CAPÍTULO III

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 Mi corazón sigue latiendo con fuerza, da un vuelco que a mi amiga le guste Eaden... no sé qué hacer ¿felicitarla? ¿Decirle que está mal?, si es así, ¿será que no me parecería que este con un chico que hace poco me gustaba?

-Sarah, necesito que me ayudes -se lleva una mano al corazón y cierra y abre los ojos lentamente- yo sé que no le caes tan bien, no hablan mucho, lo más probable es que le caigas mal, o él hablé mal de ti, como sea, pero... ¿me ayudarías con él?

Casi se pone a mis pies en modo de súplica.

-Ross, yo...

-¡Sabía que me ibas a apoyar! gracias por ser mi amiga -agarra su bolsa y se dirige a la puerta.

Justo cuando se marcha me levanto de la mesa, haciendo sonar las tazas y lanzando mi silla hacia atrás. La tomo de la muñeca delicadamente.

-No creo que te pueda ayudar. Él sigue siendo una persona importante para mí, no se si de esa forma, pero tal vez es un buen chico, fue alguien especial para mí Ross, lo siento.

Jala violentamente su mano y suelta unas lágrimas y cambia su expresión dolida a una cara demoníaca que nunca antes le había visto.

-Ni en tus mejores sueños serás algo de él, ¿eres estúpida?, no vas a ganar, ni aunque hagas tu mejor esfuerzo, ¡Yo lo merezco más de lo que tú crees!

Tapa su boca incrédula de lo que acaba de decir, si, me llamo estúpida, pero no en forma de juego, si no en modo de ofensa, está claro que su hipócrita "amistad" se ha acabado. Dejo dinero sobre la mesa y salgo antes que Ross.

-Sarah, ¡Sarah, espera!- grita, y viene tras de mí.

Camino lo más rápido que puedo, al ver que no respondo se rinde y se va por su lado. Todo el fuego que llevo dentro se apaga con un mar de tristeza, cómo si me hubieran echado una cubeta de agua helada, y entonces... me inundo en llanto, creí que era mi amiga, amiga de verdad... ¿Un chico vale más para ella que nuestra amistad?, y peor aún, que me llamase Estúpida sin decirlo en broma, como siempre lo hacíamos -el llamarnos "estúpida" la una a la otra, pero con cariño-. Realmente la consideraba una amiga.

No deseo ir a mi casa aún. Traigo 20 libras, sería bueno gastarlo en algo, ¿qué puedo hacer?, necesito ir a algún sitio, a dónde sea.

Camino sin rumbo, miro a mis alrededores y es poca la gente que se encuentra caminando a esta hora.

<< "Yo lo merezco más de lo que tú crees" "ni en sueños serás algo de el" "no vas a ganar aunque hagas tu mejor esfuerzo" >>, esas palabras suenan y resuenan en mi cerebro, necesito hablar con Chloe, ¿o sería mejor con Dayana?, o con Angelique, ella es buena escuchando y la hace muy bien de confidente.

Es extraño, pero tengo un presentimiento.

Miro atrás del hombro y veo un chico, se me hace algo familiar, es probable que lo haya visto en algún lugar... sí, eso es lo más probable; pasa de estar atrás de mi a estar por adelante.

Lo examino y su cabello esta entre lacio ondulado, camina cruzando sus brazos; no sé a dónde ir, así que lo sigo, deseo olvidarme de todo y parar un rato pacífico. Observo detenidamente al chico, no le quito los ojos de encima (en este momento debo parecer una loca acosadora, lo sé); y de la nada se le enredan los pies haciendo que tropiece, pero sin caer.

No me quiero reír, no me quiero reír... pienso, pero al parecer no funciona, al instante sale una carcajada de mi boca, no puedo contenerla, él chico voltea hacia donde estoy y me mira de reojo esbozando una sonrisa, pero rápido vuelve a los suyo.

Entra a una tienda con pinta friki, estas cosas me agradan, así que entro. Ya había mencionado que vi una serie de animación japonesa llamada Tokyo Ghoul, me adelanté y no leí el manga, supongo que no me vendría mal comprar el volumen 1.

En esta tienda hay una sección donde los estantes están repletos de mangas, reviso todo, y finalmente encuentro lo que busco.

Antes de irme, observo en otra sección los accesorios de uno que otro videojuego; cojo un lindo colguije de estrella amarilla de un videojuego acercándola a mi rostro tratando de examinarlo mejor, en un descuido se me resbala de las manos haciendo que caiga al piso, miro al suelo, donde cayó el colguije, me agacho a recogerlo... y aprecio unos vans, subo poco a poco la vistan y mi mirada se encuentran con unos ojos cafés, una sonrisa casi imperceptible donde se alcanza a apreciar uno que otro de los metales con ligas resplandecientes y unas lindas pecas en sus mejillas. Ese chico... ese chico esta en mi instituto ¡Es Jules! Se levanta y yo hago lo mismo, noto que mis mejillas comienzan a calentarse; sigo mirándolo, y les podría apostar a que en este instante tengo una cara de boba y las hormonas todas alteradas.

Me devuelve el colguije y yo lo tomo.

-Gracias- le devuelvo la sonrisa- oye, de casualidad ¿Has visto Tokyo Ghoul?- Señalo el manga y desvía sus ojos observándolo.

-No- niega con la cabeza- pero un amigo sí.

Voy a preguntarle su nombre... sólo para estar segura -pienso.

-Oye, disculpa mi ignorancia, pero... te llamas Jules ¿cierto? -él sólo asiente; necesito excusarme, porque no tengo ni la más mínima idea de qué más puedo decirle- hmmm, tengo que pagar esto, necesito llegar a mi casa cuanto antes -miento y me despido con una sonrisa y un gesto con la mano. "Eso es Sarah... gran excusa". Espero que no sonara tan grosero.

Pago 5 libras y salgo por la tienda. Camino despacio de regreso por donde vine... ¿Jules?

-Hola- Sí, sí es Jules. 


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Lamento la tardanza, pero hubo un... pequeño inconveniente. Aquí un mensaje, copiado y pegado de la autora:

<<  Hola mis pinky's (se me ocurrió llamarlos así, es bonito :3) quería disculparme con ustedes, ¡Pero algo trágico paso!, Tenía el capitulo 3 en mi celular ¡ya se imaginaran lo que paso! ¡Se me cayó de la bolsa por perseguir a mi Jules de la vida real! (MIO, no se toca arrozas, es broma 😝) Los quiero mis 157 lectores ❤  >>

Es una pinkie promiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora