Sábado, ese día de la semana en el que mi única preocupación debería ser dormir, pero no, mi cabeza esta vagando por todo lo ocurrido la anterior noche y esta mañana.
Después de andad durante un par de horas llegue a mi casa y llore en mi habitación durante un rato, estaba sola y nadie podía oírme.
Ese beso no tendría que haber ocurrido nunca, no estaba bien. Yo no quería que pasara nada de lo que acababa de pasar, odiaba a James y no sabia como había llegado a ese punto.
Baje al salón para ver un poco la televisión y desconectar un poco de todo este drama que se había montado en un momento y que no me estaba sentando nada bien. Pero tocaron al timbre, al principio lo deje estar pero después decidí abrir.
Abrí la puerta y me encontré con Emma un poco preocupada.
-Hola.-Le dije con una sonrisa falsa intentado parecer estar bien, y verla me derrumbaba. Como podía ser tan mala persona, pensaba.
-Hola Tay, ¿esta James por aquí?.-Pregunto con una cálida sonrisa. Y yo me sentía fatal.
-No.-Le contesté.
-¿Puedo pasar?.-Preguntó un poco incómoda.
-Claro, pasa.-Dije.
Nos sentamos en el sofá y empezamos ha ver una película, aunque yo estaba tan nerviosa que no le estaba prestando mucha atención a la película.
-¿Que quieres hablar con James?.-Pregunte sin mirarla para intentar quitarle importancia.
-Ayer me dejó sola en un bar y no se de él desde anoche.-No podía ser, esto cada vez era peor.
-¿Y Oliver?.-Pregunte.
-No lo se, anoche llego muy tarde a casa y estaba muy borracho como para preguntarle, ¿pero tu no estabas con el?.-No podía más se lo tenía que decir.
-Me emborrache y un chico se estaba pasando conmigo y entonces apareció James y me llevo a mi casa.-Dije casi llorando por la culpa que sentía. Pero en ese momento ocurrió lo que no creí que ocurría, Emma se levanto y me abrazo fuerte.-Y yo no quiero ser un estorbo en vuestra relación, pero le quiero, demasiado y dios duele mucho tenerlo cerca y saber que no hay nada. Y todo lo que me ha dicho esta mañana y lo que yo he dicho duelo, y ahora mismo le odio por todo esto.
-Shh, Taylor relájate.-Dijo con dulzura y yo me abracé a ella.-Se que le quieres, no te sientas culpable, el y yo somos mejores amigos, siempre lo hemos sido, además si te consuela, te diré algo.-Dijo sonriendo y la mire a los ojos con lágrimas en los ojos.-Se supone que sería una sorpresa pero, voy a casarme.-Dijo entusiasmada. Y en ese momento entro James por la puerta.
-Emma, siento mucho lo que te hice ayer, se que estuvo mal pero tengo una buena razón.
-Lo se James, Taylor me lo ha contado todo, era lo que tenias que hacer.-Dijo, ella se acercó corriendo a él para abrazarle, y yo me levante en shock, estaba asimilando todo.
-¿Que ha pasado aquí?.-Pregunto James.
-Cosas de chicas.-Dijo Emma sonriendo.
-¿Tu sabias que se iba a casar?.-Le pregunté a James. Me sentía una gilipollas por todo lo que había dicho esa mañana.
-Si. Era lo que intentaba explicarte, pero entonces empezaste a decir cosas y me llevaste al límite.
Sin mirarlo por la vergüenza subí a mi habitación para dormir un rato, el intento seguirme pero Emma lo paro y se lo agradecí. Estuve un rato tirada pensando en todo, el llevaba razón era una niñata, egocéntrica.
Cuando desperté pude oír como hablaba con Emma sobre lo de anoche y la culpa me carcomia por dentro.
-No pasa nada James.-Decía Emma.-Ya soy mayor, además sabias que River estaba allí.
-Si que pasa, no avise y debí hacerlo, deberías estar enfadada.-Dijo James triste.
-Pero tenias una buena razón.-Dijo tranquilamente.-Además, no es para tanto, debías hacerlo, por suerte no paso nada, no te preocupes.
