Dos días, tres si contamos que en escasas horas terminará el tercer día, entonces, casi tres días pasaron desde que estoy en París ¿Quieren saber cuántas almas gemelas encontré? Exacto, ninguna, ¡¡¡NINGUNA!!!
Ya van tres asquerosos días en los que llevo recorriendo la ciudad y no pasa absolutamente nada.
La flor de mi dedo no daba señal alguna y no me malentiendan, la ciudad era hermosa, La Catedral de Notre Dame, el Arco del triunfo, el museo del Louvre, la Basílica del Sagrado Corazón eran unos de los tantos lugares a los que había ido con la esperanza de encontrar a mi media naranja y para que mencionarles la Torre Eiffel, la bendita y romántica Torre Eiffel, por supuesto que había ido. Pero absolutamente nada paso, solo un terrible mareo al mirar hacia abajo y nada mas. No hilos rojos, no tallos, no señales del destino, no nada y para serles sincera ya me estaba hartando un poco de todo esto.Déjenme contarles como es París la "ciudad del amor" cuando se está completamente sola, horrible, es horriblemente triste.
Lo único que veo por las calles es amor, amor libre sin preocupaciones.
La verdad quedé algo sorprendida con lo liberales que eran aquí, todos celebrando su amor sin descaro alguno, sin detenerse un segundo en pensar en la pobre Alex que se encuentra más sola que Judas el día del amigo.Por cierto ¿Les gustaría saber cuántos amigos hice? Si dijeron ninguno, déjenme darles un premio, por que acertaron.
Nunca fui buena para hacer amistades, Roma había sido un caso muy especial, pero la dificultad a la hora de comunicarse en París era muy notoria de mi parte.
Digamos que mi francés daba calambres, se podría decir que éste era "nul" (nulo) a duras penas podía decir:*Je veux une pizza avec double fromage (quiero una pizza con doble queso)
*combien coûte ceci? (¿Cuánto cuesta esto?
*Je vais le prendre (me lo llevo)
*merci (gracias)
*Non merci (no, gracias)
Así que ya pueden imaginarlo, hace casi tres días que comía solo pizza.
Está bien, estoy dramatizando un poco, pedir comida no era problema, solo me sentaba en algún comedor y señala lo que quería comer y listo *supervivencia básica* el verdadero problema eran los hombres franceses que se habían cruzado en mi camino, todos malditos seductores que al parecer querían cazarme como si de una presa se tratase.Por supuesto está de más aclarar que ninguno de estos, era mi alma gemela.
Quise llamar a Lucciano, pero siempre terminaba acobardándome y decidía no hacerlo, además a estas alturas ya debe haber regresado a Italia.
Él había pagado mi estadía por una semana, así que ese fue el límite que me propuse, si míster perfecto no aparece en el término de esos días, yo me marcharía de París.
¿Qué que estoy haciendo ahora? Digamos que tal vez y sólo tal vez estaría desparramada por mi cama, vestida con una camiseta vieja que ni los vagabundos querrían y comiendo tres kilos de helado de chocolate. Todo ésto mientras veía Diario de una pasión y creo que no vale la pena aclarar que estaba llorando cual condenado a muerte el último día de su vida.
Estaba ciertamente muy deprimida, después de finalizar la película, me di un placentero baño, me puse una bata y con mi mano quité el empañamiento que se había formado en el espejo.
Me sequé el cabello, logré levantar mi cabeza y mirarme al espejo, entonces me dispuse a regañarme a mí misma.Ahí estaba yo señalando mi reflejo y gritándole como si no fuese yo, como si fuese una amiga que perdió el camino y necesita un consejo para encaminarse.
-¿Qué estás haciendo Alex? eres joven, rica y estas en París, ¡en París por todos los cielos!... sal y diviértete. Ya deja de caminar y caminar en busca de algo que no tiene ninguna clara intención de aparecer, deja de preocuparte sin razones, solo goza un poco más de los pequeños placeres de la vida, sal, baila, toma y por el amor de Dios, solo diviértete.
ESTÁS LEYENDO
Maldito Hilo Rojo © Novela
Romance(Obra protegida por SafeCreative 1705172351255) Historia completamente original, queda estrictamente prohibida su copia y/o adaptación. Alex puede ver el hilo rojo del destino, lamentablemente para ella, puede ver el de todos excepto el suyo. Es po...