Las tardes con Oliver se pasaban largas y pesadas, ya que a la que siempre le tocaba trabajar era a mi mientras el juegaba con Zeus por mi habitación. Aunque por lo menos había dejado de comportarse como un idiota todo el tiempo.
Y hoy no era la excepción, estaba tumbado en mi cama con Zeus recostado a su lado. La verdad no entendía como a mi gato le pudiera gustar estar más con Oliver que conmigo.
-¿Sabes?.-Dije para llamar su atención.-Podrías ayudarme un poco.-Dije sería.
-Mmm no, a ti se te da mejor lengua.-Dijo riendo y yo lo fulmine con la mirada.
Se levanto de la cama y se acercó a mi para echar un vistazo al trabajo, este se puso detrás de mi empezó a cambiar algunas cosas. Le cedí mi sitio en mi escritorio y yo me tumbe en mi cama. Paso un rato hasta que me quede durmiendo.
Note como alguien pasaba su mano por mis mejillas y pude ver a Oliver sonriendo como un idiota.
-Me encanta tu forma de dormir con facilidad en cualquier lugar y a cualquier hora.-Dijo riendo. Lo miré y no sabía que decirle.-El trabajo ya está casi.
-Vale.-Dije levantándome.
Nuestras caras quedaron a centímetros de distancia y el se iba acercando poco a poco, pero cuando estuvo a punto de besarme la puerta se abrió y pude ver a mi madre sonriendo. Yo me separe de Oliver lo más rápido que pude.
-Hola chicos, venía ha deciros que me voy al bar ya.-Dijo mi madre sonriendo.
-Vale, mamá.-Le dije desde mi cama.
Mi madre se fue y Oliver empezó a reír y yo me contagie de su risa y ambos reímos a carcajada limpia.
-Quiero conocerte más.-Dijo Oliver parando de reír.
-Yo a ti no.-Le dije todavía riendo.
-No te lo crees ni tu.-Dijo empezando a hacerme cosquillas.
-Oli, para Oliver, por favor.-Dije riendo.
-No hasta que admitas que te gustó tanto como tu me gustas a mi.-Dijo sonriendo.
-No.-Dije riendo.-Para Oliver.-Continúe diciendo.-No me gustas.
Este paro y yo lo miré riendo. Me miro con una sonrisa y se empezó a volver a acercar a mi. Nuestras caras estaban centímetros.
-¿No te cansas de intentar besarme?.-Dije riendo mientras me acercaba a él.
-¿Y tu de hacerte la dura conmigo?.-Dijo riendo.
-Yo no me hago la dura.-Dije aún más cerca.
-Lo que tu digas.-Dijo acercándose a mi lentamente y pero no sentía nada cuando lo hacía.-Nadie te puede tomar enserio, no sabes mentir.-Dijo riendo.
-Entonces.-Dijo Oliver.- ¿Me cuentas sobre tu vida o me voy?.-Pregunto riendo.
-¿Que quieres saber?.-Le pregunté sonriendo.
-Quiero saber todo, pero de momento me conformo con saber lo que te gusta, lo que odias y las típicas cosas.-Dijo riendo.
Me pare a pensar en todas aquellas cosas que quería saber y la verdad, yo era de lo más simple.
-Me gusta dibujar, en cierta manera me relaja.-Este asintió sonriendo.-Odio a los idiotas como tu y las verduras.-Este río y me dejó continuar.-De mayor quiero ser policía aunque quizá estudie educación infantil.
-¿Policía?, no te veo yo a ti hay.-Dijo riendo.-Aunque sería de lo más excitante , ¿no crees?, ¿te va el rollo esposas?.-Dijo riendo y yo reí con él tirándole un cojin de mi cama a la cara.
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Estrellas de Cristal
DragosteTaylor es una joven de diecisiete años que se muda a California debido a que ha sido expulsada de su antiguo instituto por malos comportamientos. Esta mudanza supone un nuevo inicio para Taylor, pero no solo la oportunidad de empezar una nueva vida...