James no decía nada y yo estaba cada vez más nerviosa por su silencio.
-Yo.-Empezó a decir.-No se que decir, te quiero mucho Emma.-Dijo abrazandola.
-Lo se.-Dijo Emma pasando su mano por su cara.-Por favor, por una vez en la vida haz lo que te pide el corazón, la quieres demasiado, diselo arriesgalo todo, por que ella te ama de verdad, no la dejes ir.
-Es más complicado.-Ambos se abrazaron y se fueron del pasillo escaleras abajo y yo me quede durmiendo.
Desperté cuando note las manos de alguien pasándolas por ni cara suavemente. Abrí los ojos y me encontré con James sonriendome con dulzura.
-¿Como estas?.-Dijo separándose un poco de mi.
-Mejor, ya estoy más tranquila.-Dije sonriendole de vuelta.
-Oye, quería hablar contigo sobre todo lo que hemos dicho esta mañana.-Dijo sentándose a mi lado en la cama.
La puerta sonó y ví como Oliver se asomaba por la puerta y derrepente James ya estaba de pie llegando hasta él. Me levante corriendo y pare a James y deje entrar a Oliver. Enrealidad la culpa no fue de él.
-James, dejalo, el no tiene la culpa.-Dije entre ambos.
-No lo defiendas.-Dijo enfadado.
-No lo hago, yo fui la que se emborracho, el no tiene nada que ver, tenia todo el derecho a divertirse en esa fiesta.-Dije enfrentandolo.
-Tu no lo entiendes, debería haberte cuidado allí dentro.-Dijo enfadado.
-Eso es lo que tu haces, no lo que todos deben hacer.-Dije gritando.-No todos quieren cargar conmigo James.
James salió por la puerta y después pegó un portazo en la puerta trasera del patio, para después saltar hasta su ventana.
Oliver no sabía que decir, solo me miraba y podía ver pena y preocupación en sus ojos, pero era incapaz de decir una sola palabra.
-Oliver.-Dije para comenzar.-Tu no tienes ninguna culpa. Pero eso él no lo entiende, déjale se le pasara.
-No lo creo.-Dijo por fin.-Te quiere demasiado y es muy rencoroso, además piensa que no soy de fiar, intentará alejarme de ti.
-Mira, conozco a James y puede que sea rencoroso pero sabe que eres buena persona, es cuestión de tiempo que se de cuenta de la realidad.-Dije sentándome en mi escritorio.
-Sabes que esta enamorado de ti, ¿verdad?.-Dijo sentándose en mi cama. Lo miré durante un rato y la verdad no sabía que contestarle.
-No lo se realmente.-Dije mirando al suelo.-Nuestra relacción es difícil de explicar.
-Tengo tiempo, créeme asimile hace tiempo que no podría enamorarte, aunque lo intente.-Dijo riendo.
-¿Que quieres decir?.-Dije dudosa.
-Que tu no puedes ser feliz con otra persona que no sea James, lo se desde pequeño. Cuando os veía jugar juntos me moria de envidia, estaba enamorado de ti y tu lo estabas de él, por lo que no podría hacer nada.
-Oliver, yo no lo sabía.-Dije un poco triste.
-Normal, no se lo dije a nadie.-Dijo riendo.-Pero aunque lo intente yo no puedo cuidarte mejor que el, asique da igual, cuenta vuestra relación.
-Verás, el siempre ha estado a mi lado, he pasado junto a él un monton de momentos buenos y malos, y puede que a veces no me entendiera ni yo misma pero al final del día él estaba allí para mi. Cuando se fue lo pase fatal, pero lo supere o eso pensaba cuando llegue aquí, pero me equivoque.-El me miró y sonrió sinceramente.
-No te preocupes, dale tiempo al tiempo y todo se aclara.-Dijo abrazándome.
-Gracias, Oliver.-Dije abrazándolo de vuelta.
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Estrellas de Cristal
Roman d'amourTaylor es una joven de diecisiete años que se muda a California debido a que ha sido expulsada de su antiguo instituto por malos comportamientos. Esta mudanza supone un nuevo inicio para Taylor, pero no solo la oportunidad de empezar una nueva vida...