Día 4

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"Día 4
Hoy le dirán a YaoYao la nota que sacó en su examen de historia. Estaba muy nervioso por ello... ¡Seguro que aprobará! Le cocinaré sus galletas favoritas para cuando regrese ^J^"

Era la primera vez que cocinaba galletas en mucho tiempo. Había olvidado totalmente cómo se hacían, por lo que tuvo que buscar entre todos los manuales de cocina de Yao la receta que necesitaba. Para su suerte, el asiático era bastante ordenado, por lo que no tardó mucho en hallarla. Buscó en la alacena los ingredientes necesarios y acomodó los utensilios a usar. Con todo listo, puso manos a la obra. En unos minutos quedaron unas deliciosas galletas de miel con chispas de chocolate blanco, listas para hornear. Satisfecho con su trabajo, se echó en la silla, observando el horno. 30 minutos. Solo 30 minutos y estarían listas. Se quedaría allí hasta entonces, vigilando cada segundo que pasaba. Todo debía salir a la perfección.
Pasados unos 20 minutos, se oyó un ruido en la puerta e Ivan se paró de inmediato. Con una sonrisa, corrió al encuentro de su asiático favorito. Se colocó en frente de él y lo saludó con la mano. Yao devolvió el saludo algo confuso.

-¿Cómo te ha ido en el examen? -Preguntó eufórico

-¡Aprobé con una muy buena nota! -Gritó entusiasmado y pegó unos pequeños brincos. Ivan sonrió y lo observó embobado. Ver a Yao tan contento le hacía feliz.

-Te felicito, YaoYao. Te lo mereces, has estudiado muy duro estos días.

-Gracias... -Susurró y le dedicó una cálida sonrisa que a Ivan lo maravilló. Sus miradas se chocaron por unos segundos, hablando sin necesidad de palabras. Esos ojos color café lo volvían loco...
Yao frunció el seño y apartó a Ivan de su lado.

-¿Qué es ese olor?- Preguntó mientras olfateaba sus alrededores.

Ivan cambió su gesto de felicidad por uno de preocupación.

-¡Oh no!- Gritó y salió corriendo hacia la cocina. Yao dudó pero luego de unos segundos lo siguió. Cuando llegó vio a Ivan de espaldas, arrojando lo que parecía contener una bandeja al cesto de basura. Se acercó a él lentamente y se detuvo a unos centímetros.

-¿Qué es eso? Huele a miel quemada -susurró.

-Ah... No era nada... -Dijo con cierta tristeza.

Yao observó la mano de Ivan, la cual poseía una enorme mancha roja.

-Te quemaste...

-Ah, ¿esto? -Dijo señalando su mano.- No te preocupes, no duele.

-Bueno, yo... Iré a casa de Kiku a agradecerle y a contarle la noticia.

Ivan suspiró irritado. Con que de Kiku se trataba...

-Está bien. Yo iré a mi cuarto.

-De acuerdo, nos vemos luego.

"La próxima vez debería ser más atento... Y utilizar guantes para retirar las bandejas ardientes...
💔"

Quizás mañana~Drabbles RoChu~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora