...Todo está bien...

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Capítulo 15
...Todo está bien...
(Obra registrada, no copiar ni adaptar) pido perdón por los errores, pero tengo sueño y seguro se me pasaron varios.

-Alex, ¿Qué quieres decir? ¿Quién está muerto?, por favor solo cálmate- rogó Christian, podía sentir a través del teléfono su preocupación. Siempre había sido muy protector conmigo. Estoy consciente de que lo destruye el sentirme tan estropeada y es por eso que trato de calmarme, de contenerme y contestar lo más calmada posible, pero sé que al final él terminara percibiendo todo, pues nunca he sido buena fingiendo y él siempre fue bueno intuyendo.

Si descubriera todo lo que estoy sintiendo en este momento. Si pudiera ver la intensidad con la que muerdo mi labio inferior con el único propósito de frenar ese grito que amenaza constantemente con escapar, si pudiera notar la fuerza que estoy empleando al presionar mis ojos, solo para que no se escapen aquellas fastidiosas lágrimas. Por qué se, sé que una vez que comience a llorar otra vez, no podré detenerme. Si tan solo supiera que lo mal que me oye solo es un 10% de cómo realmente estoy sintiéndome, tomaría el primer vuelo a Madrid y vendría a buscarme. Creo, literalmente, tener el corazón roto y honestamente, ya no sé qué debo hacer.

No quiero que él lo note, no quiero que nadie lo haga, no podría vivir con la lastima de nadie. Lo único que quiero en este momento es cerrar mis ojos y dormir, tal vez para siempre. No puedo evitar el preguntarme si tal vez... Lograré encontrarlo en el más allá. Realmente existirá el más allá ¿Qué tal si...

¡¡¡No!!! descarto la idea de inmediato, jamás podría hacer algo en contra mío y no es tanto por mí, más bien es porque sé que las personas que dejaré atrás sufrirán casi tanto como lo estoy haciendo yo ahora y una vez mas no me permito ser egoísta. No quiero y no puedo hacerles eso. No me queda otra que seguir aquí muerta en vida, porque si, realmente así me sentía pero así y todo continuaré aquí y aunque la muerte suena asquerosamente tentadora en este momento, solo la ignorare y seguiré fuerte por las personas que están a mi lado.

Esta persona me abandono. Se fue sin siquiera conocerme, jamás le importe. Él nunca deseo verme, nunca lloró por mi tanto como yo lo hice por él, joder, ni siquiera estuvo consciente de mi existencia.
Realmente no tiene la culpa ¿Verdad? Él no sabía de mí, no sabía que me dejaría atrás... sola y extrañándolo sin siquiera conocerlo. No sabía que al irse tan pronto, se llevaría mis ganas de seguir y mi corazón con él. Realmente no supo nada de eso cuando egoístamente decidió irse ¿Verdad? Jamás lo hubiese hecho a propósito, nadie haría algo así. Entonces... ¿Por qué duele tanto? ¿Por qué mi corazón carga tanto rencor hacia él? Como es posible que de repente odie tanto a una persona que jamás conocí y que jamás lo haré.
¿Por qué siento tantas ganas de golpearlo? Golpearlo y reclamarle que por su culpa siento este nudo en la garganta que no me deja hablar correctamente, cada letra, cada sílaba, cada frase, duele tanto que oprime mis cuerdas vocales. Me quema, quema a tal grado que hace preguntarme si alguna vez en la vida podré volver a emitir un sonido sin sentir como se desgarra todo dentro de mí, ¿Podré si quiera levantarme del suelo? Hace más de quince minutos que estoy hablando con Christian, ok lo admito, no he hablado nada, desde que me preguntó aquello, estoy luchando conmigo misma y juntando fuerzas para poder hablar.

Estamos los dos en completo silencio, yo sin poder articular palabra alguna y él conteniéndose para no hablar, porque sabe. Si, él sabe que si vuelve a abrir su boca yo romperé en llanto y ya no podré detenerme. Es mi mejor amigo y me conoce como nadie lo hace. Así que solo aguarda tranquilo y  paciente, aunque sé que no lo está, de todas formas lo hace, aguarda paciente el momento en el que yo esté lista para poder contarle lo que paso. Es exactamente por personas como él que no puedo acabar con mi vida. Él, Fer, mis padres, ellos estarían tan tristes que...

Maldito Hilo Rojo © NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora