenza. Y que horror sería ahora ver mi cara con todo el maquillaje corrido.

-Nada. Y no estoy llorando. -Digo mientras limpio apresuradamente.

-¿A quién quieres engañar? -Dice suavemente mientras levanta con su mano mi barbilla. Contengo un suspiro cuando mis ojos encuentran los suyos chocolate.

-A nadie. -Me estremezco por la repentina corriente de viento que acompaña la lluvia que se intensifica por momentos y recuerdo que llevo un vestido que apenas llega a medio muslo.

Me intento alejar de este hombre que parece sacado de mis pensamientos con el movimiento de manos adecuado, y voy al hotel. Después de cinco pasos y de acabar empapada, siento una tela caliente en mis hombros y espalda. Me doy la vuelta para encontrarme con Daniel sin la parte de arriba del traje, solo en camisa y pantalón gris. Los dos empapados, a él marcándole los músculos y la perfecta forma de su cuerpo de dios griego. Madre mía. Alzo la cabeza para encontrarme con su mirada burlona. Oh, me ha pillado.

-¿Bonita vista? -Pregunta. Después se acerca con una expresión más suave en el rostro.- Por lo menos has dejado se llorar.

Quiero reírme a pesar de todo. Yo escapando de mi novio, y encontrándome al anterior, que me da su chaqueta en una noche lluviosa... Sigo andando. Los tacones empiezan a ser una molestia, así que avanzo con más rapidez al hotel, que tengo enfrente. Paso por la carretera vacía y me apreto la chaqueta a mi alrededor. La lluvia y el frío me están calando hasta los huesos... Me doy cuenta de que Daniel me sigue.

"No me sigas maldito"

-¿Por qué me sigues? -Pregunto.

-¿Seguirte? Voy al hotel. -Dice fingiendo indiferencia.

-¿Por qué vas al hotel?

-Allí estoy, ¿algún problema con eso?

Y ahora caigo en la cuenta de que ni siquiera se me ha ocurrido preguntar que hace aquí, en Phoenix. ¿No estaba en Atlanta por negocios?

-¿Qué haces en Phoenix?

-Negocios. -Dice escuetamente.

-¿Es qué tus negocios te están haciendo pasearte por todo el país y solo donde estoy yo?

-Sí.

Me volteo para seguir caminado el hotel cuando me doy cuenta de que probablemente no obtenga ninguna respuesta clara de él. Las gotas siguen cayendo encima de mí y los siento rodar por mi cara y bañar mi pelo.

-Sheila yo... -Dice reteniéndome del brazo. Me quedo callada esperando a que siga hablando, pero él está absorto en mi cara, mirando cada gota y el camino que hace por mi piel.

Eso hace que yo también me de cuenta de las gotas que resbalan por su cara, siguiendo por la piel de su cuello y desapareciendo por la camisa, siguiendo su camino hasta... No quiero saber.

-¿Sí? -Digo. Pero mi voz sale más grave de lo que quería, quizá delatando mi anterior espionaje a esa gotita de agua demasiado traviesa.

Daniel me dirige una mirada extrañada, a lo que sonrió. Una de sus manos se levanta y se dirige a mi mejilla. Coge una de las gotas entre sus dedos. Yo lo miro mientras intento digerir la sensación que me provoca sentir sus dedos en mi piel. Aunque más que digerir, podría decir que lo que intento es omitir, eliminar, rechazar, esa sensación. No lo consigo con mucho éxito, sobretodo cuando veo sus ojos, que siguen el camino de sus dedos aún en mi mejilla. Parece ensiasmado, metido en su propio mundo. Parece que hayamos vuelto al pasado, a ese momento en el que estábamos locamente enamorados.

No, no quiero pensar eso. No sé cómo, pero de repente estamos más cercanos, y yo quiero pensar que es una reacción de mi cuerpo para estar más cerca del calor de otro ser humano. Pero no, sería solo engañarme.

Yo no me he acercado por sentir el calor de su cuerpo, sino por sentir sus labios, y quizás también el calor de sus labios, pero eso es secundario.

Algo parece haber pensado porque de repente se aleja justo cuando puedo hasta tocar mi nariz con la suya. Pero no, no se lo permitiré.

Un coraje y determinación desconocidos para mí hacen que me lance contra él y lo bese. Daniel parece no tener tiempo para asimilar lo que está pasando, pero en este momento no me importa.

Sus labios son cálidos y besables. La sensación que me inunda al volver a sentir sus labios es indescriptible. Reconozco la forma de su boca y la pasión del beso. Al final no ha podido mantenerse tan alejado como quería y me devuelve el beso con fervor, ansía y añoranza. Un reflejo de mis propios sentimientos. Nos separamos cuando el aire nos falta y las gotas de lluvia empiezan a molestar. Lo miro y lo veo confundido.

-Sheila, yo no quería...

-No es tu culpa Daniel, yo empecé. -No lo digo con culpa, lo cual me sorprende y asusta. Aunque lo que me asusta más es que quiero volver a besarlo.

-Sí es mi culpa, yo te he seguido.

-Sí nos quedamos así no acabaremos.

Daniel sonríe y yo me quedo en blanco momentáneamente. Es la sonrisa más sincera que le he visto desde que lo reencontre.

-Me voy. -Digo cuando por fin recobro la cordura y recuerdo a Thomas. Le debo respeto y esto no puede estar pasando.- Esto ha sido un error.

-Sí, ha sido un error. -Afirma después de un rato de asimilar lo que he dicho, ya sin sonrisa alguna. Me voy y me concentró en mis pasos para ignorar la punzada de decepción.













Capítulo sorpresa!!!  El jueves publicaré el próximo capítulo, que será un Pov Daniel.

Deseo Devastador © (Deseo Libro #1) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora